Sin embargo, al principio, aunque muchos compradores de Estados Unidos veían con admiración las piezas de Clarissa, no se animaban a comprarlas porque consideraban que no calarían en el target norteamericano, que usaban más los típicos leggings negros con un top sencillo y ya.
Pero Clarissa, confiada en su proyecto, se dedicó a hacer toda una campaña en redes y mostraba a decenas de mujeres (y ella misma) vistiendo sus diseños: “Se trata 100% de la constancia y el creer en tu innovación. Al principio se siente muy solitario, porque no estás montado en una ola de tendencia que sabes que te van a comprar. Pero yo me mantuve firme para demostrar que mi idea sí se podía llevar a la vida real”.
También contribuyó mucho que, cuando ella creó su marca hace siete años, empezaron a surgir todos los
de las grandes firmas de moda de lujo.
El pasado mes de marzo, Clarissa ganó el título de Diseñadora del Año en el Latin American Fashion Summit, una plataforma creada por Estefania Lacayo y Samantha Tam para premiar lo mejor del diseño latinoamericano en el mundo. La más reciente edición se llevó a cabo en Miami, donde Clarissa resultó ganadora por su trabajo con Port de Bras.
Era la cuarta vez que participaba y confiesa que la primera vez que fue al Latin American Fashion Summit, que fue en la Ciudad de México, se sentía “un perro verde, porque era toda una industria del
resort wear, puros estampados tropicales, y yo con mi
activewear futurista. No calaba ahí para nada”.
Al año siguiente, Estefania Lacayo la volvió a invitar para la edición que se haría en Cartagena, pero Clarissa seguía pensando que su propuesta todavía no era para ese tipo de evento, así que le dijo que mejor sólo iba a la parte del showroom para tener presencia de marca y lo vendió todo: “Mi esposo tuvo que ir a Caracas y llenar otra maleta porque nos quedamos sin nada. Fue Carolina Herrera, nos grabaron… de verdad que fue espectacular”.
Eso la animó a volverse a meter al año siguiente, pero por la pandemia, fue en versión digital. Clarissa se sintió muy orgullosa porque le pidieron ser una de las
speakers y eso fue una señal inequívoca que le veían un gran potencial.
Y así llegó al 2022 con mentalidad ganadora. Quedó en el top 5 final y pudo presentar su marca ante el jurado: “Era una gran oportunidad para presentarle a toda esa gente mi historia, mi proyecto y mi marca. Quería hacer algo distinto. Parte de lo que teníamos que hacer era un video e hicimos uno espectacular en el Hotel Humboldt con tres bailarinas venezolanas hermosas (…) Los jueces buscan cinco cosas: originalidad, potencial de escalar la marca, calidad y diseño, inserción en el mercado (capacidad de suplir una demanda internacional) y
story-telling”.
Power woman“Para mí ser mamá fue lo que mas bien me hizo hacer Port de Bras, en el sentido de que me hizo terminar de desarrollar mi potencial creativo. También me hizo ser una mujer más disciplinada, organizada y responsable, porque lo que haces con tu marca es un poco lo que haces con tus hijos: no hay vacaciones, tienes que alimentarlos todos los días, estar encima de ellos… Agradezco mi experiencia de madre para aplicarla a mi vida de empresaria”, nos dice orgullosa.
Clarissa trabaja desde casa lo más que puede y cuando le toca viajar trata de llevarse a sus hijos con ella: “Alana llegaba con sus diseños para sus muñecas y nosotros se los hacíamos”. Igualmente, “quería que ellos vieran el sentido de trabajo, la responsabilidad con el medio ambiente, el trato a la gente, liderazgo con respeto, que vean como yo admiro a quienes trabajan conmigo y viceversa”.
Lo que vieneDesde hace casi dos años vive en Madrid y trabaja con una fábrica en Portugal para poder cumplir con la alta demanda que tiene; sin embargo, el corazón de sus operaciones sigue estando en Venezuela, donde empezó todo y todavía se hace la parte del diseño, patronaje y colecciones cápsula: “Venezuela sigue siendo el pilar fundamental de todo lo que sale de Port de Bras”, afirma Clarissa.
En la capital española, está logrando poco a poco que las mujeres también vean las infinitas posibilidades del
athleisure, ya que no es todavía como lo vemos en Estados Unidos o Latinoamérica.
Aunque se lo han pedido mucho y su esposo está involucrado en su marca, Clarissa aclara que “ella no diseña para hombres”; por lo menos no por ahora, pero no se niega a hacerlo en un futuro.
La idea de hacer una colaboración con alguna marca de zapatos deportivos es lo que más le llama la atención actualmente, pues es el complemento perfecto de las piezas de Port de Bras: “Es un estilismo que va completo. Ya lo estoy investigando, haciendo diseños, pero definitivamente es algo que va más de la mano con una colaboración con alguien que ya sea experto en la parte de confección de un zapato deportivo”.
Sus recomendaciones en Madrid
Clarissa hace ejercicio en el estudio de Tracy Anderson, una experiencia que súper recomienda porque además es el único estudio que hay de ella que no sea en Nueva York o Los Angeles. De allí tomar un cafecito en Roots Lamarca. De restaurantes, recomienda Ramses y Patio de Leones, “que no son tan turísticos como la gente cree”. Se hace sus manos, faciales y tratamientos en el Six Harmonies Spa, que está cerca de la Puerta de Alcalá “con paquetes muy chéveres”. Y para cenar, Bar Manero, “con un rollo súper parisino, tapas muy gourmet, una rica champaña y un ambiente muy lindo para pasarla bien con amigos”.
En cápsulas
Diseñador favorito: Coco Chanel
Una práctica deportiva (además del ballet): Me encanta correr
Color favorito: Azul marino
Una película: My Fair Lady y todo lo de Audrey Hepburn
Una canción: Me encantan las de Sia, sobre todo Unstoppable
Un libro: Breathlogy, porque fue un libro que me cambió la manera de regular mis emociones a través de la respiración
Un lema de vida: Sé siempre rebelde
Un sueño de vida: Vivir una temporada en París trabajando en moda
IG: @clarissa_egana