Al llegar, uno se sorprende del drástico cambio de ambiente… el tráfico y lo convulso de la ciudad quedan atrás para dar paso a un ambiente exclusivo. El restaurante ocupa toda la azotea de la edificación y grandes toldos sobresalen en esta terraza, donde la vista corta el aliento y es el lugar perfecto, no sólo para almorzar (especialmente un late lunch a media tarde), sino también para cenar bajo las estrellas o para disfrutar de un after office junto al bar que es el centro focal.
La reconocida chef Johanna De Freitas es quien lleva el mando de la cocina de este establecimiento, lo cual nos indica que absolutamente todo lo que se va a degustar es sinónimo de calidad, creatividad y buenos sabores. Y no podía ser de otra manera, ya que cuando ella trabajó durante seis años en el equipo de Alto, se convirtió en el único restaurante venezolano que ha estado en la lista de San Pellegrino de los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica.
En Iki, Johanna ha creado una carta en la que sobresale la gastronomía Nikkei, donde los sabores tradicionales peruanos se conjugan con el nipón para crear esos platos tan conocidos como el ceviche, el tiradito y el sushi, los cuales están elevados de manera significativa a gourmet. Sin embargo, también hay oportunidad para ver y saborear esta cocina conjugada con la nuestra, y es así que encontramos platos tan autóctonos como el socarrat de guiso margariteño o las sardinas presentadas como si fueran nigiris.
“Tenemos una propuesta gastronómica asiática fusionada con sabores latinoamericanos y productos locales, logrando una experiencia totalmente diferente y autóctona en comparación a lo que encontramos, hoy en día, en algunos restaurantes asiáticos de la ciudad de Caracas. Esto se logra elaborando nuestros platos con ingredientes nacionales frescos y de la mejor calidad”, afirma la chef Johanna.

Experiencia Iki
Al entrar al restaurante, nos reciben con un aperitivo japonés y con un pequeño abreboca, cortesía de la casa, que puede ser tartar con tostones o cancha. Desde ahí se comienza a vivir la experiencia Iki, en donde el viaje ya deja de ser visual y pasa a ser gustativo y sensorial. Para esto se cuenta con la atención de su personal, quienes están más que dispuestos a guiarnos por la extensa carta del lugar, a la que se le suma la de coctelería de autor.
De entrada fría, nada mejor que comenzar con uno o varios de los ceviches que ofrecen. El ceviche de chicharrón es un must, son pequeños tropezones de pork belly con salsa acevichada y alga nori crocante; otro impelable es el ceviche carretillero, que es chicharrón de calamar y cubos de batata rosada dulce bañados en leche de tigre de ají amarillo y rocoto; pero también está el ceviche tradicional con un pequeño twist, gracias a su cremoso de batata dulce y parchita, con galleta de arroz de la casa.
Luego se encuentran los tiraditos, donde hay que resaltar el de Shiromi Usuzukuri (que viene con salsa de ají amarillo ahumado) y el Tako (con vegetales torchados, emulsión de aceituna de botija y chicharrón).
En cuanto a las entradas calientes, ¡todo es imperdible! No obstante, debemos destacar las vieiras a la parmesana; las sardinas fritas con mojito caribeño y salsa de ají amarillo (que tienen una textura increíble); y el socarrat, que es una capa caramelizada de arroz que se crea en el fondo del caldero, el cual aquí se presenta en forma de cono con pabellón oriental compuesto por guiso de pescado y ají margariteño en su interior… es una especie de crepé pequeña, pero hecha con el “pegado” del arroz, con una textura crocante muy interesante.
En la carta principal hay variedad de opciones. Si lo que te gusta es la comida japonesa, hay nigiris y todo un apartado de rolls. Son de tamaño correcto y con combinaciones inusuales. Por ejemplo, ofrecen el “Vuelve a la Vida Iki”, que viene con langostinos, pasta de rocoto, queso de cabra con topping de vuelve a la vida y kétchup de rocoto; está también el “Placer Roll”, que es sin arroz con salmón fresco, palmitos, aguacate, queso e hilos de batata crocante; sin embargo, el que más nos gustó fue el singular “Wagyu Roll” con tartar de carne acevichado, aguacate, Wagyu flambeado, salsa kabayaki y salsa de rocoto.

El lado especial
Si lo que buscas es sorprenderte (o sorprender a alguien especial), hay que elegir donde están “Las Creaciones del Chef”. Aquí Johanna nos deleita con su ingenio. Hay desde paletilla de cordero en chicha de jora con puré de papa andina y shitake; hasta costillas BBQ que se deshacen en la boca acompañadas de un delicioso maíz batayaki (que es súper dulce y suave) o un exquisito arroz meloso tipo risotto de mariscos, pero todo preparado a la manera Iki, donde el esmero y los altos estándares se notan en cada plato gracias a su ejecución y presentación.

El final no puede ser más dulce y original. Sus postres también están a tono con toda la propuesta del restaurante. El chef pastelero se llama Robert Campoverde y presenta postres inéditos, llenos de creatividad y de ingredientes inusuales. Resalta “En honor al Amazonas”, que está elaborado con elementos selváticos. Se trata de una crema de copoazú que se funde con otra dulce y chocoazú; además, lleva pequeños cuadritos de gelatina de arazá y está coronado con un topping de hormigas limoneras. Sin duda, todo un homenaje a nuestro querido Amazonas y su exuberancia.
Para los gustos más tradicionales, está el chocococo que enamora por su presentación, texturas y sabor; y, por supuesto, el rico suspiro limeño que en Iki Rooftop Kitchen lo presentan asemejándose a una milhojas.
Sin duda, un lugar en nuestra capital que lo ofrece todo: buena gastronomía, una vista espectacular y gran servicio.

 

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Coordenadas
Dirección: PH de la Torre Jalisco de Las Mercedes
Horario: Domingo a miércoles de 11:30 am a 11:00 pm. Jueves a sábado hasta las 12:00 am
Instagram: @iki.rooftopkitchen

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