DEL PSOE AL “PSOECITO”
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Manuel Salvador Ramos

Había planificado seguir escribiendo sobre quien de forma tan certera logró retratar el fallecido periodista Jorge La Nata en uno de sus memorables opúsculos, perfil rematado luego por una lacónica pero punzante frase del también fallecido Pepe Mújica. El alud de servilismo y adulancia extrema con la cual los adláteres de la doña han reaccionado al serle confirmada definitivamente la sentencia condenatoria, me impulsaba a escribir y a desenterrar verdades que tratan de ocultar quienes ahora se rasgan las vestiduras y pretenden ocultar el latrocinio descomunal que cometió junto a su cómplice, el contratista Lázaro Báez. No obstante, ya recopilada las notas, ordenadas las referencias y cotejados los elementos factuales, he decidido postergar el enfoque semanal que generosamente me permite EN EL TAPETE y avocarme a un tema que tiene las mismas podredumbres y purulencias, pero que se escenifica allende el océano. Cualquier amigo, conocido o lector de mis modestas notas, podría sugerirme emparentar estos parámetros temáticos entre Argentina y España sin salir del hemisferio ni sobrepasar la latitud caribeña, pero si reflexionan ligeramente al respecto podrán entender las razones de mi mutis.



LOS DINEROS DEL PODER

Alguna vez lo dije, o mejor dicho, creo haberlo repetido en distintas ocasiones: la temática española me ata a la disciplina fundamental de mi formación y me motiva en la intensidad de sus ricas manifestaciones, así que al ocurrir el reciente teatro autocrítico de Pedro Sánchez, desempolvé viejos y variados archivos que enfocan los escándalos de corrupción que estremecieron a España en momentos críticos de su historia.

La corrupción es cotidiana y alimentaria. Todo acercamiento de hombres y grupos al ejercicio del Poder, ha traído consigo variadas manifestaciones de corrupción y deshonestidad. La tentación de disponer y usar recursos, de autorizar erogaciones y de manejar decisiones financieras, quiebra la mas insospechadas voluntades. Siempre ha sido así, pero hoy el entorno maximiza la ambición y la codicia, trasmutando las legítimas metas de sosiego y triunfo a los standards de la riqueza y el lujo. Alrededor de las órbitas oficiales giran los pontífices de la potenciación economicista y desde el viaje al hotel de lujo al paseo transoceánico hacia paraísos insospechados, se teje la oscura urdimbre No es cuestión de ideologías ni pureza revolucionaria. No concierne a supremacías pensantes. No es atribuible a la extracción social. Es el ineludible péndulo ético entre quienes deciden ejercitar la autenticidad de su pequeña realidad fundiéndola la su calaña íntima



SEÑORES DE LA CORRUPCIÓN ESPAÑOLA
 
La deshonestidad tipológica (o esencial) corresponde al individuo y no a la confluencia política que los aglutine con otros individuos. Como de España estamos hablando, sería grotesco siquiera colocar un rasero que igualase a personajes como Javier Solana, Joseph Borrell, Joaquín Almunia, y, por supuesto, a Felipe González, con enanos como José Bono, Juan Guerra, Baltazar Garzón, Santos Cerdán, José Ábalos, y, obviamente, José Luis Rodríguez Zapatero. También sería insólito equiparar a Luis Bárcenas, Esperanza Aguirre, Ana Botella o Rodrigo Rato con Mariano Rajoy. Ahora bien, la búsqueda de corruptelas en la historia española, si bien podríamos remontarnos a prácticas como “cobrar salarios caídos”, tal como lo hizo después de seis años de inactividad, un personaje llamado Agustín Arguelles en el llamado Trienio Liberal (1821-1823), en este momento no buscamos darle un tratamiento enciclopédico al tema. Vamos a fijarnos en contenidos casi inéditos y los cuales pienso pueden sorprender al lector, dado que versa sobre la corrupción en el que sin duda ha sido el punto de inflexión mas significativo vivido por España como sociedad.


En el fragor de los trágicos momentos de la Guerra Civil (1936-1939), se produjeron hechos abominables de corrupción y en ellos estuvieron implicados prohombres de la República. El mas sonado y analizado es el llamado “affaire del Vita”, el cual involucra nada mas y nada menos que a Indalecio Prieto, pero también hay un conjunto de ramificaciones que mezclan nombres que sin ser los mas relevantes, muestran, igual que hoy, a dirigentes del PSOE.



EL BOTÍN

A principios de septiembre de 1936, Francisco Largo Caballero (1869-1946), líder del sector radical del PSOE, relevó en la jefatura del Gobierno a José Giral Pereira (1879-1962). El llamado Lenin español nombró a otro socialista, Juan Negrín (1892-1956), ministro de Hacienda. La primera decisión que tomó Negrín fue la de sacar el oro del Banco de España para colocarlo “en un lugar seguro”. Negrín trasladó diez mil cajas de madera con el oro del Banco de España a la estación a Cartagena, y según Alexander Orlov (1895-1973), el enlace de Josef Stalin (1878-1953) en España, 7.900 cajas fueron enviadas a Rusia y el resto fue desviado a Francia.
 
