El precursor de las criptomonedas: Satoshi Nakamoto

El 31/10/2008 Satoshi Nakamoto libera el libro blanco del bitcóin en la Cryptography Mailing List, bajo el nombre de “Bitcóin: Un sistema de dinero electrónico P2P”.

Nakamoto explicó que había estado trabajando en un sistema de dinero electrónico entre personas que no poseían dinero físico ni terceros confiables (bancos tradicionales, banca central o gobierno). Esta idea se encontró con muchos detractores. Ellos, de manera automática, desecharon la posibilidad de crear una nueva forma de transferir valor digital entre personas, sin que las partes históricamente involucradas hicieran juego.

Sin embargo, el 03/01/2009 se originó la primera operación de transferencia de valor digital en bitcóin entre Satoshi Nakamoto y Hal Finney, creándose el bloque 0 o “génesis” y los primeros 50 bitcoines por efecto de la minería.

En ese momento, las unidades de bitcóin no tenían un precio estimado de mercado en dinero fiat (USD), más allá de aquel que podría obtenerse de la estructura de costos vinculada con su producción a nivel digital. Dato que meses después se obtendría de manos de Laszlo Hanyecz en marzo de 2010, cuando 1 bitcóin representaba 0,0006 centavos de dólar.


Crecimiento sostenido

De ese tiempo a la fecha (marzo de 2020), de los 21.000.000 de bitcoines a producirse por minería, ya se disponen de 18.247.237 (86,89 %). El precio promedio por unidad es de 8.700 USD. Su capitalización de mercado es 157.282.476.143 USD, lo que representa una dominancia de 64,10 % en un mercado global de más de 5.150 criptomonedas.

Y es que, más allá del hecho de que el bitcóin no es dinero tradicional, formal o fiduciario, se ha convertido en un vehículo de intercambio de valor en mercados que buscan cobertura financiera y protección. Todo esto con el fin de resguardar el valor del trabajo y la riqueza de la empresa, ante los embates de las economías del mundo.


Las criptomonedas en Venezuela

En el caso de nuestro país, ya desde 2013 algunos venezolanos se encontraban experimentando con el bitcóin y otras criptomonedas como Litecoin. Para la fecha, los precios de estos criptoactivos rondaban los 110 USD y 4 USD promedio respectivamente.

Nuestra economía comenzaba, sin saberlo, el camino hacia una severa contracción del PIB. Todavía la padecemos y afecta profundamente el poder de compra del Bolívar. Luego de 2 reconversiones monetarias —8 ceros menos— (01/01/2008 y 20/08/2018), casi no posee el protagonismo acostumbrado dentro de las formas de pago más usadas en el territorio nacional.

Esta situación ha llevado a los venezolanos a aceptar medios de pago híbridos, dentro de los cuales se encuentran dinero fiat no nacional —divisas— (dólares, euros, pesos colombianos, riales brasileros), en físico o por vía digital, así como también criptomonedas (nacionales y extranjeras).

Para el volumen de transacciones ocurridas de 2014 a 2019, se aprecia un crecimiento exponencial desde 190,97 unidades de bitcoines en 2014 a 50.132,82 unidades de bitcoines en 2019. Estos datos representan una variación de 26.151,67 % para el lapso estudiado. (Estadísticas recogidas por la empresa Olmos Group Venezuela de la plataforma localbitcoins).



Si llevamos este volumen de operación anual de localbitcoins para Venezuela, a su precio promedio semanal en USD (tomado del sitio web coinmarketcap respecto a cada año estudiado), obtendremos que tan solo en 2019 se intercambió en bitcoines el equivalente a 306.635,049,53 USD desde nuestro país, solo en esta criptomoneda y solo en esta plataforma.



Esta información nos muestra una clara imagen del tamaño del mercado de criptoactivos que, en plena hiperinflación y recesión económica, está desarrollándose en nuestro país.


La receptividad de las criptomonedas en nuestro mercado

Son cada vez más las personas naturales y jurídicas que participan del mercado de criptoactivos desde Venezuela, situación que nos ha llevado a convertirnos en el 4º país del mundo en emitir una norma contable para la contabilización de la “tenencia de criptoactivos propios” (15/02/2020), y el 3º en ponerla en práctica (desde 01/01/2020).

Venezuela también cuenta con un desarrollo de criptoactivo nacional gubernamental, preminado, centralizado y direccionado desde el Ejecutivo. Está en manos de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (SUNACRIP). Esta entidad se encuentra desarrollando el ecosistema para el funcionamiento y circulación de este token, de la mano de 11 casas de intercambio y la implementación de medios de pago alternativos e híbridos en la economía nacional.

Esto supone un reconocimiento al creciente mercado de criptoactivos por parte del Ejecutivo, así como su interés en regularlo y participar con su propia propuesta.


Una gran oportunidad para la hotelería nacional

Es precisamente en este escenario donde el sector hotelero debe caminar hacia su transformación digital. No solo por la evidencia en la hibridación de medios de pago en el mercado venezolano, sino por ser esta una gran tendencia global de carácter irreversible. Además, cuenta con bancos centrales que están en proceso de generar su propia criptoeconomía basada en Blockchain.

Cada semana se realizan en nuestro país operaciones de intercambio en criptoactivos por el orden de 4 a 6 millones de USD. Cada vez más, estos vehículos digitales de transferencia de valor se están convirtiendo en una nueva forma de dinero digital, siendo el acompañante predilecto de muchos viajeros.

Los viajeros, desde sus dispositivos móviles y a través de sus billeteras digitales, están interesados en ubicar sitios donde puedan intercambiar el producto de su trabajo convertido en criptoactivos (freelancers), el resultado de su inversión en minería digital, o los rendimientos de sus operaciones diarias en plataformas de intercambio (traders).

Hay un nuevo tipo de viajero, con una nueva forma de dinero digital. Muy probablemente, cumpliendo todas las medidas de prevención y legitimación de capitales, el sector hotelero, en el marco de la actividad turística nacional, podrá convertirse en receptor de un importante porcentaje de ese intercambio de criptoactivos en el país.