Pareciera que el gobierno de Boris Johnson tiene la estrategia de frenar la propagación de la epidemia de coronavirus, no de detenerla, para lograr la inmunidad comunitaria.
El Coronavirus, Suecia y el Reino Unido
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Por José Blasini

El Coronavirus - Gran Bretaña y Suecia toman un camino diferente 

El gobierno británico ha tomado medidas que sorprenden al mundo. Boris Johnson ha decidido su jugada, que ojalá sea la acertada, muy probablemente ha sido muy bien estudiada. 

Aún cuando, el lunes 16 de marzo, debido quizás a la fuerte presión de la opinión pública, el Primer Ministro británico emitió unas recomendaciones mucho más restrictivas de movilidad y reuniones, el gobierno parece estar favoreciendo una política de "capullo" (cocoon) para los grupos de personas que son más vulnerables al coronavirus. Sin embargo, siguen siendo lineamientos, no restricciones. Tanto que las clases siguen abiertas. Y no hay penalidad por no seguirlas.

El Reino Unido y la inmunidad del rebaño

Las personas en geriátricos u hogares de cuidado y otras con menores probabilidades de sobrevivir a la enfermedad, deberían mantenerse separadas de la población hasta que se establezca la "inmunidad del rebaño".

El Dr. David Halpern, director ejecutivo del Behavioral Insights Team, del gobierno británico, y miembro del Grupo de Asesoría Científica para Emergencias (Sage) de Whitehall. dijo que creen que será necesario tomar algunas decisiones difíciles sobre cómo proteger a los grupos que son más vulnerables a la enfermedad, en particular las personas mayores en hogares de ancianos y aquellos con afecciones respiratorias.



Londres 

Halpern dijo: "Habrá un punto, suponiendo que la epidemia fluya y crezca como lo hará, donde se quiera formar esos capullos para proteger a esos grupos en riesgo para que no contraigan la enfermedad."

"Para el momento en que salgan de su capullo, la "inmunidad del rebaño" se habrá logrado en el resto de la población".

El Dr. Halpern sugirió que inclusive se podrían reclutar voluntarios para trabajar en los hogares de cuidado y que se podría emitir una guía para promover que los amigos y familiares no visiten a las personas más vulnerables hasta que el riesgo de contraer la enfermedad sea más manejable.

Otras sugerencias presentadas por el Behavioral Insights Team incluyen un cambio en la forma en que se limpian las escuelas. El Dr. Halpern dijo que se les podría pedir al personal de limpieza que se concentren en superficies como los pasamanos y los interruptores de luz, donde el virus puede permanecer un tiempo, en lugar de los pisos escolares.

Así, todo parece indicar que los británicos quieren seguir con una idea profiláctica, con drásticas medidas higiénico-sanitarias, pero que no quieren ser víctimas de la histeria y cerrar el país. Piensan, quizás, que una caída de la economía tendría consecuencias que serían aún más dramáticas y mortales que la pandemia. No les parece que tenga sentido salir del virus, para luego llevar la economía a la bancarrota, con el riesgo de que la falta de ingresos y salarios pueda crear pánico, caos y hambruna… No en el año del Brexit.

"El gobierno de Boris Johnson no lo ha dicho literalmente, pero su plan para combatir el coronavirus es claro: ralentizar la propagación de la enfermedad, pero no detenerla. La mayoría de las personas contraerá la enfermedad, muchas se sentirán muy enfermas, pero casi todas se recuperarán.", dice Boomberg en su artículo "Boris Johnson’s U.K. Virus Strategy Needs People to Catch the Disease".

El objetivo es la inmunidad comunitaria: el punto donde una gran proporción de la población ha contraído la enfermedad y ha sido inmunizada. 

El plan es hacer que esto suceda en los meses de verano, antes de la llegada del próximo invierno, dice Patrick Vallance, el consejero científico en jefe del gobierno del Reino Unido. 

Esta política no ha sido unánimemente apoyada. Muchas voces han expresado mucha preocupación por este enfoque. El ex ministro de salud británico Jeremy Hunt es uno de ellos. 

Suecia

Mientras la mayoría de los países ha impuesto restricciones de viaje, cierre de escuelas, prohibición de eventos y reuniones, en el Reino Unido, las cosas son distintas, las escuelas siguen abiertas y la gente viaja y se reúne sin restricciones. Suecia es el otro país de la Unión Europea con un enfoque semejante al enfoque británico; pero sin hacer mucho ruido. 


Estocolmo 

Hasta el 14 de marzo Suecia había reportado 775 casos de coronavirus, menos que Dinamarca y Noruega, pero ha tomado medidas menos restrictivas que los otros países escandinavos. Sus escuelas aún están abiertas y los niños todavía practican deportes organizados.

Las autoridades sanitarias suecas criticaron la decisión de Dinamarca del viernes de cerrar sus fronteras. Anders Tegnell, el epidemiólogo estatal en Estocolmo, calificó la decisión como "completamente sin sentido". Añadió que era muy poco probable que Suecia hiciera lo mismo: "Me resulta muy difícil ver cómo podría ayudarnos. No hay investigaciones que lo demuestren. Por el contrario, nos perjudicaría económicamente y sobre eso si hay estudios".

Antecedentes históricos  

Cuando los conquistadores españoles y portugueses trajeron la gripe europea a América en el siglo XVI, la población nativa se enfermó masivamente porque su sistema inmunológico no conocía esa enfermedad. Con el tiempo, los nativos americanos se inmunizaron y, hoy por hoy, tienen una mortalidad de cerca del 2%, similar a la de los europeos. El gobierno británico y el de Suecia parecen estar apostando por este paradigma. Apostando por la "inmunidad del rebaño".

Londres y Estocolmo piensan que un aislamiento extremo y forzado, bloqueando la economía puede, al largo plazo, tener consecuencias todavía peores que el coronavirus; desnutrición, escasez de alimentos y medicinas, junto con pánico e histeria colectiva.


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Esta nota fue actualizada el 17 de marzo de 2020 para reflejar el ajuste de la posición del gobierno británico.