La autora pudo conocer en diversas visitas las raíces más profundas de un pueblo histórico
Iran: otra mirada
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Por: María Angélica Miranda Yabar

Tuve la oportunidad, que fue convirtiendose en un privilegio, de vivir en un pueblo ancestral y compartir momentos singulares con su gente franca e ingenua.

Mi bienvenida se reanudaba cada día, según los visitantes se congregaran, el centro de todo! era la recién llegada de un mundo diferente.

Sobraban manos para ofrecer sus atenciones; dias de fiesta, de frutos exóticos, platillos coloridos y dulces interminablemente abundantes. Agasajos al extremo de sonrojarme pues venían plenos de algarabía, cortesía y generosidad extremas, unidas a danzas en mi honor que me sobrecogían y el desfile de nuevos amigos, cada vez más numeroso.

Días interminables que me agotaban de placer; y todo por esa especial cultura de gratitud y afabilidad.

Luego lo cotidiano, sin restar atenciones ni cortesía cada quien en su rol cuidadosamente determinado, de fiel y cabal desarrollo dentro de cada esquema social ya bastante reglamentado. La libertad masculina casi como sinónimo de fortaleza, ejerciendo silenciosa pero contundente autoridad, más sin embargo, paradójicamente accediendo a toda sugerencia femenina.

Las damas de dócil presencia y sutil ritmo en sus figuras desplegando innata femineidad, ataviadas de rigor, que aún siendo no tan bienvenido jamás pueden prescindir de tal atuendo, sino, solo y únicamente con su familia en primer grado; más sin embargo y sin expresar opinión en contrario, muchas dejaban ver de soslayo que preferirían poder elegir; pero no será así; probablemente rememoran el lugar que la mujer ostentaba en tiempos de Ciro El Grande; pues el gran orgullo de ese su imperio, está tatuado en sus corazones.
 
Estoicas por sana tradición así como humanas por naturaleza, no dejan de sufrir inquebrantablemente los designios, llámese decisiones, de sus caballeros, que en el ejercicio de sus derechos; y para no abundar en ejemplos, pueden contraer nupcias posteriores a la primera, según su condición de solvencia lo permita.

“Celebro” toda manifestación de libertad, para consolidar el ejercicio de los derechos de cada ser vivo en el planeta.


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