Las dos fechas finales a jugarse en marzo serán un paseo en el tren fantasma: de terror
Eliminatoria: Emocionante hasta el Final
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Por Hernán Quiroz Plaza


Las Eliminatorias para la Copa del Mundo en Catar en la zona de Conmebol (Confederación Suramericana de Futbol) en sus fechas 15 y 16 finalizaron el pasado martes 1 de febrero con resultados que ubican a Ecuador y Uruguay con la posibilidad de alcanzar un pase directo a la fiesta deportiva a realizarse en noviembre de 2022. Las escuadras de Perú, Chile y Colombia mantienen todavía la esperanza para colarse al Mundial de Catar, algunos de ellos mediante la repesca, cuando faltan dos fechas por jugarse. A la Copa del Mundo van los cuatro primeros del torneo de Eliminatorias de Conmebol, mientras que el quinto de la tabla tendrá la posibilidad de disputar un repechaje ante el representante de Asia.

En el viejo continente son decenas, aquí no. No hay Chipres, ni Maltas, ni Andorras, ni Luxemburgos. Tampoco Moldavias o Albanias. En Suramérica, la Eliminatoria no solo es la más difícil del mundo, también es la más apasionante por la paridad y la tensión de cada encuentro. Hasta el último minuto de la última fecha reina el suspenso y todos se pueden ganar entre sí. Un gol es capaz de decidir un cupo al Mundial. En Europa u otros continentes es ganar o perder, alegría o tristeza y ya. Acá es emoción o llanto, euforia o drama. La jornada del martes anterior fue sencillamente excepcional: diecisiete goles en cinco partidos y espectáculos de alto voltaje, como Perú 1 - Ecuador 1; de categoría, como la demostración de Argentina frente a Colombia; o de un espectacular ida y vuelta en el caso de Bolivia 2 - Chile 3. En el medio, dos goleadas: la de Uruguay a Venezuela y de Brasil a Paraguay.

De altura. El arranque fue un extraordinario Bolivia 2 - Chile 3, un canto al fútbol en un lodazal, pues una hora antes del partido llovió a cántaros. La Verde jugó su mejor partido de la competición, peloteaba a Chile de manera inmisericorde, tiros en los palos, salvadas milagrosas del arquero Brayan Cortés (excelente). Si Chile perdía, quedaba fuera de la carrera definitivamente. Pero se abrió la mochila de la Generación Dorada, apareció la estirpe de esa gente, los restos ilustres de Alexis, de Isla, de Medel, de Aránguiz, la nueva generación de Brereton, Núñez, Paulo Díaz, Suazo, y la Roja dio un golpe sobre la mesa. Metió clase y agallas y se llevó un triunfo increíble en La Paz, dejando hasta la última gota de sangre. El día que se le pedía que echara el resto, lo echó. Eso es ser grande. Hizo feliz a su pueblo. Y vive… Vive y quiere más, quiere Mundial todavía. Si al final lo consigue o no, son cinco centavos aparte.

Seis de seis. Uruguay estaba más afuera que adentro y tomaron una decisión extrema y riesgosa: despidieron a su técnico Óscar Tabárez a cuatro fechas del final. Se juramentaron los celestes y lograron dos victorias al hilo ante Paraguay y Venezuela. Al minuto ya estaban 1-0 arriba frente a la Vinotinto. Se vio un nuevo Uruguay, más de propuesta que de respuesta, como era con el Maestro. “Este es el Uruguay que nos merecemos con los buenos y muy buenos jugadores que tenemos —dice Jorge Crosa, exjefe de Deportes del rotativo charrúa El País—. Fue una alegría enorme ver a Uruguay plantear un juego de ataque, de querer ganar sí o sí, con fuerza, con inteligencia. Desde luego, mucha satisfacción con el nuevo técnico Diego Alonso”. La moral general levantó y hoy Uruguay se siente en Catar, aunque falte.

Ostentosa. La prestación de Argentina frente a Colombia. El 1 a 0 fue corto y no hace honor al por momentos brillante juego de equipo de la Albiceleste. Que se presentó sin seis titulares: Romero, Otamendi, Tagliafico, De Paul, Paredes y Messi. Y cinco habituales suplentes estuvieron impedidos por lesiones o COVID-19. El segundo tiempo lo jugó realmente con un equipo B. Pero la fragilidad de Colombia fue tal que tantas ausencias quedaron disimuladas. La obra de Scaloni es increíble. Pasar del triste Mundial de Argentina en Rusia, donde estaba hundida entre un pésimo desenvolvimiento, crisis y rumores de todos colores, a este presente de fútbol de clase, tranquilidad e ilusión es toda obra del técnico. Que supo hacer una renovación profunda y dar un estilo que se adapta perfectamente al futbolista argentino: el toque y la posesión.

Espantoso. El momento que vive Colombia. Igualó el récord negativo de Venezuela en el año 2000, cuando estuvo 7 partidos sin marcar un gol. Se lo vio un equipo sin fútbol, sin alma, muy inferior a los suplentes argentinos. “No puedo creer cómo jugó con el miedo que tenían. Yo sé que Argentina y Brasil son superiores a todos, pero no puedo creer el cagazo que tenían los colombianos”, comentó el técnico argentino Alfio Basile. Además, se refirió al colombiano de moda. Luis Díaz y su reciente fichaje al Liverpool. “Ese Díaz que compró el Liverpool... Yo no lo vi hacer nada contra Perú ni contra Argentina. ¿Cómo compró Liverpool a Díaz?”. Pero ese no sería el peor problema: en Colombia —como en México— existe una sobreestimación de las propias capacidades y una subestimación de las ajenas. Hay una idea general de ser potencia que no es real. Y de tener un plantel de categoría, pero no lo demuestra. Sí es un medio importante, pero a la hora de la hora, el futbolista colombiano no aparece. Ahora la excusa es Reinaldo Rueda, como antes lo fue Queiroz. Cuando fue goleado 6 a 1 por Ecuador se dijo que era una cama que el plantel le había hecho al DT portugués para tumbarlo. Nunca son culpables los jugadores, siempre son otros. Pero cuando están solos frente al arco, el técnico no les dice que le peguen afuera. Aún tiene chances de llegar a la repesca ganando los dos partidos, aunque necesita que Uruguay, Perú y Chile pierdan la mayor cantidad de puntos posible.

