Pasión por servir
La directora general corporativa de Eurobuilding Hotels está muy agradecida por lo afortunada que es. Recientemente, fue elegida Presidenta de Avecintel (Asociación Venezolana de Hoteles 5 Estrellas).
Tachy es una apasionada por servir. Desde que estaba en su natal Maracaibo, estaba clara en cuál sería su camino, así que el mundo hotelero siempre le coqueteó y se dejó conquistar. Es comunicadora social y sigue preparándose para continuar en este camino de la
“Hospitalidad con Alma de Mujer”, como el nombre de su libro. Y es que ella sabe que, para crecer, es clave seguir formándose y ayudar a construir la generación de relevo: “Estoy dedicada en buscar apóstoles del servicio y hacer de Venezuela el país con el mejor servicio. Eso me ha invitado a transmitir mis conocimientos a través de charlas, cursos y conferencias. Esa es mi nueva misión”.
El mismo día de la elección del papa León XIV, el 8 de mayo, fue nombrada presidenta de Avecintel: “Como fiel creyente, sé que es un mensaje de Dios para formar un equipo y consolidar las relaciones y beneficios de la organización y los hoteles, para así abrir y propiciar los canales necesarios para el fortalecimiento del sector”.
Sonreír, flexibilidad y empatía son tres palabras que la describen a la perfección. Su frase diaria es “el servicio es como la fe, no se razona, sólo se siente, se vive y se practica”.
Por el tipo de trabajo que ejerce, le ha tocado viajar a muchos países y le encanta aprender de cada cultura: “Me gusta Corea del Sur por su tecnología, su gente y su sentido de pertenencia. Japón por su crecimiento vanguardista, su capacidad de silencio, su honestidad, su paciencia, creencias y educación. Argentina por su arquitectura, su calidad en el servicio, su gastronomía y su diversidad geográfica”.
Sin embargo, asegura que su destino favorito siempre será Venezuela: “Tenemos de todo un poco para elegir y disfrutar. Desde unos relámpagos del Catatumbo hasta el magnánimo Salto Ángel”.
Y es que para Tachy, nuestro país sabe a frutas: “Algunas veces dulces, otras ácidas y en ocasiones amargas, pero igual disfrutas cada fruta que te comes y te nutre. Venezuela también sabe y huele a una madrugada de colores, a creatividad, a gente trabajadora, con ilusiones, con esperanza… huele a una sonrisa y a un abrazo que conforta. Venezuela sabe a un país que no se detiene. Amo mi país”, afirma esta hotelera por decisión y servidora por convicción.