En la lista están ni mas ni menos que una constelación de pioneros y orfebres del séptimo arte
Los Olvidos del Oscar
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Por Francisco A. Casanova S.


El capítulo de olvidados del Oscar por parte de La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood es largo, variado, copioso y aplica a la mayoría de las categorías del Cine. Los olvidados del Oscar, aquellos que lo merecían y no lo recibieron incluye las categorías de película, dirección, guion, actuación, dirección artística, música entre otros. Cada año se agregan decepciones y olvidados, renovando así polémicas tan antiguas como la mismísima historia de los Oscar. Por ser un premio que otorga un colectivo, siempre la subjetividad y las diferencias de criterio en materia de apreciación, análisis, comprensión de la narrativa, contenido y su valoración, privaran en su otorgamiento. También la dificultad de que haya dos grandes candidatos que se lo merezcan y tengamos favoritismo por uno. Cuando se analizan los nombres de esos “olvidados” que nunca ganaron el Oscar, los galardones de la Academia de Hollywood esconden una lista de directores que jamás han sido reconocidos con la dorada estatuilla, pese a que lo merecían sobradamente por sus aportes técnicos, por su artesanía y originalidad, por haber abierto nuevos rumbos en el Cine y por haber sido pioneros en sus respectivos géneros. Es cierto que muchos de ellos han recibido un Oscar honorífico en un intento de la Academia por enmendar el no haberlos reconocido por la película en sí.

Haciendo abstracción de los Oscar honoríficos, entre los grandes olvidados se encuentra Charles Chaplin (1889-1977), considerado una de las estrellas más determinantes de las primeras décadas de Hollywood, un icono del cine mudo, director, actor, compositor, escritor, solo ganó un Oscar por la música de Candilejas (1952) y veinte años después de haber realizado la película, la cual no se estrenó en Estados Unidos hasta 1972 y fue ese año cuando fue nominada y premiada en esta categoría. Tenía en ese momento 83 años. Chaplin no fue galardonado por ninguno de sus trabajos extraordinarios en Luces de la ciudad (1931), Tiempos Modernos (1936) o El gran dictador (1940), pero fue premiado con dos Oscar honoríficos por El circo (1928) y en 1972 por su aportación a que el cine fuese un arte durante el siglo XX. A pesar de ser uno de los cineastas más insignes de todos los tiempos, un pionero en todos los sentidos, jamás fue candidato a mejor director. El extraordinario Alfred Hitchcock, maestro del cine en estado puro y que nunca dejó de conciliar la estética con las exigencias de la taquilla, uno de los mayores exponentes del “cine de autor”, fue candidato al Oscar al mejor director cinco veces. Estuvo nominado por sus películas Rebeca (1940), Náufragos (1944), Spellbound (1945), La ventana indiscreta (1954) y Psicosis (1960). Al final solo logró llevarse un Oscar honorífico, el Irving G. Thalberg en 1968. El rupturista, influyente y perfeccionista cineasta Stanley Kubrick (1928-1999) realizó trece films y recibió cuatro nominaciones por Dr. Strangelove or: How…… (1964); 2001. Una odisea del espacio (1968); La naranja mecánica (1971) y Barry Lyndon (1975).

Sólo se llevó el Oscar a los mejores efectos visuales en 1968 por la película de culto 2001: Una odisea del espacio. Un reconocimiento ínfimo en comparación con la calidad de las obras de este grande entre los grandes. Ni siquiera le otorgaron el Oscar honorífico en reconocimiento de su carrera cinematográfica. Uno de los directores con más talento de la historia del cine, con una sólida personalidad y formación; todo un referente de los géneros bélico, histórico, ciencia ficción, terror. Sus aportes técnicos en efectos especiales, sistema de filmación, nuevas cámaras, focos, luces, lentes y elementos narrativos le permitieron a la industria del cine avanzar varios años. Orson Welles (1915–1985), que revoluciono el uso de ángulos de cámara, planos de seguimiento, enfoques de profundidad, diálogos superpuestos, iluminación expresionista y elaboradas tomas en sus películas, solo fue nominado por su antológica Citizen Kane, su debut como director. Ganó el Oscar al mejor guion original, junto a Herman J. Mankiewicz. No volvió a recibir otro premio hasta el honorífico en el año 1971, casi 30 años más tarde. Fritz Lang (1890-1976), un auténtico maestro del expresionismo alemán y pionero del cine negro norteamericano, dirigió clásicos imprescindibles del cine mudo, como El doctor Mabuse (1922) y Metrópolis (1927), hasta grandísimas películas ya rodadas en su exilio norteamericano, como Furia (1936), La mujer del cuadro (1944) o Perversidad (1945).

