CARA A CARA
Nicola Coughlan
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Algunos lo vieron venir desde un principio y a otros les tomó por sorpresa que ella -bueno, su personaje Penelope- fuera Lady Whistledown en la popular serie de Netflix Bridgerton, cuya segunda temporada se acaba de estrenar en esta plataforma de streaming.
Coughlan nació en Irlanda en 1987, en la ciudad de Galway, y confiesa que a veces bromea diciendo que Ed Sheeran escribió la canción Galway Girl en honor a ella y hay personas que se lo creen. Desde muy niña supo que quería dedicarse a la actuación, luego de ver a su hermana en una obra colegial de teatro, así que se preparó yendo a The Oxford School of Drama y la Birmingham School of Acting.

Bridgerton no fue la primera vez que se puso un corset, ya que antes participó en la serie de televisión británico–estadounidense Harlots, en el rol de Hannah Dalton. Actualmente, también trabaja en la serie Derry Girls, cuyas dos primeras temporadas están en Netflix Latinoamérica.
No es pelirroja de nacimiento; de hecho, el icónico cabello rojo ondulado de Penelope es una peluca. Y no cualquier peluca, sino la misma que usó la actriz Margot Robbie cuando filmó la película Mary Queen of Scots (2018): “Es extrañamente satisfactorio que Margot y yo tengamos el mismo tamaño de cabeza”, bromeó Nicola en su cuenta de Twitter.
A propósito de sus redes sociales, no dejen de seguirla tanto en Twitter como en Instagram, pues no sólo tiene un gran sentido del humor, sino que además comparte muchísimo contenido, incluyendo videos de ella y sus compañeros de trabajo detrás de cámara.
 
El año pasado, cuando los Golden Globes se hicieron de forma remota por la pandemia y los artistas salían en sus casas vestidos con sus mejores galas, le hizo frente a una periodista que twitteó lo siguiente: “La chica gorda de Bridgerton lleva un cárdigan negro en los Globos de Oro. No importa lo sexy y elegante que seas, si eres una chica gorda siempre habrá un cárdigan negro que pensarás usar, entonces decides no hacerlo, pero al final lo llevas porque sientes que debes hacerlo”.
Aunque cobardemente no taggeó a Nicola, ella igual supo de este comentario y elegantemente le respondió: “Pensé que el cárdigan se veía genial. Molly Goddard los usó en la pasarela con sus vestidos y de ahí surgió la idea. También tengo un nombre”. La periodista se disculpó.
No obstante, ella no se considera una activista del positivismo corporal: “Hay muchas personas increíbles que sí lo son y las admiro y pienso que son maravillosas. Pero ese no es mi foco, yo soy actriz. Si tuviera que interpretar a una bailarina o a una gimnasta tendría que bajar de peso, y si tuviera que ser un luchador de sumo tendría que aumentar muchos kilos. Si es relevante en el guión, es relevante para mí”.