Volveremos a la normalidad? ¿Viviremos, trabajaremos y nos relacionaremos de la misma forma que antes? ¿Mi empleo/empresa continuará luego de la crisis?
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Por Simón Rausseo


Estas y muchas otras preguntas hoy dan vueltas continuamente en nuestros pensamientos y conversaciones cotidianas. Se escuchan a diario las consecuencias negativas de toda esta situación y se plantean escenarios catastróficos que no generan ningún tipo de esperanza.

En la crisis actual, uno de los mayores retos que enfrentamos es lograr un equilibrio adecuado que permita evitar tanto el impacto en la salud (producto del COVID-19) como las consecuencias de una severa contracción de la actividad económica en general. Esto es una reflexión tanto de vida como de muerte, de prosperidad o pobreza, dado que una profunda recesión puede causar dificultades generalizadas para todas las empresas, pero también causar la muerte de sectores completos en cualquiera de las naciones del mundo.

A lo largo de nuestra experiencia de mentoring en múltiples situaciones de apoyo e intervenciones específicas realizadas a corporaciones, empresarios, consultorías, emprendedores y startups, hemos evidenciado que uno de los factores críticos de éxito más importantes para eventos adversos es la RESILIENCIA.

Ahora bien, comencemos por el principio: ¿Qué es la resiliencia?

Una de las definiciones con la que más nos identificamos es esta: la resiliencia es la capacidad de recuperarse de manera fuerte y rápida ante situaciones adversas, tales como, cambios abruptos, crisis, dificultades, tragedias, accidentes; manteniendo el equilibrio y soportando la presión propia del momento.

La respuesta ideal ante esta situación del COVID-19 y las próximas que se avecinen, es que todos podamos desarrollar esta habilidad (RESILIENCIA) en nosotros mismos y que logremos reconvertir cualquier situación adversa en un panorama positivo y optimista.

Una cantidad importante de investigaciones internacionales demuestran que las empresas resilientes son mayormente fuertes en tres áreas: Adaptación al Cambio, Proactividad y Flexibilidad (rapidez); en sus labores cotidianas aceptan el cambio, no se estancan en la estabilidad, y esa es la norma entre ellas; apoyan la flexibilidad como un elemento catalizador en la creación de nuevos escenarios, productos y servicios; y finalmente, están comprometidos con el mundo que les rodea de manera proactiva – positiva (optimismo).

La resiliencia se puede evidenciar en un empresario que finalmente triunfa en el mercado nacional o internacional, después de numerosos intentos fallidos o bancarrotas; en un científico que genera un producto innovador para un medicamento que puede salvar vidas, después de pasar años de pruebas fallidas; o en el caso de un jugador fútbol que supera una lesión grave y una caída repentina; todos son ejemplos palpables de resiliencia.



La resiliencia a menudo se identifica como uno de los factores clave que ayuda a las personas a salir adelante; sin embargo, pocos de nosotros trabajamos en su desarrollo particular y colectivo, olvidando practicarla en nosotros mismos e intentando compartirla y ensañarla a nuestros equipos de trabajo.


A partir del COVID-19 el mundo no volverá a ser lo que era antes y el futuro será totalmente diferente a lo que conocemos hasta ahora. Lamentablemente (para algunos), no tendremos la normalidad tan esperada por muchos, lo cual impone un nuevo panorama de convivencia que nos obligará a adoptar de forma permanente “LA CULTURA COVID-19”, que implica cambios importantes en aspectos de comportamientos-sociales, nuevos modelos de economía, distintas regulaciones políticas, nuevas expresiones culturales, cambios de paradigmas ambientales y tecnológicos, los cuales nos afectarán tanto a nosotros como a nuestras empresas.


A partir de estas nuevas realidades cobra mayor relevancia el asumir la resiliencia como elemento imprescindible dentro de nuestro “paquete básico” de capacidades personales y empresariales.

Para iniciarnos en este encuentro con la resiliencia en nuestras empresas, hemos preparado un TEST que permite medir su GRADO DE RESILIENCIA y de esta forma ayudarte a entender en qué punto se encuentra tu empresa y cuáles son las áreas de mejora que se deben evaluar.

TEST DE GRADO DE RESILIENCIA EMPRESARIAL

INSTRUCCIONES

  1. Seleccione el número que mejor indica sus percepciones sobre cada declaración. Por ejemplo, si usted está totalmente en desacuerdo con una declaración, seleccione “1”; si usted está un poco de acuerdo, seleccione “2”; si usted considera que cumple medianamente, seleccione “3”; si usted está de acuerdo, seleccione “4”; y si finalmente usted está fuertemente de acuerdo y habituado – cotidiano, seleccione “5”.
  2. Recuerde que no existen respuestas buenas o malas, es importante que responda de forma sincera y en base a conocimiento y evidencias reales.
  3. Una vez, terminado el TEST DE GRADO DE RESILIENCIA EMPRESARIAL, por favor no olvide enviarnos sus respuestas a los siguientes correos: srausseo@bam-mentors.com / hrodriguez@bam-mentors.com y de esta forma le ofreceremos nuestras observaciones, análisis y resultados.
EJE DE ADAPTACIÓN AL CAMBIO

La adaptación al cambio en la resiliencia está principalmente relacionada con la capacidad de continuar entregando sus productos/servicios durante la ocurrencia de eventos inesperados. Esto puede implicar el estar conscientes de una necesaria acción cambio asociada a un proceso de innovación, cambio de precios, reasignación de recursos, entre otras; de igual forma, el cambio puede partir del accionar en conjunto con terceros actores, logrando así ser prepositivos en niveles de políticas, normas, regulaciones y/o gremios.




EJE DE POSTURA PROACTIVA

La proactividad permitirá sobresalir ante cualquier evento adverso y mejorará las condiciones del equipo y de la empresa para disminuir el impacto directo del entorno. Una postura proactiva de usted y su equipo de colaboradores, sustentará el modelo de negocios futuro que requiere su organización.




EJE DE FLEXIBILIDAD Y RAPIDEZ

La flexibilidad se define como la capacidad que posee la organización para adaptarse a las diversas circunstancias o para ajustar las normas a las distintas situaciones o necesidades. En el caso de la resiliencia se requiere una gran flexibilidad para realizar cambios de roles en los equipos, preparación de nuevos planes a corto plazo y reasignación de recursos financieros.



Descubrir nuestro grado de resiliencia puede potenciar un nuevo y significativo crecimiento que nos lleve a la transformación necesaria para enfrentar una crisis existencial propia.

Estamos a la espera de tus respuestas para apoyarte y medir el grado de resiliencia de tu organización, y de esta forma conocer cómo te preparas. ¿Estás listo? ¡Recuerda que en la resiliencia, el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional!



Los dos días más importante de tu vida son: el día que naces y el día que descubres para que has nacido. -Mark Twain-



Simón Rausseo & Henry Rodríguez