La justa resultó la primera que se disputaba desde el 15 de marzo, cuando el gobierno nacional decretó cese de las actividades a consecuencia del COVID-19.

Andrea, de la categoría infantil “D”, abordó la cancha por el hoyo 10 en compañía de Isabella Flores Zamora, del Izcaragua, y María Mercedes Tablante, del Valle Arriba. Su inicio con par de pares fue esperanzador hasta llegar al hoyo 18 donde un desconcertante 9 llevó el total de los primeros 9 hoyos a 43.

En la vuelta complementaria, su salida en el hoyo 1 fue un poco “floja”, a la altura de las 100 yardas. Para esa distancia, se decidió por el hierro 9. Con él largó una “flecha” que se vuela bandera más o menos por un metro y por el efecto del “back-spin” la bola de regreso se metió en la taza ¡“águila”!.

Incentivada por ese logro, su driver en el 11 (el hoyo más largo de la cancha), fue un excelente impacto que pasó de aire la carretera por el lado derecho y quedó a 100 yardas del green. Para el segundo golpe recurrió al pitching y remató con un certero putt de 25 yardas en subida y con caída a la derecha. ¡Segundo águila consecutivo!

Andrea, en el siguiente hoyo -otro par 5- volvió a potear para águila, solo que esta vez no tuvo la precisión y con tri-putt hizo par, que repitió en los hoyos 4 y 9, para 34 golpes.

Tiene más valor su logro, ya que los fairways, a consecuencia de las lluvias del día anterior, estaban empantanados.

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Foto del grupo: Andrea González Sánchez, María M. Tablante Marín e Isabella Flores Zamora.