El legendario capitán de Colombia, el “Pibe” Balderrama no se quedó atrás y habló en su canal de YouTube. "Hay que reconocer cuando se juega mal", señaló. Respecto a los 7 partidos sin marcar goles ni ganar, el “Pibe” reiteró que la Selección juega mal y que las críticas son válidas. Los jugadores no se deben molestar ya que es una realidad el bajo rendimiento futbolístico. "No juega bien, entonces se cabrean porque uno da la opinión de que juega bien o mal. Cuando juegan bien decimos que juegan bien y cuando juegan mal que juegan mal. No le meten un gol ni al arcoíris, increíble, no sé qué será", explicó el exjugador. En la patria de “Gabo” hay (muchos) que reclaman para Reinaldo Rueda el mismo destino que el de Tabárez en Uruguay: que pase por tesorería a cobrar su indemnización. Sería desastroso. Es demasiado tarde. Y en Colombia el problema es de jugadores, no de técnico. ¿Puede haber algún estratega que saque más jugo de este material? Ni José Mourinho y Pep Guardiola juntos. Insistimos, Colombia tiene cuatro jugadores de alto rendimiento: Cuadrado, Barrios, Díaz y Ospina. El resto es del mismo nivel que el de otras cuarenta o cincuenta selecciones. Tampoco los colombianos tienen un supercrack. Hasta Egipto tiene uno: Mohamed Salah. Polonia se encomienda a Lewandowski, Noruega a Haaland. Les hace falta uno de ellos. O faltan más Cuadrados, Barrios y Díaz. O un 10 que ilumine el camino. La insatisfacción nace, en buena medida, de una premisa falsa: que hay un plantel de estrellas. El tiempo esta hablando sin necesidad de hacerle preguntas.

Sequía. Al igual que Colombia, Paraguay suma 7 cotejos seguidos sin marcar un gol, pero en total en la Eliminatoria estuvo diez sin un grito. La Albirroja confirmó su eliminación de Catar y ya suma tres Mundiales consecutivos sin clasificar: 2014, 2018, 2022. Guillermo Barros Schelotto, su entrenador, anunció que la construcción de la nueva selección comenzará en los últimos dos choques de este premundial. “No podemos tirar el tiempo y pensar que las próximas Eliminatorias son en dos años”. Se viene una limpieza profunda.

Palpitante. El Perú 1 - Ecuador 1, convertido ya en un nuevo clásico del Pacífico. La Tri jugó como lo viene haciendo, con personalidad, fuerza, concentración. La combinación de biotipo físico y determinación para la lucha hacen del jugador ecuatoriano un elemento confiable y valioso. Ecuador genera una presión terrible sobre rival y pelota. La dupla Carlos Gruezo-Moisés Caicedo y la línea de fondo parecen impasables. Se dio otra actuación notable del binomio Félix Torres-Piero Hincapié y volvió a destacar Pervis Estupiñán. Todos marcan, se despliegan y muestran una actitud fenomenal. Gustavo Alfaro puede ilusionarse en grande de cara al Mundial. La tierra de Manuelita Sáenz es el país de Sudamérica de mayor evolución futbolística sostenida en el tiempo. En 1989 con el montenegrino Dusan Draskovic, comenzó a dejar el traje de equipo ganable, de los que recibían de a seis. Son 32 años de crecimiento a nivel de clubes y selecciones. Mejoraron la técnica, la profesionalidad, la infraestructura deportiva, la exigencia. Y lo más importante: la mentalidad. Se atreven, son bravos. Antes se los respetaba por la altura de Quito, ahora se los respeta porque te ganan. “Moriré sin ver a Ecuador en un Mundial”, decían los hinchas hoy adultos mayores. Está cerca de su cuarta Copa del Mundo. Y hubiera sido la quinta si no regalaba la eliminatoria anterior. La regaló por discordias varias. Ecuador está en el mostrador pidiendo un boleto.

Brillante. El gol de Michael Estrada, nacido de un pase milimétrico desde 45 metros de Félix Torres al pie de Michael Estrada, que gana la espalda de Callens, deja literalmente dormido el balón con su botín derecho y, sin demorarse nada, con el mismo miembro define a la salida de Gallese. Lo agarró caminando. Ambos son dos gestos técnicos esplendorosos. Estrada no pudo redondear una noche de oro cuando, estando aún el marcador 1-0, quedó solo frente al portero peruano y definió defectuosamente desviando el remate. Ahí cerraba el partido y el pasaje a Catar.

Las dos fechas finales a jugarse en marzo serán un paseo en el tren fantasma: de terror. Cada partido, cada minuto, cada jugada se vivirán con una tensión irrespirable. Será un festival de “¡Uuuuuuuhhhh…! ¡Oooooooohhh…! ¡Aaaaaahhhh…! Todo pelotazo que pase cerca del arco detendrá los corazones. Uruguay, Perú, Chile y la misma Colombia con la calculadora en mano, cuatro pretendientes al cuarto y quinto lugar (repechaje). Es todo tan parejo en ese segmento de la tabla que no nos atrevemos al vaticinio. Un gol, un penal, una expulsión, un lesionado, cualquier detalle importará.



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