Estados Unidos ha intentado mantener el país seguro y competitivo a medida que el futuro de la tecnología se vuelve menos estadounidense
La Extraña Saga de Huawei
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Por Shira Ovide


Es posible que estés algo familiarizado con Huawei, la enorme compañía tecnológica china que ha estado en la mira de Estados Unidos. Huawei es una prueba de cómo el gobierno estadounidense intenta mantener al país sólido, seguro y a la vanguardia a medida que el futuro de la tecnología se vuelve menos estadounidense. Huawei también podría ser un ejemplo del modo en el que los funcionarios estadounidenses asumen una postura dura pero dispersa contra China, mientras dejan vulnerable a su país de otras maneras.
Déjame explicarte más sobre Huawei, la razón por la que Estados Unidos mantiene en la mira a esa compañía y qué significa todo esto para los estadounidenses y el resto del mundo.

¿Qué hace Huawei?
Huawei vende celulares y equipos que ayudan a formar la red troncal para telefonía e internet. La compañía se fundó a fines de los años ochenta y su ascenso como uno de los primeros éxitos corporativos genuinamente globales de China reflejó la transformación económica y tecnológica del país. La compañía ha sido muy criticada: la acusaron de copiar los diseños de sus competidores extranjeros, de intentar evadir leyes estadounidenses que prohíben hacer negocios con Irán y de ayudar a los líderes de algunos países a espiar a sus ciudadanos.
La acusación más grave que han formulado los funcionarios del gobierno estadounidense es que Huawei es inseparable del Partido Comunista de China. Durante años, Estados Unidos ha dicho que los equipos para internet de Huawei podrían ser usados como una vía del gobierno chino para espiar o sabotear partes esenciales de la red en cualquier conflicto futuro. Huawei ha dicho que esos temores son infundados y que el gobierno estadounidense nunca ha proporcionado pruebas oficiales de sus acusaciones.

El gran ataque contra Huawei
Hasta hace algunos años, era un empate. En muchos países fuera de Estados Unidos, las compañías compraban mucho del equipo para internet de Huawei y las personas adquirían muchos de sus celulares. Sin embargo, en buena medida el gobierno de Estados Unidos se mantenía alejado de los productos de Huawei. El gobierno de Donald Trump puso en vigor dos medidas que alteraron el statu quo.
Primero, funcionarios estadounidenses intentaron persuadir a más países de que no usaran equipo para internet de Huawei en las redes de comunicación móvil 5G de última generación. Segundo, Estados Unidos impuso límites estrictos a la capacidad de Huawei de comprar chips para computadoras y otra tecnología. En gran medida, el gobierno de Joe Biden ha continuado con esas políticas. Las ventas de teléfonos de Huawei comenzaron a verse afectadas a medida que la compañía no podía conseguir componentes importantes y algunos países han decidido no comprar equipo para internet de Huawei. El negocio de Huawei todavía es saludable, pero está empeorando. Hay otros culpables de las dificultades que enfrenta Huawei, pero las políticas del gobierno estadounidense son un factor significativo.

¿Cuál es el problema?
Es probable que a la mayoría de los estadounidenses no les importen los problemas de una compañía extranjera y casi nadie en Washington quiere facilitar las condiciones a China o a las empresas chinas. Pero quiero que los estadounidenses piensen sobre si las políticas usadas contra Huawei, en nuestra representación, son los usos más efectivos de la atención y el poder del gobierno.
Samm Sacks, una especialista en ciberpolíticas del grupo de expertos New America, dijo que la política de Estados Unidos hacia Huawei estaba desorganizada y podría estar distrayendo a los líderes de otras vulnerabilidades. Sacks dijo que no usar el equipo de Huawei en la infraestructura crítica de Estados Unidos podría ser la medida adecuada para asegurar las redes esenciales de comunicación del país, pero los funcionarios del gobierno tienen que hacer mucho más. Prohibir el acceso a Huawei no ha detenido el número creciente de ciberataques peligrosos contra las corporaciones y agencias gubernamentales estadounidenses, así como contra los hospitales, los sistemas de agua y los proveedores de energía, por ejemplo.
Por supuesto, las políticas actuales también podrían combatir esos riesgos. Sin embargo, para el gobierno estadounidense ha sido más sencillo ser duro contra China que abordar los problemas complejos del país. “Poner mano dura contra Huawei no resolvió el problema de mantener las redes protegidas y seguras”, mencionó Sacks. “Solo me preocupa que esta sea una oportunidad perdida para fijar estándares de seguridad más sólidos”. Además, dijo, ¿por qué no se le debería permitir a Huawei comprar partes para celulares que podrían ser vendidos en Francia o para las torres de telefonía celular en Latinoamérica?

El panorama más amplio
Durante el último medio siglo, muchas de las tecnologías más importantes del mundo fueron dominadas por compañías de Estados Unidos o de países aliados. Eso está comenzando a cambiar. TikTok, la aplicación creada por un conglomerado chino de internet, se ha vuelto popular en muchos países. (Estados Unidos intentó prohibirla debido a preocupaciones por la seguridad, pero se olvidó de esos planes). Las compañías chinas tienen ambiciones de vender vehículos eléctricos y tecnología de energías limpias a más regiones del mundo. El gobierno estadounidense tendrá que decidir cómo responder de la mejor manera a la tecnología que no fue diseñada dentro de sus fronteras. Es probable que sancionar a las compañías, de manera individual, no lo resuelva todo.

The New York Times.