Todos soñamos con la posibilidad de iniciar y terminar con éxito un proyecto, o con la idea de atrevernos a asumir el reto de transformar y mejorar nuestra vida. Pero casi nunca hacemos el mayor ejercicio posible de concretar nuestros deseos para determinar lo que necesitaremos para ello. Alcanzar con éxito lo que deseamos dependerá en gran medida de la claridad de nuestra meta, de nuestra actitud y del trabajo que estemos dispuestos a realizar.

El querer nos da el empuje que necesitamos para conseguir lo que deseamos, nos marca nuevos senderos y nos proporciona la motivación que nos lleva a ser ganadores. Aprendamos a disfrutar del proceso concentrándonos en cada paso del camino.

No permitamos que nadie nos desanime porque, si bien la vía hacia el éxito puede ser solitaria, bien vale la pena perseverar y convertirnos en nuestro más grande motivador para recorrerla.

La fuerza de voluntad, la disciplina, la pasión y la determinación de hacer todo lo que sea necesario para cumplir nuestros propósitos se convertirán en el motor que nos lleve en la dirección adecuada, evitando que nos quedemos a la deriva a merced de los fuertes y cambiantes vientos de la vida.

Pasos en la dirección correcta

Definir nuestros objetivos. Es determinante tener claros nuestros objetivos para enfocarnos y dirigir nuestro esfuerzo a conseguirlos. Cuando sabemos exactamente lo que queremos podemos comenzar a visualizarlo y a imaginarnos cómo será cuando lo obtengamos. Es importante comenzar planteándonos metas pequeñas y posibles para que su consecución nos dé confianza y valor para las metas mayores.

Crear un plan de acción. Es muy importante pasar de la mente al papel escribiendo detalladamente lo que deseamos conseguir, y anotar debajo de cada idea las acciones que deberemos tomar. Acompañar el proceso con la repetición de frases afirmativas de las capacidades, talentos y derechos que tenemos nos ayudará a sentirnos más seguros y capaces.

Ponerle fecha a cada objetivo. ¿Cuántas veces nos hemos planteado metas que se quedaron anotadas en el celular, en un papel o guardadas en algún rincón de la mente? Para cumplir los objetivos es necesario tenerlos presentes, preguntándonos cada día qué podemos hacer para realizarlos. De esta manera iremos ganando confianza, voluntad, disciplina, entusiasmo y determinación para llevarlos a cabo.

Mantener el ánimo en alto. No permitamos que nada ni nadie nos confunda o nos desanime, porque es muy probable que la realización del sueño pueda estar a la vuelta de la esquina. El camino hacia el éxito suele ser solitario porque no podemos depender de la motivación o el apoyo que nos brinden los demás. Tenemos que crear estímulos propios.

Convertirnos en nuestro mejor aliado. Para conseguirlo tenemos que transformar esa vocecita mental que nos sugiere abandonar el camino, exagerando el tiempo que nos puede tomar o los obstáculos que podríamos enfrentar al comparar nuestra experiencia con la de quienes no lo alcanzaron. Recuerda que los procesos y los resultados son completamente individuales y personales, y que aun cuando otros a tu alrededor no lo hayan logrado, tú sí puedes hacerlo.