La inteligencia de EE. UU. encontró pruebas de que Aymán al Zawahiri había regresado a Afganistán y permanecía en una casa de seguridad. Cuando descubrieron que pasaba largos periodos en el balcón, encontraron la oportunidad para atacar
Como Cayó el Líder de Al Qaeda
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Por Julian E. Barnes y Eric Schmitt


WASHINGTON — Los agentes de inteligencia hicieron un descubrimiento crucial esta primavera después de seguirle la pista a Aymán al Zawahiri, el líder de Al Qaeda, hasta Kabul, Afganistán: le gustaba leer solo en el balcón de su casa de seguridad a primera hora de la mañana.
Los analistas buscan ese tipo de información de los patrones de vida, cualquier costumbre que la CIA pueda aprovechar. En el caso de Al Zawahiri, sus largas estancias en el balcón daban a la agencia la oportunidad de un claro disparo de misil que pudiera evitar daños colaterales.
La caza de Al Zawahiri, uno de los terroristas más buscados del mundo, se remonta a antes de los atentados del 11 de septiembre. La CIA siguió buscándolo mientras ascendía a la cima de Al Qaeda tras la muerte de Osama bin Laden y después de la toma del poder de los talibanes en Afganistán el año pasado. Y un paso en falso durante la persecución, el reclutamiento de un agente doble, condujo a uno de los días más sangrientos de la historia de la agencia.

Poco después de que Estados Unidos salió de Kabul, la CIA intensificó sus esfuerzos para encontrar a Al Zawahiri, convencida de que el líder intentaría regresar a Afganistán. Altos funcionarios habían dicho a la Casa Blanca que podrían mantener y crear redes de informantes dentro del país a distancia y que Estados Unidos no estaría desprevenido ante las amenazas terroristas en ese país. Para la agencia, encontrar a Al Zawahiri sería prueba clave de esa afirmación. Este artículo se basa en entrevistas con funcionarios y exfuncionarios estadounidenses y de otros países, con analistas independientes que han estudiado esta búsqueda que lleva décadas y con otras personas informadas sobre los acontecimientos que condujeron al ataque del fin de semana. La mayoría de ellos hablaron con la condición de mantener el anonimato debido a la confidencialidad de los datos utilizados para encontrar a Al Zawahiri.

Durante años, se pensó que Al Zawahiri se escondía en la zona fronteriza de Pakistán, donde se refugiaron muchos líderes de Al Qaeda y de los talibanes tras la invasión estadounidense de Afganistán a finales de 2001. Se le buscaba en relación con los atentados de 1998 contra las embajadas en Tanzania y Kenia, y la CIA había rastreado una red de personas que, según los funcionarios de inteligencia, lo apoyaban.
El análisis de esa red se intensificó con la salida de Estados Unidos de Afganistán el año pasado y la convicción de algunos funcionarios de inteligencia de que los altos dirigentes de Al Qaeda tendrían la tentación de regresar.

La corazonada resultó ser acertada. La agencia descubrió que la familia de Al Zawahiri había regresado a una casa de seguridad en Kabul. Aunque la familia trató de asegurarse de que no los vigilaban y de que se mantendría en secreto la ubicación de Al Zawahiri, las agencias de inteligencia no tardaron en tomar conocimiento de que él también había regresado a Afganistán.

“Hubo un esfuerzo renovado para averiguar dónde estaba”, dijo Mick Mulroy, exfuncionario de la CIA. “Lo único bueno que podría haber tenido la retirada de Afganistán es que ciertas figuras terroristas de alto nivel pensarían entonces que era seguro para ellos estar allí”. La casa de seguridad era propiedad de un ayudante de unos altos cargos de la Red Haqqani, un ala violenta y aguerrida del gobierno talibán, y estaba en una zona controlada por el grupo. Altos dirigentes talibanes se reunían ocasionalmente en la casa, pero los funcionarios estadounidenses no saben cuántos estaban al tanto de que los haqqani escondían a Al Zawahiri.

Si resultara que algunos altos cargos talibanes no sabían que los haqqani habían permitido el regreso de Al Zawahiri, su muerte podría abrir una brecha entre los grupos, según han declarado analistas independientes y otras personas informadas de los acontecimientos.
No está claro el motivo por el cual Al Zawahiri volvió a Afganistán. Hace tiempo hizo videos promocionales y de reclutamiento y puede que haya sido más fácil producirlos en Kabul. También es posible que en el país tuviera acceso a mejor cuidado médico. Sea cual fuere la razón, sus vínculos con los líderes de la Red Haqqani condujeron a los funcionarios de inteligencia estadounidenses a la casa de seguridad.