Nunca fue nominado por la Academia lo cual es comprensible en su primera etapa de la década de los 20 por la ausencia de estos premios o por su residencia en Alemania, pero incomprensible durante el resto de esos años que pasó en Hollywood manteniendo su inmensa calidad. Federico Fellini (1920–1993) considerado uno de los directores de cine más grandes de todos los tiempos, en sus películas combinaba de manera magistral fantasía y realidad y perteneció a la pléyade italiana del neorrealismo. Fue candidato al Oscar a mejor director en cuatro ocasiones por: 'La dolce vita' (1960), '8 ½' (1963), 'Satiricón' (1969) y 'Amarcord' (1973) y ni una vez se lo llevó. Su primera nominación de la Academia fue por el guion de 'Roma, ciudad abierta' (1945) y, tras esa, vinieron siete más como guionista. Aunque sus películas sí fueron reconocidas en cuatro ocasiones, 'La strada' (1954), 'Las noches de Cabiria' (1957), 8 ½ (1963) y 'Amarcord' (1973) como la mejor película de habla no inglesa, nunca recibió un galardón a título individual hasta que en 1993 le dieron el honorífico. El director y productor alemán Ernst Lubitsch (1892–1947) uno de los grandes nombres de la comedia clásica de Hollywood y fuente de inspiración del genio Billy Wilder, estuvo a punto de llevarse el preciado galardón tres veces como mejor director y se quedó con las manos vacías por las películas The Love Parade (1929), The Patriot (1928) y Heaven Can Wait (1943). Cintas inmortales como Ninotchka, Ser o no ser o El bazar de las sorpresas ni siquiera le dieron una nominación como director. En la mayoría de sus comedias, retomaba temas serios y los aderezaba con elegancia, sofisticación, cinismo y diálogos ingeniosos.

Obtuvo el Oscar honorífico en 1946 pocos meses antes de su muerte. Howard Hawks (1896-1977), un gigante del cine americano cuyas películas, en su conjunto, representan uno de los cuerpos de trabajo más consistentes, vívidos y variados del cine mundial, quien dirigió una gema llamada Only Angels Have Wings (1939) y a pesar de su brillante carrera como director, Hawks sólo logró una nominación en 1942 por Sergeant York (1941), y luego el reconocimiento honorífico a su carrera, en 1975. Sus películas: La fiera de mi niña (1938), Scarface (1932), Twentieth Century (1934), Bringing Up Baby (1938), Only Angels Have Wings (1939), Mi asistente favorita (1940), El sargento inmortal (1941), Tener y no tener (1944), Al borde del abismo (1946), Red River (1948) Los caballeros las prefieren rubias (1953) y Rio Bravo (1959) son ejemplos de una filmografía memorable. Robert Altman (1925–2006) quien fue cinco veces finalista al Oscar a mejor director por: 'M.A.S.H' (1970), 'Nashville' (1976), 'El juego de Hollywood' (1993), 'Vidas cruzadas' (1993) y 'Gosford Park' (2002), no obtuvo una estatuilla hasta que, en 2006, pocos meses antes de fallecer, le entregaron el honorífico. Tampoco sus películas ganaron nunca el galardón a mejor filme. Otro de los grandes olvidados y uno de los más célebres directores del cine Japonés, es Akira Kurosawa (1910–1998), que ejerció una gran influencia en los grandes cineastas que renovaron Hollywood en los años 70.

