José cheo Feliciano, muerto en un accidente de carretera cuando venia de un casino a su hogar la madrugada del 17 de abril, hace ya 7 años, hacen que
Todavía hoy en Caracas, en su querido puerto de Ponce, Puerto Rico, dónde nació, Cali, México y en la 110 de Nueva York donde hizo sus comienzos en la rumba de la llamada música popular tropical o llamada salsa, sus múltiples seguidores afirman que “Cheito” como lo bautizó Tito Rodríguez, suena mejor cada día.
Hoy, en cualquier casa, apartamento o, en la esquina del barrio, y en las emisoras de radio seguro se escuchará viva la impronta del guaguancó, su bolero. Feliciano ha sido el sonero de la rumba más venerado del siglo XX y más allá, en vida arrebató a las audiencias de cualquier pista de baile donde presentó su arte y el swing de tocar las maracas.
Su muerte, temprana e inesperada cuando le faltaban varias tarimas por hacer. Sea o no cierta esta contundente afirmación, José Feliciano, con La Alegre All Stars, el sexteto de Joe Cuba, La maquinaria Fania All Stars o, la banda del maestro zurdo Eddie Palmieri, con o sin ellos, sigue siendo la gran estrella de la música del Caribe urbano.
Cheo Feliciano, llegó a grabar más de 90 discos y logró cantar en Cuba, dónde nació todo, en Caracas grabó con La Rondalla de Venezuela, del Palacio de la música.