Bellorín Malaver escribió hermosas cartas a novias que jamás conoció
Por Evaristo Marín: En su época de empleado petrolero ganó fama con las cartas que redactaba para madres y novias de trabajadores margariteños. Este mes se cumplen cien años de su nacimiento...
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Rafael Bellorín Malaver es difícil de olvidar. Por 40 años despertó a Puerto La Cruz con la lectura de la prensa, de 6 a 8 de la mañana.

Eran admirables sus consejos sobre el tránsito en “Auto Radio”. Cierta vez, al párroco Quinto Della Bianca le chocaron el carro al salir de su programa. Su reacción fue ésta: “Nadie está exento de un accidente. Ni el padre Quinto, ni el Obispo, ni nadie. Los accidentes nunca avisan”.

Nos unió mucho ser margariteños. Fuimos grandes amigos y por añadidura, compadres. Rafael y su esposa, Hilda, son padrinos de mi hija María Concepción. Con Bellorín y Baltazar Gimón, en su época de concejales, viajé a Estados Unidos, invitados por Gulf Corporation en 1965, para conocer los sistemas sanitarios de Nueva York, Filadelfia y Washington. Dos veces fue presidente municipal.

Por Gulf Puerto La Cruz viajó Tomás Lovera, jefe de relaciones laborales. Fue un viaje extenuante. “Estamos conociendo a Estados Unidos por debajo. Salimos poco a flote”, le dije cuando los dos nos escapamos en taxi, desde Albany hasta la deslumbrante Nueva York, con unas cervezas Polar y tres paquetes de harina pan para su ahijada, Mabeti Sánchez.

En la Quinta Avenida solo tuvimos tiempo para aplaudir a las bailarinas de la barra de una cervecería y comprar el Times (edición dominical, de casi un kg) para regresar trasnochados y proseguir al amanecer hacia Washington.

Cuando descubrimos que aquel guía que nos llevó (sin tregua para más nada) por redes subterráneas, rellenos sanitarios, plantas de tratamiento, etc, era un veterano de Vietnam, eso nos enfureció. Al llegar a Miami, queríamos agarrar de una vez el avión de regreso.

En Gulf entendieron nuestras molestias. Nos alargaron la gira, con tres días libres para compras y recreación, con cena y show en “Los Violines”.

Hoy recordamos que nuestro insigne radiodifusor margariteño Rafael Bellorín Malaver estaría festejando sus cien años.

Nació en Paraguachí (municipio Antolín del Campo) el 10 de noviembre de 1919. Cuando lo conocí, en 1963, era mi primer día de reportero en Panorama Oriental, de Ondas Porteñas, emisora en la cual era director y a la vez narrador del noticiario estelar.

El jefe de información, Gabriel Aguilera Ordaz, nos presentó. Justo en aquel año, Bellorín pasó a ser también propietario de la emisora, ahora integrada al circuito Unión Radio, con el cardiólogo Pedro José Mata Estaba, de único socio.

Nuestra amistad creció en La Prensa de Puerto La Cruz, en la cual fue director y en la Sociedad de Amigos de la Universidad de Oriente (Saudo) a la cual dio mucha dedicación.

En el éxodo petrolero, Bellorín navegó a Maracaibo en “La Flor Bella”, balandra de mi padre, Chico Mata Estaba, en los años 30 del siglo XX. Muy joven, en el Zulia aumentaba “el haber mantenencia”, escribiéndole para los trabajadores petroleros, las enternecidas cartas que estos enviaban a madres (y novias) en Margarita.

Eran cartas muy lindas. En esa época lo llamaban “Bellorín, el poeta del amor”.