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sábado, 2 de agosto de 2025
Opinión
Los filisteos
23 de julio, 2025
Por: TRUZMAN MIGUEL
Hoy dedicaremos estas líneas para adentrarnos un poco en conocer la historia de los Filisteos, ya que han recobrado importancia en virtud de que se le ha querido vincular históricamente como los ancestros de los Palestinos, así que vamos a descifrar esta narrativa.

Lo primero que debemos destacar es que los Filisteos no fueron un pueblo semita ya que hay consenso entre los historiadores de que migraron originalmente desde islas como Creta o Chipre en el Egeo Oriental hacia alrededor del siglo XII a.e.c. y fueron llamados “Pueblos del mar”.

En su travesía marítima llegaron a ciudades como Gaza, Asdot, Ascalon, Ecron y Gat, que aun cuando para la época eran ciudades autónomas, su ubicación era estratégica ya que abarcaban gran parte de la costa sur de Canaán, lo que implicaba ventajas tanto comerciales ya que eran expertos navegantes como también en el ámbito militar.

Es conocida la rivalidad que surgió entre los Israelitas y los Filisteos, que está ampliamente reseñada en el libro de los Jueces, que relata las refriegas tanto en el periodo de los Jueces como en de los Reyes de Israel, sobre todo en los tiempos del primer Rey de Israel, Saúl quien justamente muere junto a su hijo en una de las Batallas contra los Filisteos y también en el periodo del Rey David quien fue un gran guerrero y dominó ampliamente grandes extensiones de territorios, constituyendo a Jerusalén como la capital de su reino, estamos hablando de los siglos XI y X a.e.c.

Los Filisteos hostigaron por décadas a las tribus israelitas, inclusive se hicieron en una de las batallas con nada más y nada menos, con el Arca de la Alianza, que contenía las dos tablas de piedra de los diez mandamientos entregados por el “Altísimo” a Moisés en el Monte Sinaí hace 3327 años, un cofre de oro con una porción de maná, una vara de Aarón el hermano de Moisés, la Menorá con las estrictas especificaciones de su diseño dictadas por “El Creador”, en fin, se dice en el libro de Samuel que los Filisteos la devolvieron por temor a la “Divinidad”, lo que si es cierto, es que lamentablemente el “Arca de la Alianza” en algunas de las revueltas, batallas o refriegas que ocasionaron la destrucción del Templo de Jerusalén en sus dos oportunidades, se perdió para siempre.

Volviendo a los Filisteos, si bien es cierto que fueron un tormento constante en el reinado de Saúl, la victoria de David contra el gigante e imbatible Goliat, empezó a marcar un descenso en la influencia Filistea en los pueblos del mediterráneo.

Si vamos un poco hacia atrás en la historia en el periodo entre 1100 a 1000 a.e.c, hay que mencionar otro hecho histórico y fascinante entre los Filisteos y los Israelitas, esta vez en la persona de Sansón, relatada con amplitud en el capítulo XVI del libro de Jueces, que describe a Sansón como juez de Israel por un periodo de 20 años y poseía una fuerza sobrehumana.

También era un gran guerrero y en muchas ocasiones utilizaba la guerra de guerrilla para atacar el solo, por sorpresa a los tropas Filisteas, así como también quemaba sus sembradíos atando una antorcha a la cola de los zorros, quienes despavoridos corrían por todos los campos cultivados, dejando a las tropas Filisteas sin alimentos.

La fuerza de Sansón era de tal dimensión que podía matar con sus propias manos a un león o diezmar a todo un ejército solo utilizando como arma la mandíbula de un burro o destruir un templo Filisteo con sus propias manos, como en efecto pasó.

En conclusión podemos decir que el pueblo Filisteo empezó su declive a partir del siglo X a.e.c. frente a los Reinos de Israel y Judá, siendo que a la postre fueron conquistados por los Asirios, los Babilonios y los Persas, lo que produjo que el siglo VI desaparecieran como una población autónoma y diferenciada del resto.

Con las revueltas de los judíos contra el Imperio Romano (mucho después de la desaparición de los Filisteos), en el año 67 d.c. que culminó con la destrucción del II Templo de Jerusalén en el año 70 d.c. y la segunda revuelta esta vez de Bar Kojba en el 132 d.c. que culminó con la derrota y expulsión de los judíos de Judea en el 135 d.c., los romanos no tuvieron mejor idea que renombrar a Judea como Siria Palestina, intentando borrar el tránsito, cultura y herencia milenaria del pueblo Judío y le ponen el nombre de su antiguo enemigo, los Filisteos o su traducción como Palestinos, que quedo como nombre geográfico del territorio.

Como hemos relatado, no solo los Filisteos desaparecieron hace siglos sino que ni siquiera eran semitas, por lo que la narrativa o la posverdad de un supuesto vínculo entre los Palestinos actuales y los Filisteos, no tiene razón histórica, antropológica ni bíblica.

Hoy en día debemos estar muy pendientes a los intentos de borrar la historia de un pueblo para reescribir la historia de otro, en detrimento no solo de la palabra de “El Creador” sino también de los relatos bíblicos, históricos, geográficos y arqueológicos.

migueltruzman
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