Hernán Quiroz Plaza
Justamente son estos los que llenan los estadios en el fútbol allá. Gente latina, incluso con papeles en regla, permanece encerrada en sus casas por temor a las redadas.
La FIFA revolucionará el fútbol de clubes en 2025 con la primera edición del renovado Mundial de Clubes, un evento que reunirá a 32 equipos de todo el mundo en los Estados Unidos entre el 14 de junio y el 13 de julio. El torneo marcará un antes y un después en la historia de las competiciones internacionales, tanto por su formato como por su magnitud. Por primera vez, el Mundial de Clubes FIFA contará con representantes de todas las confederaciones del fútbol mundial: AFC (Asia), CAF (África), Concacaf (América del Norte, Central y el Caribe), CONMEBOL (Sudamérica), OFC (Oceanía) y UEFA (Europa). El trofeo del Mundial de Clubes, diseñado por Tiffany & Co., será levantado por primera vez en 2025. Esta joya será entregada al campeón en el Estadio MetLife, que también recibirá las semifinales. El evento, con fuerte proyección comercial y mediática, promete convertirse en el nuevo gran escaparate del fútbol de clubes.
“Infantino anuncia un Mundial de Clubes con 32 equipos en 2025”, fue el titular de los medios y las agencias noticiosas internacionales el 16 de diciembre de 2022. Pareció una noticia dislocada. El calendario del fútbol ya estaba saturado. Si algo le rebalsa a este deporte, a los clubes y selecciones, son torneos y partidos, pero la FIFA, y especialmente su presidente Infantino, entiende que aún se necesitan más. Y en ese breve lapso de dos años y medio se consumó. Ya está, ya llegó. Lo que para muchos hinchas y analistas era un engendro, es una realidad: el nuevo Mundial de Clubes con 32 participantes, 63 partidos y un mes de duración.

MESSI, SAQUE INICIAL
El impresionante Hard Rock Stadium de Miami, de tan triste recuerdo por la final de la Copa América -que pudo ser tragedia-, fue elegido para dar el saque inicial. ¿Por qué…? Por Messi. Es la megaatracción del fútbol estadounidense, arrastra decenas de miles de espectadores en cada partido de la MLS y era el gancho perfecto para captar al público en el debut del supertorneo que repartirá 1.000 millones de dólares en premios, 125 de ellos al campeón. Nada es casual: Messi y su Inter Miami fueron escogidos para el cotejo inaugural, el que siempre marca una tendencia. El Inter Miami está muy lejos de ser un equipo competitivo frente a los grandes de Europa o de Brasil y Argentina, pero millones en Estados Unidos se ponen una camiseta rosa con el número 10 atrás.
No obstante, hay que ver si pega este Mundial. Se da en un momento convulso de Estados Unidos con los migrantes latinoamericanos, y justamente son estos los que llenan los estadios en el fútbol allá. Gente latina, incluso con papeles en regla, permanece encerrada en sus casas por temor a las redadas. En febrero pasado, un grupo de inmigrantes brasileños que conforman una peña flamenguista en Miami y se reúnen habitualmente para ver partidos de su equipo tenía previsto juntarse, como siempre, para ver la Supercopa de Brasil entre Flamengo y Botafogo. Desistieron de la idea, podían ser individualizados y, tal vez, deportados. Lo vio cada uno desde su domicilio. Así está el clima. En ese orden, el presidente de la Liga española, Javier Tebas, reiteró su oposición al Mundial de Clubes: “Mi objetivo es que no haya más”, declaró en un encuentro con la prensa en Madrid cuatro días después de iniciado el torneo. Preguntado sobre cómo podría hacer la FIFA para mejorar un torneo que se está disputando por primera vez en Estados Unidos con los 32 mejores equipos del mundo, Tebas respondió: “Eliminándolo”.
Messi es el afiche de este Mundial de Clubes, pero ¿alcanzará el innegable “efecto Messi” de la MLS para acercar espectadores…? Huuuummmm… “No hay ambiente de torneo. Nada, cero. Puede que se junten hinchas en los bares, pero nada más, nadie habla de esto”, puntualiza Johani Ponce, periodista venezolana residente allí mismo, en Miami. “Cuatro dólares para ver a Messi: las desesperadas medidas de la FIFA por la baja venta de entradas”, titula La Tercera, de Chile. “En Ticketmaster, el socio oficial de venta de boletos de la FIFA para el Mundial de Clubes, las entradas más baratas para el partido inaugural costaban (en un principio) 349 dólares en diciembre. (Pero) hasta el jueves 12 de junio había entradas disponibles por poco menos de 80 dólares”, escribe Anne Peterson, de Los Angeles Times.
Luego, FIFA difundió que habría boletos a 4 dólares para estudiantes, obviamente con el fin de poblar el inmenso Hard Rock, con aforo para 65.000 personas. Que apareciera un coloso semivacío no era buena señal de comienzo para esta nueva y pomposa oferta futbolera. Pero seamos justos: es la primera edición, demos el beneficio de la duda. Por otra parte, el periodismo ha sido siempre acérrimo enemigo de todas las innovaciones que se han presentado en el fútbol. Y la gran mayoría terminó siendo buena. Cuando la eliminatoria pasó de jugarse en tres grupos a todos contra todos, un alto porcentaje de la prensa sudamericana dijo: “¡Qué barbaridad, qué vergüenza…!”. Y fue un acierto notable: es hermosa actualmente. Cuando se implementó el VAR, miles de analistas afirmaron indignados: “Es la muerte del fútbol”.
