Las chicas de Bletchley Park no tenían por qué ser bonitas, vestir a la moda, ser coquetas o tener una personalidad arrasadora. No. A ellas las contrataron durante los oscuros años de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) por su cerebro. Eran las encargadas de romper los códigos usados por los nazis en sus comunicaciones.

La serie The Bletchley Circle y su spin-off The Bletchley Circle: San Francisco comienzan años después del fin de la Guerra.



Las dos temporadas de The Bletchley Circle transcurren entre 1952 y 1953, cuando cuatro extrabajadoras de Bletchley Park, llamadas Susan, Millie, Jane y Lucy, unen sus fuerzas y sus mentes primero, para capturar a un asesino serial que acosaba en las calles de Londres; y luego para salvar a una amiga de una condena a muerte por un crimen que no cometió.

No podían contar a nadie lo que habían hecho durante la guerra pues su trabajo era considerado secreto militar, así que eran menospreciadas y “ninguneadas” incluso por sus familias. Y como ya los hombres habían regresado al mercado laboral, estas mujeres inteligentes y analíticas se veían obligadas a aceptar empleos aburridos para los que estaban sobrecalificadas.

En el spin-off The Bletchley Circle: San Francisco Jane y Millie viajan en 1957 a San Francisco para resolver un crimen ocurrido durante la guerra y que las golpeaba directamente. Allí se les unen dos estadounidenses, Iris y Hailey, con quienes resuelven ese y otros misterios, además de ambientarse en una ciudad nueva, con costumbres y hasta clima diferentes.

La serie no solo reivindica el papel de las mujeres durante la Segunda Guerra Mundial sino que, además, y en la misma órbita del film El Código Enigma, pone de manifiesto que ese conflicto no se libró únicamente en los campos de batalla en tierra, aire o mar, sino también entre cuatro paredes, lápiz en mano y sin computadoras o Internet.

También evidencia que el esfuerzo de inteligencia se hizo a ambos lados del océano Atlántico, y que mujeres y hombres de varios países, sin combatir, ayudaron en el esfuerzo de desarticular la Alemania nazi.

Los descifradores de códigos siguen trabajando hoy, evaluando conductas, hackeando sistemas y claves y pronosticando resultados.
Bien ambientadas, con cuidadosos vestuarios, actuaciones impecables y buenos guiones, estas dos series atrapan a los adeptos a los misterios, a los fanáticos del género policial y a los seguidores de la Historia.