En cualquier momento del día, cuando te sientas decaído, vayas a entrenar o necesites calmarte en un momento de ansiedad o nervios, prueba escuchar tu música favorita y observar qué sientes y cómo cambia tu estado anímico. Esta es la prueba más sencilla para comprobar que la música es prácticamente ¡magia!
Desde hace muchos años, se vienen estudiando innumerables efectos de ella en la mente y el comportamiento humano. Seguro habrás oído o leído algo de “El efecto Mozart”, escrito por Don Campbell, donde se habla de lo poderosa que puede ser la música “para curar el cuerpo, fortalecer la mente y liberar el espíritu creativo”, además de servir como herramienta para la educación de niños y niñas porque estimula el aprendizaje, ayuda a memorizar y aumenta la capacidad de análisis, así como estimula la imaginación y creatividad.
En este momento que escribimos esta columna, suena en nuestros oídos “I Giorni”, una pieza hermosa de Ludovico Einaudi que calma y sirve de inspiración, a la vez que nos potencia la atención para trabajar.
Benefíciate como oyenteAparte de ser lenguaje universal y echarte una mano para comunicarte con otros, aún sin hablar un mismo idioma, la música puede ayudarte de muchas otras maneras:
- Mejora tu estado de ánimo porque te hace liberar dopamina, un neurotransmisor que se asocia al placer y la felicidad.
- Reduce el estrés y la ansiedad, pues te ayuda a disminuir los niveles de cortisol y calma tu mente.
- Potencia la concentración y la memoria, debido a que puede bloquear distracciones.
- Mejora tu rendimiento físico porque puede aumentar tu motivación, elevar tu energía, reduciendo la sensación de fatiga y mejorando la coordinación.
- Te ayudará a evocar recuerdos maravillosos de episodios pasados o momentos claves de vida.
Aliada de la medicinaLa musicoterapia es una realidad y una herramienta a la que recurren los profesionales y centros asistenciales para mitigar el sufrimiento o trabajar de manera integral a pacientes. No en vano, alrededor del mundo, pacientes con enfermedades terminales, bebés ingresados en terapias neonatales o mujeres próximas a dar a luz, son expuestas a piezas musicales escogidas o incluso a oír música directamente de personas que tocan instrumentos
in situ o les cantan por momentos. La música es capaz de:
- Cambiar perspectivas y ayudar a pacientes a explorar diferentes emociones y avanzar en sus tratamientos.
- Activar diferentes áreas cerebrales, mejorando funciones cognitivas y atención.
- Ayudar a la relajación y brindar estados de calma y felicidad en pacientes que estén pasando por tratamientos de rehabilitación o erradicación de enfermedades.
Y si la haces tú…Crear música puede ser infinitamente beneficioso tanto para interacción social, como para fortalecimiento personal, emocional, mental y físico. Podrás:
- Expresar emociones, y lo mejor, hacerlo de manera creativa, trabajando tus sentimientos del momento.
- Al tocar un instrumento, puedes mejorar tu coordinación motora, la atención, memoria y capacidad de resolver problemas.
- Aumentar tu autoestima y fomentar tu autodisciplina, perseverancia y dedicación.
- Puedes tener una mayor oportunidad de interacción social, bien sea tocando en un grupo, cantando o participando en actividades musicales colectivas.
- Mejor actividad cerebral, porque hacer música y tocar instrumentos activa múltiples áreas de tu cerebro y te brinda beneficios inmediatos y prolongados en el tiempo.
Escucha música, la que te guste y la nueva que te invite a conocerla. Haz un soundtrack para cada día, te aseguramos que así tu vida será mucho mejor y más llevadera.