Cortisol
Brian Figueroa
Más que la "hormona del estrés"
Tomar el sol, salir a caminar, hacer ejercicio o practicar la meditación nos ayudará a combatir los efectos de esta hormona tan necesaria como delicada
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El cortisol, a menudo etiquetado como la "hormona del estrés", es una pieza fundamental de nuestro bienestar producida por las glándulas suprarrenales. Su función es mucho más amplia de lo que imaginamos, actuando como un despertador natural y regulando una serie de procesos vitales en el cuerpo. El cortisol es importante para mantener la presión arterial y regular los niveles de glucosa en la sangre. También es útil para reducir la inflamación y equilibrar nuestro ciclo de sueño-vigilia. Sin embargo, en situaciones de estrés, nuestro cerebro lo libera como parte de una respuesta de "lucha o huida", que nos da la energía necesaria para enfrentar una amenaza.
En el mundo actual, el estrés no es una amenaza física que podemos resolver rápidamente. Las preocupaciones cotidianas, laborales y los conflictos personales pueden mantener el cortisol elevado de manera crónica, lo que tiene consecuencias negativas para nuestra salud, pero ¿cuáles?



¿Qué sucede cuando el cortisol está alto?
Cuando los niveles de cortisol suben, según detalla el portal de la reconocida Mayo Clinic, el cuerpo entra en un estado de alerta constante, lo que puede manifestarse de diversas maneras, como aumento de peso. Esto se debe a que el cortisol estimula el apetito. Otro problema recurrente es el insomnio, ya que el cortisol interfiere con el ciclo del sueño al encontrarse muy elevado.
Los altos niveles de esta hormona en el cuerpo también producen que el sistema inmune se debilite, haciéndonos más propensos a enfermedades. También afecta nuestra capacidad para concentrarnos y nos deja vulnerables a un mayor riesgo de enfermedades como hipertensión, enfermedades cardíacas, depresión y ansiedad.



¿Se puede controlar el cortisol?
Especialistas en la materia afirman que, a través de hábitos saludables, se puede regular el cortisol. Lo importante es practicar actividades que nos permitan despejar la mente y relajarnos, como el yoga, la meditación y tomar algunos minutos al día para calmar nuestra mente. También, recomiendan hacer ejercicio, dar un paseo o, simplemente, tomar clases de baile. Estas actividades lograrán una diferencia notable en nuestra mente y ayudarán a reducir los niveles de cortisol.
No menos importante es nuestra calidad de sueño. Es vital para que nuestro cuerpo se recupere y, además, nos ayuda a regular el estrés. Aconsejan evitar el uso de pantallas antes de dormir y que nuestra habitación sea un espacio tranquilo y fresco.




Sigue las recomendaciones
Una buena charla con una persona que nos haga sentir tranquilos siempre será un buen primer paso para buscar la tranquilidad y aliviar la ansiedad o el estrés causado por el cortisol. Asimismo, recuerda tener una alimentación sana, rica en frutas y verduras, y reducir en la medida de lo posible los niveles de azúcar.
Comprender el papel del cortisol en nuestro cuerpo nos permite tomar medidas proactivas. Al adoptar hábitos saludables, no sólo estamos gestionando una hormona, sino que estamos invirtiendo en nuestra salud física y mental a largo plazo. Como siempre recomendamos, si la situación se torna difícil, será importante acudir a un especialista para que nos oriente sobre nuestro problema y podamos encontrar mejores vías para lograr la salud y mantener la claridad de nuestra mente.

 


Al adoptar hábitos saludables, no sólo estamos gestionando una hormona, sino que estamos invirtiendo en nuestra salud física y mental a largo plazo.

Fuentes consultadas:
https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress/art-2004603
https://my.clevelandclinic.org/health/articles/22187-cortisol