Tras el oro también se produjo la exacción del patrimonio privado. Con la excusa de que en las cajas de seguridad mantenidas por los particulares en los bancos se guardaban armas y documentos que podían perjudicar al Gobierno, las misma se violaron “oficialmente”. El valor de lo que pudieron robar en ellas es imposible de calcular, porque ni siquiera eran reales las cantidades o los efectos declarados por los titulares, quienes con el objeto de pagar por el alquiler el menor precio posible, señalaban cifras muy inferiores a lo cierto. Ahora bien, todo esto, añadido a las incautaciones y robos perpetrados en domicilios particulares sumaba una riqueza incalculable. Don Manuel Azaña, Presidente la República, en sus Memorias políticas y de guerra, página 369, tomo II escribió lo siguiente:

“El abandono de Madrid [el 6 de noviembre de 1936 el Gobierno se trasladó a Valencia y dejó Madrid a cargo de la Junta Delegada de Defensa, presidida por el general Miaja] fue tan precipitado que al posesionarse de cierto ministerio, un miembro de la Junta halló una caja llena de diamantes, producto de registros, incautaciones y secuestros. Nadie la custodiaba. No había ni inventario ni cuenta alguna. ‘Hubiera podido cogerse los diamantes a puñados’ dice Miaja’. En otra habitación habían objetos de oro y plata, en igual situación”.

Cronistas de esa época coinciden en como se beneficiaron los dirigentes republicanos, y sobre todo los socialistas de ese aquelarre del saqueo. El escritor anarquista Ballester Olay publicó en un periódico clandestino de la CNT, un artículo titulado Los Aprovechados:

“A las sumas que se citan en mi anterior artículo publicado en estas columnas con el título “El eclipse de dos tesoros”, cabe agregar las cantidades que fueron entregadas al Gobierno de la República, durante la mal llamada Guerra Civil, por concepto de donativos, incautaciones, requisas etc. que se elevaron a las cifras siguientes: en oro fueron pesetas 328.284.029,90 y en plata 71.377.309 pesetas. Renuncio a citar la cantidad entregada en billetes.”

Juan Negrín (1892-1956), médico fisiólogo y destacado dirigente del PSOE, sustituyó a Francisco Largo Caballero como Presidente del Gobierno el 17 de mayo de 1937 y luego, entre el 05 de abril de 1938 hasta el final de la contienda, se reservó los despachos de Hacienda y Defensa. Pues bien, apenas accedió la dirección de esos ministerios, vendió a una sociedad belga 150 toneladas de plata y envió varias remesas del mismo metal a los Estados Unidos. En esta última negociación, “el capitalismo yanqui” pagó 245.000.000 de pesetas al honorable médico nacido en Las Palmas de la Gran Canaria.

Como es sabido, durante el periodo de 1936-39 el Gobierno Republicano sostuvo embajadas y consulados en diferentes países; todos con sus correspondientes agregados comerciales. Ahora bien, además de esas representaciones, frecuentemente se designaban comisiones ad-hoc de compras cuya la misión era adquirir tanto material bélico como materias primas y alimentos. Esas comisiones compuestas por amigos y allegados políticos, solo servían para armar negociados con empresarios y comerciantes de los países visitados, ya que en Madrid, enfrascados en rencillas internas y en los avatares cotidianos de la guerra, permitía que esos “negociadores” actuasen a su libre albedrio y sin ningún control. Las idas y venidas de aquellos personajes y personajillos oficiales sirvieron de maravilla para extraer o exportar capitales y divisas de España y colocarlos bien seguros en los bancos extranjeros a la disposición no del Gobierno, sino de cada quien.


Al terminar la guerra, el dirigente del PSOE Ramón Lamoneda (1892-1971), junto con otros líderes sindicales de la UGT, se hallaba con suficiente capital para adquirir una embarcación que trasladó al grupo a las costas americanas, sin necesidad de efectuar trámites ante el SERE [Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles]. Como lo apuntamos, otros afectos al grupo de Indalecio Prieto lograron acumular millones que trasladaron a México en el yate Vita, los cuales reclamó insistentemente Negrín a Prieto a través de la correspondencia que se cruzaron y que este último hizo pública. Es sabido que Prieto se negó alegando que entregaría dicha suma a la Diputación o Comisión Permanente, porque él negaba legalidad al grupo Negrín. Con esos millones se creó la JARE (Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles), pero todo bajo el control de Prieto.

Otro negrinista, Álvaro de Albornoz (1879-1954), aún tuvo tiempo de colocar en el Chase Bank, a su nombre, 125.000.000 de francos.

Luis Araquistáin (1886-1959), periodista y diplomático que formó parte de casi todas las comisiones negociadoras del gobierno republicano, repartió en el Crédit Lyonnais, en el Banque de L’Europe, en el Banque Comerciale, en Eurobank y Dreyfus, la suma total de 851.000.000 de francos.
El veterinario leonés Félix Gordón Ordás (1885-1973), colocó a su nombre en el Banco Midland de Londres y en el Eurobank de México, 823.638.275, 84 francos, y además en unión con Luis Prieto -hijo de Don Indalecio, situaron en el Banco de México la suma de 129.000.000 de francos.

Fernando de los Ríos (1879-1949), intelectual y Ministro de Justicia, puso en el Banco Comercial de Washington la suma de 228.645.000 francos.
El propio Juan Negrín colocó en el Eurobank la suma de TRESCIENTOS SETENTA MILLONES DE FRANCOS (Fr 370.000.000).
 
Como cierre de estos datos, en su mayoría olvidados o hasta desconocidos, consignamos la narración de una supuesta correspondencia privada -hecha pública luego- entre Indalecio Prieto y Juan Negrín. El líder vasco le recriminaba al ex-presidente que había dejado a centenares de miles de españoles abandonados en distintos campos de concentración, ubicados estos en territorio francés. Negrín escurrió el bulto alegando que “ni con la fortuna de Creso hubiera sido posible atenderlos”.

Tal como se puede ver, las habas siempre se han cocido, pero hoy tales formas de cocción potencian al infinito cifras, cuadros, mansiones y riquezas…

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