Hoy, si un partido no tiene VAR todos se preguntan: “¿Cómo es posible…? Qué disparate…”. Hay cientos de ejemplos, nos tomaría varias columnas enumerarlos. La Liga de Naciones de Europa, de reciente creación, también fue vilipendiada en su inicio. Luego demostró ser una genialidad: en lugar de ocupar las fechas FIFA con aburridos amistosos, alguien se preguntó: “¿Y por qué en vez de juegos preparatorios no ocupamos a las mismas selecciones con un torneo oficial…?”. La versión inaugural no impactó mucho, pero esta última que acaba de ganar Portugal fue un suceso extraordinario. Y el público, agradecido.
INNOVACIONES TECNOLÓGICAS
La nueva propuesta del Mundial de Clubes también ha servido como territorio para la irrupción de mayores iniciativas tecnológicas dentro del deporte rey. Asimismo, también se implementaron nuevas reglas. La ‘ref-cam’, cámara adherida a los árbitros para captar las acciones, hizo su debut. El ‘offside’ semiautomático volvió y también se dio paso al VAR en vivo para el público, de manera que los asistentes en el estadio puedan ver las imágenes y el árbitro dé a conocer su decisión y argumento por un altoparlante. Entre las nuevas reglas implementadas está el conteo de tiempo para el arquero, pues si este retiene el balón más de ocho segundos se producirá un tiro de esquina. Asimismo, solo el capitán puede hablar con el árbitro. La ‘regla Arteta’ también llegó y los toques de balón de entrenadores o sustitutos fuera del campo se sancionarán con libre indirecto. A su vez, también hará su estreno la norma del doble toque en penales tras sus modificaciones. Para solicitar cambios de futbolistas, los entrenadores lo harán por medio de tablets, de forma que se agilice el juego.

AMBIENTE, FOLCLORE Y SÍMBOLOS
Para el trofeo se optó por un diseño dorado, con un globo terráqueo, inscripciones multilingües y grabaciones para 24 campeones. En el caso del balón, este contó con matices urbanos en colores de Estados Unidos. Robbie Williams y Laura Pausini fueron los encargados de realizar el nuevo himno de la FIFA: Freed from Desire, el cual abandera el certamen y estará presente en las máximas competiciones organizadas por el ente rector del fútbol. A su vez, una nueva versión de We Will Rock You, de Pitbull y Redone fue determinada como la canción oficial del certamen. Entre otros rasgos de color se sumaron las nuevas entradas de los futbolistas al estilo de la NBA. Cuando estos escuchan su nombre, antes de que inicie el compromiso, saltan a la cancha y dan inicio a su formación en el campo.
Dicho esto, el inquieto Gianni Infantino produjo más cambios en sus nueve años de mandato que toda la FIFA en el siglo anterior a él. Es una máquina de anunciar y hacer. No mira a Europa ni a Brasil, como los presidentes anteriores, está decididamente volcado a Estados Unidos (reside en Miami) y al mundo árabe. Es posible que este Mundial haya nacido de la puja que sostiene con Aleksander Čeferin, titular de la UEFA. El esloveno presume de tener la Champions y los mejores clubes. Infantino le responde con esto: “Me llevo a tus doce mejores clubes a jugar un mes en Estados Unidos. No se pueden negar, los llenaré de plata”. Infantino recuerda al expresidente de la FIFA, João Havelange, que enarbolaba un lema: “Todo lo que se llame fútbol pertenece a la FIFA”.
ENTRE CLUBES
Y los clubes van gustosos. El Real Madrid pagó 10 millones de euros al Liverpool como compensación para que libere a Alexander Trent Arnold veinte días antes del fin de su contrato y pueda jugar este Mundial. Lo necesita porque quiere ganarlo para salvar una temporada nefasta y porque el premio en metálico es muy fuerte. Equivale a ganar la Copa de Europa. “Hay que cuidar la salud de los jugadores, son demasiados partidos, no tendrán vacaciones”, se alzan voces. Otros van más allá: hablan de explotación. Se les responde con una realidad: los jugadores cobran fortunas cada vez mayores y es preciso organizar más torneos y recaudar más para poder pagarles. Los futbolistas quieren jugar menos, pero cobrar cada vez más. ¿Los futbolistas explotados…? Es un chiste: son ultramillonarios y tienen todas las prerrogativas. Si no se sienten en condiciones pueden hablar con el técnico y pasar de uno o más partidos, para eso los clubes tienen planteles de 25 o 30 atletas. Y está la gloria, que también cuenta. Y los derivados del éxito: si son campeones firmarán nuevos y más lucrativos contratos.
La cartelera presenta los nombres más grandes de los seis continentes futbolísticos. Sobresalen los europeos por poderío, los sudamericanos por tradición. ¿Quién puede ser el campeón…? El Real Madrid, en cuyo banco debutará Xabi Alonso, encabeza el favoritismo en las casas de apuestas, 2.° PSG, 3.° Manchester City, 4.° Bayern Munich, 5.° Chelsea, 6.° Inter, 7.° Atlético Madrid, 8.° Borussia Dortmund, 9.° Juventus y 10.° Palmeiras, primer sudamericano y también máximo candidato a ganar la Libertadores. Si me dejan elegir, este columnista amigo de ustedes, se queda con el PSG. Está con el envión anímico y futbolístico, Luis Enrique ha conformado una máquina de jugar y de atacar y tiene jugadores en estado de gracia, como Vitinha, Doué, Dembélé, Barcola, Willian Pacho, Marquinhos, Nuno Mendes, João Neves…
El estado de los campos, los elevados precios de las entradas, la falta de experiencia organizativa en materia de fútbol y las enormes distancias entre las sedes son siempre los puntos oscuros que presentan los torneos en Estados Unidos. Pero Gianni Infantino arremete con su optimismo sin par: “Este Mundial abre una nueva era para el fútbol”. Amanecerá y veremos…