Como parte de un Programa de Intercambio de la Universidad de Los Andes, visitamos recientemente el Archivo General de Indias en la mágica y hermosa ciudad de Sevilla, en España, y siempre atentos en la búsqueda, hurgando en la larga historia de Paraguaná, encontramos interesante información sobre la Península.

Así en el edificio de la Cilla del Ayuntamiento, donde ahora se asienta la sala de investigadores del repositorio documental, localizamos en la signatura Cuba importantes documentos de tesorería referidos a nuestra tierra. 

Los Libros de las Aduanas de Adícora y Jayana correspondientes a 1819-1820 nos sirven para conocer la situación económica de la región antes de que se sucedieran allí los enfrentamientos de la Independencia.

En el libro correspondiente a Jayana se reportan catorce arribos y salidas para el tiempo que va entre septiembre de 1819 y agosto de 1820. Entre otros, podemos observar como el seis de octubre de 1819 del puerto de Jayana “salió en este día para el de Puerto de La Guaira la goleta española nombrada San Pedro su capitán D. Pedro Ferrer con cincuenta fanegas de sal medidas de este país fue despachada por el Administrador de Paraguaná”. Para el treinta de noviembre del mismo año se indica sale “para la Jamaica la goleta nombrada Atractive del mando de su capitán Andrés Giechar con cien novillos…”, para el primero de enero de 1820 esta embarcación repetiría la acción con el mismo número de vacunos. El libro señala que para el veinte de febrero de 1820 salió desde Jayana para la isla de Jamaica la goleta holandesa Luiza, con noventa burros, y para el ocho de marzo del mismo año se reporta la salida para la isla de San Cristóbal, del bergantín inglés Fam, capitaneado por Salomón Dancer, con doscientas veinticinco fanegas de maíz.

ADÍCORA Y SUS GOLETAS

En el libro perteneciente a la Aduana de Adícora correspondiente a las fechas que van entre primero de septiembre de 1819 y 31 de agosto de 1820 se registran cinco entradas y salidas de embarcaciones de goletas holandesas y españolas. El escaso número de salidas del puerto de Adícora –cinco en casi un año- pudiera indicar la baja del comercio legal en momentos de importantes confrontaciones en otras regiones venezolanas.

En esta documentación encontramos a Jacobo Garcés –quien figurará como uno de los comprometidos con la Independencia en la región coriana- como consignatario de la goleta francesa Elisa, dirigiéndose al Subdelegado de Real Hacienda para solicitar permiso de extracción de un cargamento de burros para Aruba. También de la goleta holandesa Perfecta Unión. En el expediente de desembarco de la goleta holandesa Carolina se menciona como mercancía tomada en el país: cincuenta y ocho fanegas de maíz, veinticinco fanegas de tres almudes de tapiramas, noventa y seis cueros de chivos, dos cerdos y diez tortugas pequeñas. En el correspondiente a la goleta holandesa Fortum se señala: treinta y nueve fanegas de maíz, once fanegas tres almudes de tapiramas, ciento dos cueros, y trece cecinas de chivo. En mayo de 1820 arriba al puerto de Jayana el bergantín goleta inglesa Queti –su capitán Tomás Tein- procedente de Jamaica para tomar en Paraguaná un cargamento de trescientas cincuenta fanegas de maíz.

En los Cuadernos de Recepción de Real Hacienda de los pueblos paraguaneros de Santa Ana y Buena Vista, correspondientes a 1819-1820, detectamos una serie de transacciones que dan cuenta también del comercio y la economía general del momento. Encontramos a Juan Pablo Petit pagando por la venta de diez castrados a Don Mateo Petit, la cantidad de diez pesos; también a Don José Tomás Brett vendiendo dos toretes en quince pesos a Juan Francisco Sánchez, y a Don Segundo Romero comprando en cinco pesos un torete al Capitán Don Miguel Antonio Palmero.

Se producirá también para esas fechas la venta de importantes casas de hato. En el Cuaderno de Alcabalas de la Real Administrador de Paraguaná de 1820 se consigna el pago de quince pesos que hace Don José Falcón el 29 de julio de 1820 del “principal de trescientos en que ha comprado a Josefa González el hato de Tave con sus reedificados, y tres estanques, y mitad de un sitio de hato, fundado en Jadacaquiva” Asimismo, para agosto de 1820 Don Fernando Guardia paga veintidós pesos, cuatro reales, por el derecho de alcabala de principal de cuatrocientos cincuenta pesos en que vende el hato El Carmelo, situado también en las sabanas de Jadacaquiva, a Don Francisco García.

HACIA PUERTO RICO Y LA HABANA

En su artículo "El Archivo Histórico de Coro, una realidad en marcha" Carlos González Batista refiere el traslado en 1810 de documentos del ayuntamiento de la capital regional a Puerto Rico ante la invasión del Marqués del Toro y las gestiones hechas en 1889 por el Ejecutivo del Estado para recuperarlos, sin que se hiciese efectivo la acción [Tierra Firme. N° 14, (Caracas, abril-junio, 1986, pp. 316-317].

Suponemos que la documentación de la Subdelegación de Real Hacienda de Coro sería llevada por las autoridades españolas a la isla de Cuba en su huida ante la llegada de las tropas de Urdaneta, por lo cual reposa hoy en sección correspondiente a la isla en el Archivo General de Indias.