VIP Sra. Claus
Por Brian Figueroa
La heroína oculta de la Navidad
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El aire en el Polo Norte siempre está impregnado de un aroma a galletas y un suave murmullo de cascabeles. Más allá de la bulliciosa fábrica de juguetes de su atareado esposo, se encuentra la Sra. Claus, quien trabaja en el cálido resplandor de una chimenea para contribuir a que la Navidad tenga sabor de hogar. Lejos de ser sólo la esposa de Santa, es una heroína, un pilar fundamental que sostiene la magia de esta festividad.

La señora Claus representa mucho más que una simple acompañante. Si tuviéramos que describirla, podríamos decir que es una administradora de la felicidad, una estratega logística y, por supuesto, una experta repostera. Su primera aparición al público fue en 1849 en el cuento "Una leyenda de Navidad" de James Rees. Sin embargo, le llegó la fama en 1889 por el poema “Goody Santa Claus on a Sleigh Ride” de Katharine Lee Bates. Gracias a este relato, sabemos que no sólo ayuda a su esposo a preparar los regalos, sino que también lo acompaña en la entrega, convirtiéndose así en un símbolo de fuerza y dedicación.

Para conocer más sobre su historia, nos sentamos a tomar una taza de chocolate caliente con ella. Al preguntarle sobre su vida familiar en el Polo Norte, responde entre risas: "¡Es un caos organizado!". A pesar de que Santa es un hombre maravilloso, confiesa que en Navidad es un poco desordenado. La casa está siempre llena de elfos, renos y algunos duendes despistados. Sin embargo, durante el resto del año, disfrutan de una vida tranquila, paseando en trineo, leyendo juntos frente a la chimenea y, por supuesto, horneando galletas. La señora Claus se siente orgullosa de ser el ancla de esta operación, asegurándose de que todo funcione bien.

Su papel en la entrega de regalos también es fascinante. Recuerda con una sonrisa cómo su primera vez repartiendo regalos fue una casualidad del destino. Una oportunidad, hace muchos años, Santa enfermó justo antes de la Navidad y ella tomó las riendas del trineo. Descubrió que la alegría de ver la cara de un niño al recibir un regalo es indescriptible. Desde entonces, a veces acompaña a Santa en sus viajes, especialmente a los lugares más fríos. La señora Claus también comparte que el secreto para entregar regalos a todos los niños del mundo a tiempo radica en la magia navideña y su equipo de élite de elfos y renos.

Finalmente, en su tiempo libre, la señora Claus se dedica a planificar el próximo año, mejorar sus recetas de galletas y cuidar su jardín. Además, disfruta de hobbies como tejer y leer, especialmente historias de niños que le recuerdan la importancia de la inocencia y la imaginación. Cuando se le pregunta sobre su futuro, ella sonríe y dice que se ve exactamente igual, con un poco más de canas quizás, pero siempre en el Polo Norte, horneando galletas y manteniendo viva la magia de la Navidad. Su misión es clara: mientras haya niños que crean en la Navidad, ella seguirá ahí, organizando la alegría y asegurándose de que cada año el mundo reciba su dosis de felicidad.