Dulce dorado
Al verlo, lo primero que llama la atención es su color amarillo dorado, no en vano es lo que le da su nombre junto a esa textura que podemos pensar es sencilla de lograr pero que tiene su truco, porque quien presuma de preparar un buen dulce de cabello de ángel sabe que debe lograr una textura fibrosa, formada por hilos finos y delicados, que recuerde justamente a los cabellos.
De origen variado
No existe información unificada sobre los orígenes del dulce de cabello de ángel, su llegada y adopción en la gastronomía venezolana. Consultando, comprobamos que muchos autores coinciden en afirmar su ubicación inicial al otro lado del mundo entre Europa y Asia. Italia, España, Portugal y el Medio Oriente resaltan al buscar los orígenes y cuando nos adentramos a investigar su consumo en este lado del mundo, salen países como Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Ecuador, México, Guatemala y El Salvador.
Lo cierto es que la lógica nos hace aceptar que llegó a nosotros gracias a esa maravilla que conocemos como mestizaje, con la que pudimos crecer y desarrollar el mayor porcentaje de nuestra identidad. El dulce de cabello de ángel cuenta con ingredientes que llegaron en barco como el azúcar que se mezcla con la calabaza y que obtiene su sabor según las especias que se le añadan; pudiendo ser vainilla, sarrapia o haba tonka, lima, naranja, canela y más tradicionalmente, pulpa de piña.

Un plato único
Este dulce tan popular en nuestro país y que puede consumirse a cucharadas o formar parte de otras preparaciones como hojaldres, tortas, bizcochos o pancitos rellenos, es elaborado con la pulpa y fibras de un tipo de auyama o calabaza denominada en Venezuela como “cabello de ángel” o calabaza coloniera, pero que en otros países se conoce también como sidra, chila, cayote, zapallo gigante, alcayota, chilacayote o incluso, chayote.
En Venezuela se consigue todo el año e, incluso, hay regiones donde se prepara en Semana Santa también, pero el cultivo de cabello de ángel sólo se da en zonas altas como Los Andes y las montañas que rodean al Valle de Caracas (Altos Mirandinos). Es por esto que en Los Llanos y costas no es tan popular. Sin embargo, hay zonas donde imitan su preparación y aspecto preparando un dulce de lechosa rallado. La pulpa se carameliza como te estarás imaginando, con azúcar que puede ser morena, blanca o papelón.
Acorde a tu gusto
Diferentes tipos de dulce de cabello de ángel no existen como tal, pero lo que sí varía es el método de elaboración porque hay quienes primero cocinan la pulpa en agua y luego la unen con un almíbar saborizado, mientras que otras personas prefieren colocar todo en el fuego hasta caramelizar y lograr la consistencia deseada.
Igualmente, puede haber variedad dependiendo de lo que utilices para hacer el almíbar. Lo tradicional en Venezuela es combinarlo con piña, pero existen variaciones que incluyen piel de limón, naranja e incluso vainilla. También, ya es bastante conocido utilizar un poco de sarrapia o haba tonka, rama de canela e incluso, la conocida pimienta dulce o pimienta guayabita y clavo de olor, cuyo sabor no es agradable a todos los paladares, pero siempre dependerá de tus gustos.

No olvides tomar en cuenta
Por todos los sitios donde investigamos leímos que se trata de una preparación sencilla, pero te aconsejamos que no te confíes en su sencillez porque tiene su ciencia al realizarlo. Lo primero será cortar en pedazos grandes la calabaza, luego de haberla limpiado bien y colocarla en una olla con suficiente tamaño para que ablande sin problemas y uniformemente.
Después de cocinarla, lo ideal es escurrir bien el agua y quitarle todas las semillas porque son amargas. El secreto final va a estar en que respetes los tiempos de cocción con el azúcar para que el almíbar quede con buena consistencia y no convierta el dulce en un pegoste difícil de presentar y comer. Igualmente, recomiendan el 100% del peso de la pulpa en azúcar, pero creemos que puedes disminuirlo incluso hasta un 50% y no quedará tan empalagoso.
Dulce de cabello de ángel
Ingredientes:- 1 cabello de ángel, de 5 kg aproximadamente
- 10 litros de agua
- 2 kg de azúcar
- 1 piña
- 1 palito de canela
- 10 clavos de especia
- 10 semillas de pimienta guayabita, dulce o de Jamaica
Preparación:
1. Lava muy bien el cabello de ángel bajo agua corriente. Enciende la cocina a fuego medio alto, y espera a que hierva el agua. Mientras tanto, puedes ir cortando la calabaza en ocho a diez trozos de tamaño similar.
2. Sumerge los pedazos en el agua hirviendo, agrega la canela, los clavos de especia y la pimienta guayabita. Cocina el cabello de ángel por una hora y media aproximadamente y, cuando esté tierno, escurre el exceso de agua y colócalo sobre un colador. Espera otros veinte minutos para que saque todo el agua y enfríe. Descarta las especias.
3. Mientras se cocina el cabello de ángel, vas preparando la piña, pelándola y cortándola en trozos que puedas manejar bien para luego rallar.
4. Sobre una tabla o superficie plana de trabajo, extrae todas las semillas de la calabaza. Hazlo mejor con las manos para asegurarte de sacarlas todas, incluso aquellas inmaduras blancas y blandas. Luego, usando una cuchara, saca toda la pulpa raspando hasta la concha. Si la pulpa de cabello de ángel tiene mucha agua, déjala escurriendo unos minutos más sobre el colador.
5. El último paso consiste en la cocción final del dulce: en una olla a fuego medio colocas la pulpa de piña, el azúcar y el cabello de ángel. Puedes agregar algunos clavos de especia adicionales. Cocina por treinta minutos hasta que el dulce tenga un color dorado confitado bonito y deja enfriar hasta que puedas guardarlo en envases de vidrio y disfrutar.


Aunque se llamen igual… ¡No es lo mismo!
Por redes podrás encontrar “cabello de ángel” o “chocolate angel hair style” que no tiene nada que ver con nuestro dulce criollo, aunque igual es apetecible para Navidad. Esta creación viral combina el chocolate con leche, Ruby o blanco belga con un algodón de azúcar turco llamado “Pişmaniye” y la crema de pistacho. Surgió inspirado en el famoso Chocolate Dubai y ha dado bastante de qué hablar.
Igualmente, existe el tradicional bizcocho inglés y norteamericano “Angel’s Food Cake” que tampoco tiene nada que ver con lo nuestro porque es una torta especialmente esponjosa y ligera, que se hace montando las claras de nieve y resulta deliciosa por su textura liviana y sabor delicado.