El director japonés tiene una filmografía envidiable. Más de treinta películas como director y muchas más como guionista, entre las que destacan títulos inolvidables como Los siete samuráis (1954), Dersu Uzala (1975) o Ran (1985). Sólo por esta última, al final de su carrera, consiguió recibir una nominación como mejor director, que al final no se llevó. Dos filmes de Kurosawa si lograron el galardón a mejor película de habla no inglesa: 'Rashomon' (1951) y 'El cazador' (1975). Obtuvo el Oscar honorifico en 1990. El español Luis Buñuel (1900-1983), padre del surrealismo cinematográfico y uno de los directores más originales de la historia del cine desarrollo su carrera entre España, Méjico y Francia, y dejo como legado extraordinarias películas como: El Angel Exterminador (1962), Los Olvidados (1950), Viridiana (1961), Belle de Jour (1967) o Tristana (1970). Hollywood solo lo seleccionó entre los candidatos a mejor guion adaptado en dos ocasiones por 'El discreto encanto de la burguesía' (1972) y por 'Ese oscuro objeto del deseo' (1978). Ingmar Bergman (1918-2007), considerado como uno de los cineastas más consumados e influyentes de todos los tiempos, las películas de Bergman son conocidas como "meditaciones profundamente personales sobre las innumerables luchas a las que se enfrentan la psique y el alma". Tuvo una carrera larguísima, con más de sesenta títulos.

Respetado por cinéfilos de todo el mundo, recibió nueve nominaciones, la mayoría como guionista, pero también como director e incluso productor. La Academia le dio un premio honorífico en 1971, pero nunca le otorgó el galardón a mejor director a pesar de que su carrera se ha mostrado como una de las más influyentes y reconocidas de la historia del cine, con títulos tan famosos como El séptimo sello o Fresas salvajes (ambas de 1957), “Persona” (1966) 'Gritos y susurros' (1972), 'Cara a cara' (1976) y 'Fanny y Alexander' (1982). Jean-Luc Godard (1930-) es uno de los directores franceses más influyentes de la historia. Uno de los precursores de lo que se conoció como la Nouvelle Vague del cine francés. Su cine es conocido por ser un tipo de cine vanguardista, muy poético y con un tratamiento muy refinado e innovador en cuanto al montaje. Un tipo de montaje que experimentaba con los límites del lenguaje cinematográfico. Solo gano un Oscar honorifico en 2011. Sidney Lumet (1924–2011), conocido por sus conocimientos técnicos y por su habilidad para conseguir interpretaciones de primer orden de sus actores, logro que las mismas películas por las que pudo ganar el Oscar a mejor director resultaran candidatas a mejor película: '12 hombres sin piedad' (1957), 'Tarde de perros' (1975), 'Un mundo implacable' (1976) y 'Veredicto' (1982). Ninguna de ellas ganó en ninguna de las categorías. En 2005 recibió el premio honorífico.

Películas como El color púrpura (1985), de Steven Spielberg, figura como una de las mayores perdedoras en la historia de estos premios. Obtuvo once nominaciones, y no gano ni una estatuilla. Otra gran olvidada fue It's a Wonderful Life (1946), de Frank Capra, que, con cinco nominaciones, entre ellas película, director y actor, no recibió galardón alguno. En el terreno de la interpretación, se solía recompensar a un actor con un premio honorífico después de toda una carrera de nominaciones, pero ni un solo Oscar. Por esa experiencia pasaron Greta Garbo, Kirk Douglas, Deborah Kerr y Gene Kelly. Uno de los grandes actores norteamericanos, Paul Newman, tuvo que esperar a una película menor de Scorsese, The Color of Money (1986), para recibir su primer Oscar, siendo que tres años antes interpreto una de las actuaciones más memorables del cine en Veredicto (1982) de Sidney Lumet y en su brillante carrera obtuvo 9 nominaciones. Cary Grant (1904-1986), uno de los mejores intérpretes de la historia del cine y paradigma del estrellato fílmico en la época dorada de Hollywood, es también una de las grandes estrellas olvidadas. Fue nominado al mejor actor por Serenata nostálgica (1941) y Un corazón en peligro (1944), pero no obtuvo la estatuilla dorada por ninguna de las dos. Lo curioso es que muchos años más tarde, en 1969, le dieron un Oscar honorífico por su "maestría única en el arte de la interpretación cinematográfica".

En esta muestra de directores olvidados por la Academia tenemos ni mas ni menos que una constelación de pioneros y orfebres del séptimo arte, auténticos pilares del expresionismo alemán, del neorrealismo italiano, de la Nouvelle Vague francesa, del cine rupturista sueco, del cine norteamericano de la época silente, de los grandes estudios, de la post guerra y de la generación siguiente, cuyas obras maestras y extraordinarios aportes técnicos y conceptuales no fueron reconocidos en su debido momento.




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