Por Maytte Sepulveda: La comunicación, la autoestima y la responsabilidad son algunas de las claves para mostrarnos tal como somos
Una secuencia de la película “Identidad borrada” (2018) / Foto IMDb
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Aceptar quienes somos y estar dispuestos a aceptar nuestra realidad nos permitirá iniciar un camino de autodescubrimiento, aprecio, automotivación y realización personal. Muchas veces el miedo a decepcionar a los demás, a que nos rechacen o a que dejen de querernos hace que decidamos dejar de ser quienes somos para convertirnos en la persona que otros desean que seamos, sacrificando así nuestra verdadera identidad y posibilidad de sentirnos felices y realizados. Después de todo siempre habrá personas que nos acepten y respeten como somos y otras que no lo hagan. La realidad es que no podemos gustarles a todos y lo verdaderamente importante es que seamos capaces de valorarnos y apreciarnos a nosotros mismos.
Vale la pena detenernos de vez en cuando para hacernos preguntas como: ¿Quiero seguir viviendo como lo estoy haciendo? ¿Es así como me quiero sentir? ¿Estoy dispuesto a hacer los cambios necesarios para conseguir más bienestar y felicidad?
Claves para aceptarte y apreciarte
Valora tu punto de vista. Si eres de las personas que se ha pasado la vida complaciendo a otros o viviendo en base a la opinión o al juicio de los demás, necesitas recuperar la confianza en ti mismo y en el valor de tus opiniones y puntos de vista para comenzar a tomar decisiones y acciones por ti mismo, con seguridad, en lugar de seguir haciéndolo en función de lo que piensen o consideren los demás.
Aprende a comunicarte. A muchas personas les resulta difícil expresar de forma adecuada lo que piensan y sienten, viven a la espera de que los demás lo adivinen cuando en realidad lo que necesitan es atreverse a comunicarlo para que los otros puedan conocerlos y comprenderlos mejor. No comunicar lo que está ocurriendo en nuestro interior nos aleja de los demás, nos hace sentir victimas y nos llena de dudas, inseguridades y resentimiento.
Asume la responsabilidad de tu vida. Hay un momento en nuestra vida en que sentimos que debemos ganar autonomía, es decir, dejar de depender de otros, dejar de buscar culpables de lo negativo que nos ha sucedido y dejar de pensar que esos otros son los responsables de nuestro bienestar y felicidad. Eso implica asumir la responsabilidad de nuestras decisiones, acciones y equivocaciones además del compromiso de ir por nuestros sueños para convertirlos en realidad y construir nuestra felicidad. Si ya eres un adulto deja de esperar a que sea otro el que resuelva tus problemas o se haga cargo de tus situaciones. Toma las riendas de tu vida, aprende de las experiencias, crece y madura.
Fortalece tu autoestima. Una persona con buena autoestima conoce, respeta y valora sus sentimientos y necesidades, tiene confianza en sí mismo, se siente seguro de quién es y mantiene relaciones más plenas y satisfactorias. Pero muchas veces respetamos más a los demás que a nosotros mismos. Así que comienza por aceptarte, quererte y valorarte, atrévete a establecer límites si fuese necesario, teniendo presente que eres tú quien debe enseñar a otras personas de qué manera van a tratarte.
Trátate con gentileza. Considera que estás en un proceso de aprendizaje y crecimiento por lo que se paciente y considerado contigo mismo. Revisa y cambia el monólogo mental que te acompaña la mayor parte del tiempo por uno más positivo, celebra tus logros aunque nadie más los reconozca y levántate de tus caídas con la confianza en que puedes hacerlo; y decide aprender de ellas para corregir y no repetirlas. Mejora la imagen que tienes de ti mismo y anímate a hacer las pequeñas transformaciones que necesites para sentirte a gusto con quien eres y proyectar esa confianza en tu relación con los demás.
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