PERFIL
POR AIMARA V. CAÑIZALES GARMENDIA @aimavalen
Papa León XIV
La Iglesia Católica mundial y su feligresía cuentan con un nuevo líder de origen americano y corazón peruano, quien ha asegurado a los fieles que el mal no prevalecerá
      A-    A    A+


Humildad, amor y emoción


Profunda emoción y sensibilidad. Dos palabras que intentan resumir las primeras impresiones luego de que el pasado 8 de mayo, a escasos siete minutos después de las seis de la tarde de Europa, las campanas de la Basílica de San Pedro confirmaran lo que la tradicional fumata blanca del Vaticano había anunciado: ¡Habemus Papam!
El cardenal Robert Francis Prevost fue escogido por un cónclave que no duró más de dos días. Por primera vez, un sacerdote norteamericano y agustiniano es el máximo representante de Dios en la Tierra.

Feliz sorpresa
Sonaban muchos nombres y el foco estaba en varios candidatos, pero el escogido sorprendió con alegría a la mayoría, no sólo por su “bajo perfil” en el cónclave, sino por su evidente emoción al salir por primera vez a saludar a la gente. Bastaron minutos para que simpatizara con quienes esperaban una primera bendición. Además, hace tan sólo menos de dos años (en septiembre de 2023 para ser exactos), fue nombrado cardenal por el Papa Francisco, convirtiéndose ahora en su sucesor.

 

Su origen
Robert Francis Prevost, ahora papa León XIV, nació un 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Illinois, Estados Unidos). Es hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y de Mildred Martínez, de ascendencia española y dominicana. Tiene dos hermanos, Louis Martin y John Joseph. Con esta familia pasó su infancia y adolescencia. Con sus hermanos mantiene una relación activa y cercana, tal como se ha visto luego de su elección, tanto es así que se atrevió a romper el protocolo luego de la misa por su investidura para abrazar a su hermano mayor.
El papa León XIV estudió primero en el Seminario Menor de los Padres Agustinos y después en la Universidad de Villanova, donde se licenció en matemáticas y estudió filosofía en 1977. El 1 de septiembre de ese mismo año, ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín de St. Louis, en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo de Chicago, e hizo su primera profesión el 2 de septiembre de 1978. El 29 de agosto de 1981 emitió los votos solemnes.
Se formó como teólogo en la Catholic Theological Union de Chicago y, a los 27 años, fue enviado a Roma para estudiar derecho canónico en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum). El 19 de junio de 1982 fue ordenado sacerdote en el Colegio Agustiniano de Santa Mónica por monseñor Jean Jadot y, cinco años más tarde, lo nombraron director de vocaciones y director de misiones de la Provincia Agustiniana “Madre del Buen Consejo” en Olympia Fields (Illinois).



Perú en el corazón
Desde que fue ordenado sacerdote, no ha cesado en sus labores como pastor y misionero. Su vocación lo llevó al norte de Perú en 1985, donde sirvió en las diócesis de Chulucanas y Trujillo. Durante más de tres décadas, vivió y trabajó en comunidades rurales, compartiendo la vida cotidiana con los fieles. En 2015, fue nombrado obispo de Chiclayo por el Papa Francisco, y ese mismo año obtuvo la nacionalidad peruana, consolidando su vínculo con el país andino.
Es tan notable su cariño por esa tierra que en su primer discurso dirigió unas palabras en español para su gente de Chiclayo.

De Robert a León XIV
“Fui elegido sin ningún mérito y, con temor y temblor, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de la fe y la alegría”, afirmó en la misa que inauguraba formalmente su papado el pasado 18 de mayo de 2025, donde también recibió el palio y el Anillo del Pescador.
Los papas suelen escoger un nombre que describa lo que esperan que sea su pontificado. Robert escogió León XIV en honor a su predecesor, el papa León XIII, quien fue conocido por su defensa de la justicia social y los derechos de los trabajadores. El Papa León XIII fue un líder que abordó las injusticias sociales durante la revolución industrial, y León XIV quiere seguir su legado al enfrentar los desafíos de la revolución digital y la inteligencia artificial.



En manos de Dios
Tomándome el atrevimiento de dar mi opinión, el papa León XIV se perfila como un pontífice cercano y en cuyos ojos se puede ver la bondad, el amor y la buena intención de asumir responsablemente la tarea que se la ha encomendado. Su pontificado inició con una profunda conexión con América Latina y un compromiso renovado con la justicia, la paz y la cercanía pastoral. Todo esto sin dejar de lado su carismática personalidad, algo que pudimos apreciar en un acto tan sencillo como cuando conoció hace unos días al tenista italiano Jannik Sinner, ya que el nuevo papa es fanático del tenis y no pudo ocultar su emoción.

 
Pero no solamente el tenis parece interesarle, también el béisbol, el basket y cantar villancicos. En todo caso, la Iglesia Católica ha ganado a un líder entusiasta, joven y activo, quien ha brindado mucha esperanza al decir: “El mal no prevalecerá porque todos estamos en manos de Dios. Unidos y sin miedo, avancemos hacia delante y seamos discípulos de Cristo”.