Las plantas también necesitan visita médica
Por Gilberto Carreño: Un recorrido por nuestras ciudades, y así lo vemos en Caracas, nos permite constatar el grado de abandono y desatención al que está sometida la vegetación urbana
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La mayoría de las personas comparten la idea de que sus animales domésticos, así como aquellos que crían para alimentarse, necesitan de los cuidados de manos expertas para prevenirlos de las enfermedades que puedan afectar su desarrollo. Por ello programan sus visitas periódicas al veterinario o al agrónomo, para atender rebaños en el caso de los criadores pecuarios. Y eso es prevención.

Pero, ¿cuántos llevan al medio donde se desenvuelven las plantas al profesional que garantice una vegetación sana, aconsejable por razones de mejoramiento ambiental e incluso por su propia seguridad personal?
Es probable que muchas personas no se detengan a considerar que un área poblada de árboles, que dan frescor y vida al espacio donde crecen, también atraen animalitos silvestres que imprimen un especial encanto al lugar. Del mismo modo tampoco es común observar que se tomen las previsiones necesarias para evitar que una rama seca pueda desprenderse y causar daños personales y materiales.

Por esas razones, entre otras, es por lo que resulta preciso insistir en que de la atención que le prestemos a nuestras plantas dependerá en gran parte la armonía ambiental de nuestro entorno cotidiano.

Una ayuda profesional periódica, además de enseñarnos a mantener nuestras plantas en el mejor estado, nos instruirá sobre las distintas maneras de aplicar el tratamiento que corresponda para salvar árboles y arbustos de plagas y malezas a las que permanentemente están expuestos, y que suelen reducir su ciclo de vida o determinan el horrible aspecto que con frecuencia observamos en la vegetación pública, algo que nunca concebiríamos en relación con nuestras mascotas.

Un recorrido por las calles de nuestras ciudades, y así lo podemos ver en Caracas, nos permite constatar el grado de abandono y desatención al que se encuentra sometida la vegetación urbana, especialmente en las áreas públicas.

La tiña y el guatepajarito, principalmente, secan nuestras plantas sin posibilidades de recuperación, mientras la “escoba de bruja” las convierten en tenebrosos monstruos vegetales. Esto puede ser evitado con un poco de organización, especialmente en las comunidades a las que pertenecemos. Y si se trata de cuidado, algo de lo que debemos estar conscientes es del bote de desechos vegetales en áreas baldías de nuestro entorno, ya que se convierten en criaderos de una gran variedad de plagas que incluso afectan nuestras puertas y muebles de madera, entre las que se incluyen termitas, xilófagos, gorgojos, taladradores y carcomas. Bien vale un buen consejo para tener plantas sanas.

gcarreno@eluniversal.com
@CIRCULOAMBIENTE

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Foto Principal: GilCar