en la que representaba a una joven que quería ser famosa con su baile; sin embargo, ha trabajado arduamente para dejar ese encasillamiento popular de “chica Disney” atrás.
Black lives matter
Desde los inicios, Zendaya no sólo se ha mostrado orgullosa de sus raíces afroamericanas, sino también ha luchado por su representación en la pantalla.
Con 16 años, protagonizó K.C. Undercover, una serie de Disney, y contó que dijo que sólo aceptaría el papel si su familia era afroamericana también y lo consiguió.
Su lucha se volvió aún más poderosa en el 2015, cuando decidió utilizar rastas para la alfombra roja de los premios Oscar. Giuliana Rancic, presentadora de E! Entertainment, dijo que su cabello probablemente olía a marihuana y fue toda una polémica.
Zendaya tras enterarse, escribió en su Instagram: “Utilicé el cabello así para mostrarle a las personas de color que nuestro cabello es suficientemente bueno”. El mensaje fue tan revolucionario que hasta Mattel respondió a favor haciéndole una Barbie personalizada con el cabello con rastas.
Asimismo, durante las semanas más álgidas de protesta contra el racismo en los Estados Unidos este año, Zendaya cedió su cuenta de IG a las líderes del movimiento Black Lives Matter para darles visibilidad. Igualmente, en su discurso de aceptación de los Emmy este año dedicó unas palabras a los que siguen batallando en las calles diciendo: “Los veo, los admiro y les agradezco”.
La euforia de Rue
Todos los tabúes que necesitan ser visualizados están presentes en la serie Euphoria de HBO. Sexo, drogas y trastornos mentales son reflejados en un grupo de adolescentes con vidas muy complicadas. Para Zendaya, ha sido el paso “más difícil, agotador y emocionante” de toda su carrera.
La serie de Sam Levinson es un escáner de los excesos y ansiedades de la Generación Z. Pero además, resultó ser el spotlight perfecto para que Zendaya mostrara su versatilidad y madurez como actriz.
Rue, su personaje, es una joven con trastorno bipolar que también es adicta a las drogas. Mientras intenta rehabilitarse, lucha contra sus recaídas, las consecuencias de las drogas y sus problemas sociales. Todo mientras descubre el amor y trata de merecerlo.
Zendaya logra encarnar a la problemática Rue de forma tan magistral que ganó el Emmy a la Mejor Actriz Dramática este 2020 rompiendo dos récords a la vez: es la actriz más joven que lo logra (24 años) y la segunda afroamericana en conseguirlo (la primera fue Viola Davis).
Lo más importante para Zendaya con su papel de Rue es darle un foco a una realidad diferente a la de ella: “Lo bueno de Euphoria es que hace que otras personas se sientan menos solas en sus experiencias. Todo lo que queremos con nuestro trabajo es dar visibilidad”, comentó en una entrevista de Teen Vogue.
Una de las características que hacen que Zendaya sea de las actrices más queridas y admiradas del momento es su sinceridad. Parte de su trabajo ha sido visibilizar la importancia de la salud mental porque ella sufre de ansiedad desde muy pequeña.
Comenzó como un ataque de pánico en un examen del colegio y después volvió cuando tenía 16 años y uno de sus proyectos se canceló. Confiesa que siempre tiene que buscar hacer las paces con su mente y estar en constante contacto con su lado artístico.
“Mi ansiedad viene de la presión que pongo en mi misma, de intentar de hacer lo mejor que pueda y no cometer errores. Definitivamente no lo tengo bajo control. No tengo la clave, si alguien la tiene, por favor dígamela”, comentó en una entrevista.
Haciéndole honor a su nombre, que significa “dar gracias” en un dialecto de Zimbabue, Zendaya trata de mantenerse enfocada en lo importante: su carrera y su familia.
Dato curioso: confiesa que a veces llama a su mamá y la hace quedarse con ella vía telefónica hasta que se queda dormida. Eso la ayuda a sentirse en casa sin importar en dónde esté.
Red carpet queen!
Su forma de ver la moda escapa todos los moldes posibles. Zendaya convirtió su presencia en las alfombras rojas en todo un espectáculo desde que se presentó como Juana de Arco en la MET Gala del 2018, la cual tenía una temática religiosa y ella portó una elegante armadura haciéndole un homenaje a la famosa santa y guerrera francesa.
No podía bajar el nivel y, al año siguiente, en la misma alfombra, apareció como Cenicienta. Su traje se iluminaba mágicamente con la ayuda de su “hada madrina”.
¿Otros looks memorables? Su vestido verde de Vera Wang la transformó en una Ariel afroamericana que nadie se atrevió a criticar y su coraza metálica fucsia de Tom Ford nos llevó a soñar con una moda surrealista.
Usando sus atuendos como extensiones de su personalidad, trabajó de la mano de Tommy Hilfiger para crear su propia colección “TommyXZendaya”, donde los grandes protagonistas fueron los estampados y las siluetas vintage.
La más joven en:
-Ganarse un Emmy
-Ser juez invitada en Project Runway
-Ser embajadora de Lancôme