Tiene 24 años y descubrió al autor del "Ulises" mientras estudiaba la carrera de cine
Diego Garrido, El Traductor más Joven de Joyce
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Por Karina Sainz Borgo


James Joyce nació un 2 de febrero de 1882. También un 2 de febrero, pero de 1922, publicó el "Ulises", que acabaría por ser su libro más conocido, la novela que cambió la literatura. Un siglo separa al escritor irlandés de sus lectores e intérpretes. Y sin embargo permanece tan lozano como longevo, hermético para unos e incomprensible para otros. De ahí que muchos editores consideren fundamental rejuvenecer las traducciones de su obra. "Lo primero que debe hacer un traductor con Joyce es bajarlo del pedestal", dice Diego Garrido, responsable del volumen "Cuentos y prosas breves", publicado por Páginas de Espuma con ilustraciones de Arturo Garrido. Esta edición –preparada, traducida y ampliamente anotada por Garrido– reúne por primera vez en español todos los cuentos y formas breves de Joyce. Sus páginas despliegan la evolución de cuarenta años de escritura, traducida en su integridad por alguien que apenas tiene 24.

Diego Garrido cursaba la carrera de cine cuando descubrió a Joyce. La película "Los muertos", de John Huston lo condujo a una obra fascinante: "Dublineses", publicada por Joyce, en 1914. "Hay escritores que no avanzan en línea recta sino en espiral, que vuelven todo el tiempo a determinados temas y personajes. A Joyce le ocurre. Lo que escribe a los 20 años aparece luego, cuando tiene 60. Parece un solo libro gigante, y ese es el caso de Joyce", explica Diego Garrido, quien tras encontrarse con la obra de Joyce dejó el cine y se metió de lleno en la literatura. Leyó "El Ulises" de Joyce en inglés con veinte, luego de leer las dos obras anteriores, "Dublineses" y "Retrato del artista". A partir de una experiencia de inersión, que a unos sorprende y a otros desconcierta, Garrido ha conseguido traducir la base narrativa que desembocará en el "Ulises". Dividido en seis partes, el volumen de Páginas de Espuma incluye una nueva versión de "Dublineses", la recopilación de sus cuarenta prosas juveniles, las "Epifanías"; su primer intento autobiográfico, el Retrato del artista, ese cuento-carta de amor que es Giacomo Joyce o las pequeñas fábulas del Finn’s Hotel, que desembocará en Finnegans Wake.

"Joyce es el escritor de la juventud por excelencia, al menos en el siglo XX. Es un autor que obsesiona y anima a los jóvenes. Al propio Joyce le obsesionaba la juventud, porque aseguraba que las cosas más profundas ocurrían a los jóvenes. Envejecer lo deprimió. A medida que Joyce fue haciéndose mayor, dejó de ser Stephen Dedalus para convertirse en Leopold Bloom", asegura Garrido ante una pinta de Guiness en el Pub James Joyce de la calle Alcalá de Madrid. Para Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma, la traducción de Garrido rejuvenece a un autor condenado al pedestal. "Sobre Joyce cae una sombra de complicación y dificultad. Ha llegado el momento de cambiar eso. Desde sus veintipocos años, Diego me ha enseñado que los altares están para asaltarlos y para leer a Joyce de tú a tú. Ese es el reto de la literatura, cuando te lleva a la desubicación, a la extrañeza. Y cuando tienes que volver a pensar es que algo bueno está pasando".

Hay quienes aseguran que al Ulises no se debe llegar en blanco, sino tras completar la lectura de Dublineses y el Retrato de un joven artista, en cuyas páginas se abocetan gran parte de las claves del Ulises. Hay que desacralizar a Joyce, bajarlo del pedestal, insiste el que puede que sea uno de sus traductores más jóvenes después del escritor argentino José Salas Subirat, en 1945. Subirat hizo la traducción de forma autodidacta y guiado por su propio criterio. Sin ser traductor profesional consiguió ganar el concurso convocado para convertirse en intérprete de su obra. Durante años, la suya fue la única, hasta que, en 1976, el profesor, ensayista y poeta José María Valverde publicó en Lumen la que se conoce hasta hoy como la versión canónica. Para Garrido queda muy clara la frescura de un creador, que le habla a los lectores a pesar de todo. "Han pasado cien años y aunque muerto, Joyce habla de mí como si fuese yo mismo. Está vivísimo y es divertido, su humor permanece intacto".

Traduciendo a Joyce

En ocasión del centenario del clásico de Joyce, tres sellos publican versiones actualizadas de la prosa del irlandés. Lumen ofrece a los lectores una nueva edición de la traducción de Valverde prologada y revisada por el crítico literario Andreu Jaume. Galaxia Gutenberg edita la traducción de Subirat con ilustraciones de Eduardo Arroyo y la ya mencionada edición de Páginas de Espuma a la que se suma el Stephen Hero (Firmamento), también a cargo de Diego Garrido. Las versiones en español del "Ulises" de Joyce que se conocen hasta ahora son las que realizaron José Salas Subirat y José María Valverde y más recientemente la que hicieron, en 1999, María Luisa Venegas y Francisco García Tortosa para la editorial Cátedra. Ante la pregunta sobre si se corrigen o se mejoran entre sí, Diego Garrido asume que todas las traducciones abren camino a la siguiente. En cada nueva traducción se resuelven más dudas, se prueban o se corrigen nuevos errores.

André Jaume, quien revisó la traducción de Valverde para esta nueva edición de Lumen, reconoce su rigor, aunque admite el paso del tiempo por algunas de sus soluciones. "Hizo un trabajo muy riguroso, pero como toda traducción, la de Valverde había envejecido. Mantenía formas verbales y gramaticales de aquella que al final acaban alejando al lector. Digamos que lo que he hecho es restaurarla". La primera y más antigua versión en castellano de "Ulises", la de José Salas Subirat no ha perdido vigencia, según Joan Tarrida, editor e Galaxia Gutenberg. "Las soluciones que él encontró se mantienen como las mejores hasta ahora. La traducción de Subirat mantiene la fuerza, porque tuvo muy en cuenta el lenguaje popular del Buenos Aires de ese momento y tiene un valor histórico tremendo. Fue la primera y durante 30 años la única y la que marcó un camino a muchos lectores".

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