Procrastinación
Por: Glendy Cárdenas Soto
¡Aprende a combatirla!
¿Dejas tareas pesadas para última hora? ¿Te distraes fácilmente y no terminas a tiempo? Esto es procrastinar, una condición humana que no es flojera, pero tampoco enfermedad. Conoce de qué se trata y todo lo que implica
      A-    A    A+



El término procrastinación hace unos años atrás no se oía tanto como ahora, al consultarle a qué se debe su constante uso, Tachy Osorio, psicóloga y conferencista comenta: “La convirtieron en una ligereza social dentro de la salud mental, pero no es que ahora procrastinemos más, sino que hoy tenemos más conciencia y más distractores. La pandemia, la sobrecarga digital, han hecho visible lo que antes se disfrazaba de 'estrés normal’”.

Desencadenantes y consecuencias
A menudo, sus causas están relacionadas con emociones como: miedo al fracaso, ansiedad, perfección, creencias limitantes, etc. También, se puede deber a una disonancia emocional, que se da cuando el cerebro prioriza el placer inmediato (ver Netflix, redes sociales, entre otras actividades) sobre la recompensa futura (entregar a tiempo) o a debilidades de la regulación emocional y alguna falta de hábitos y rutinas.
Esta condición tiene grandes consecuencias para la salud como: estrés crónico, cortisol (ansiedad, insomnio), auto saboteo, falta de fortaleza emocional, conflictos laborales, dolores físicos de tensión, entre otros.

 



Aprende a manejarla

La procrastinación puede manejarse con técnicas de atención, rutina y autocuidado. La experta recomienda:
- La regla de los dos minutos: si algo toma menos de eso, hazlo ya.
- La antiprocrastinación: usa apps para bloquear redes, notificaciones o trabaja en bibliotecas, cafés.
- La autocompasión: tratarse amablemente.



Sigue estas recomendaciones
La coach Carolina Vázquez le sugiere a sus clientes:
- Establecer metas claras y alcanzables: dividir las tareas grandes en pasos pequeños y manejables, para que sean menos abrumadoras.
- La técnica del pomodoro: trabajar en intervalos de 25 minutos seguidos y cinco minutos de descanso, que puede aumentar la productividad y hacer que el trabajo sea más llevadero.
- El mindfulness y la autoconciencia: ayuda a practicar la atención plena y a ser más conscientes de los pensamientos y emociones en el momento presente, permitiendo reconocer cuándo se procrastina y por qué.
- Reformular la narrativa personal: puede ayudar a reescribir la historia personal en torno al trabajo y, la productividad puede ser transformadora. No verse como procrastinador, sino como una persona que está en un camino de crecimiento y aprendizaje.
- Celebrar pequeños logros: puede ser un poderoso motivador. Ayuda a reconocer y recompensar su progreso y puede fomentar un ciclo positivo de acción.
- Planificación estratégica: fomentar el uso de herramientas como mapas mentales o listas de tareas priorizadas, que ayudarán a visualizar sus objetivos y el camino para alcanzarlos, haciendo que las tareas se sientan más manejables.


Tachy Osorio
Psicóloga y conferencista, enfocada en relaciones interpersonales y salud mental integral. Su trayectoria fusiona el ámbito organizacional y la terapia clínica, acompaña a adultos y parejas a navegar el estrés, la ansiedad y las crisis. @tachyosorio


Carolina Vázquez
Especialista en psicología positiva, coach personal y motivacional, consultora, facilitadora, neurocoaching, locutora (UCV), conferencista internacional y arte terapeuta.
@carolinavcoach


“El cambio duradero de esta condición requiere tiempo y práctica, así que es importante ser paciente y tener un compromiso constante con el autoconocimiento y la autoexploración”, Carolina Vázquez.