A Través de la Cancha
Por Marcos Puglielli
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Imagínese que está jugando golf y bastante bien. Ha fallado un golpe o dos, sin embargo ha mantenido la confianza y la seguridad. Su desayuno ocurrió hace un buen rato atrás, y como normalmente hacemos, jugamos golf, pasamos por alto el almuerzo.

Usted no pensó en traerse a la cancha algo de comer y ya está sintiendo su estómago vacío.

Hasta este momento ha mantenido todo bajo control y ha repetido su swing constantemente. Pero a la altura del hoyo 15 ha golpeado su bola hacia un grupo de árboles en el rough, ha perdido la calma y ha terminado con un mal hoyo. Para el momento en que ha terminado ese hoyo su score se ha dañado bastante, está tratando de mantener su compostura para terminar con un score aceptable.

En el hoyo 16 ha fallado su Approach y ya está comenzando a perder la paciencia.

Su estómago se encuentra verdaderamente vacío, usted se siente molesto y desorientado. Olvidándose completamente de su rutina de juego, ha hecho tres putts en el Green del hoyo 17. De pronto, por su propia cuenta, el putter se escapa de su mano y “vuela” hasta el tee del hoyo 18, antes de que usted haya llegado al mismo. 
 
¡Qué diferente se siente usted ahora, es increíble que hace una hora atrás estaba tan controlado. Para el momento que ha terminado de jugar está fatigado, disgustado y decepcionado. Entonces… ¿Qué pasó?



Posiblemente querrá consultar con un profesional de golf con respecto a su swing o simplemente usted es de las personas que aceptan el hecho de que dicho comportamiento se debe a su carácter, o tal vez irá a la cancha de práctica a pegar 400 pelotas. 

Déjeme decirle que nada de lo nombrado anteriormente le solucionará verdaderamente su problema, ya que su comportamiento se debe a un caso de Hipoglicemia, es decir, una caída temporal de azúcar en la sangre que afecta su coordinación y concentración. Realmente un buen golf demanda de una elegante coordinación neuromuscular, y los profesionales ganan o pierden competencias de acuerdo al dominio que tengan del mismo.
 
Bajo el stress de una competencia el azúcar en la sangre de un golfista puede alcanzar niveles Hipoglicémicos -Químicos especialistas del cerebro que mejoran la concentración y la comunicación entre el cerebro y los músculos tienen que estar presentes en cantidades óptimas para un juego de alto nivel.

La manera más efectiva para jugar bien, es comer y tomar algo cada hora de manera de estabilizar el azúcar en la sangre. Aunque por lo general cualquier alimento podría estabilizar el nivel de azúcar en la sangre, le sugiero que ingiera alimentos tipo carbohidratos y no alimentos de alto contenido proteico (quesos, carnes, maní, etc.) ya que el cerebro está demandando azúcar y no proteínas o grasas.

Las frutas, los vegetales o cualquier cereal en general son excelentes alimentos que usted puede llevar consigo y que debe comer cada vez que experimente fatiga y sienta que la concentración se le escape.

Los golfistas que juegan en climas calientes o muy húmedos pierden mucho líquido y minerales a través del sudor. Por ello es necesario que tomen líquidos (agua) cada media hora de juego, de manera de poder reemplazar los fluidos perdidos durante el juego.

Así que, amigo chanclero o campeón, lo invito a que siga este plan nutricional y haga de su juego lo mejor.