Entrevista CEL
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Ana: ¿Cómo definirían ustedes al CEL?
José: Para mí, es lo máximo. Después de haber estado en el CEL, jamás pensé que iba a poder vivir lo que estoy viviendo actualmente (en el CEL también), porque mis hijos lo vivieron, y no solo eso, sino que mi esposa también lo pudo vivir. Yo prácticamente afronto la vida y mi día a día con lo que aprendí en esta institución y en la montaña. Entonces, para mí es una experiencia magnífica, y por eso soy muy feliz de que mi familia lo haya podido vivir, y ustedes que son mis hijos adoptivos también. Uno los ve evolucionar y crecer.
Carlos: Yo opino que el CEL te abre la mente y te hace ver las cosas de una forma diferente. Creo que es un modo de vida, un modo de ser, y es algo que agradezco mucho. A lo largo de mis 7 años, me he dado cuenta de que el CEL no solamente te da amigos y personas importantes, sino que, además, te cambia la vida por completo.


A: ¿Qué factores del contexto histórico del colegio y del país hicieron que se desafiara su gestión?
J: Yo tuve la suerte de que en el año 88 justamente el CEL estaba cumpliendo 50 años de vida, y desde el inicio del año se organizó una serie de eventos para conmemorarlos; uno de ellos fue la primera verbena del CEL. En cuanto al país, nosotros nos íbamos, por ejemplo, todos los fines de semana con un jefe de quinto o cuarto año y cuatro muchachos de primer año a dormir a cualquier lado del Ávila. Bajábamos al día siguiente y casi nunca pasaba nada. Era muy fácil la vida, en cuanto al país como tal.
C: Evidentemente, a la Directiva de este año no le ha tocado fácil. Más allá de la situación del país, nos encontramos con esta situación mundial que es la pandemia del Coronavirus. Poco a poco hemos intentado llevar a cabo las actividades; no ha sido fácil, pero menos mal que en estos tiempos hemos logrado hacer diferentes actividades con exalumnos para no perder ese espíritu celista.


C: José, yo te quería preguntar cómo tú ves el CEL ya un poco más desde afuera, pero siempre teniendo a Ignacio y a Victoria que son tus hijos (que siguen participando activamente en el CEL).
J: Para mí es maravilloso, como comenté antes, que ellos hayan podido vivir eso. El CEL evidentemente tiene muchísimos cambios desde cuando yo estuve, y habrá cosas buenas y malas en comparación con mi época, pero es lo que hay y a mi parecer, es buenísimo como está. Un tiempo después de que yo me gradué, antes de que mis hijos entraran al colegio, la verdad estuve desconectado de lo que era el CEL y creo que hubo un momento en que esa comunicación no pasó completa, esos conocimientos (de materiales, de la parte espiritual, etc) que se pasan de promoción en promoción. Es algo que yo podría ver, que de alguna forma pudiese haber carencia actualmente en el CEL. Pero, si tu pregunta es en general, para mí sigue siendo una institución base del colegio; en mi época, por ejemplo, los celistas resaltaban porque eran los líderes del colegio, delegados de los cursos, e incluso en los deportes: aunque no lo crean, se podía estar en el fútbol y en el CEL también, y estabas en el básket y estabas en el CEL. Todo lo que destacaba tenía mucho que ver con la gente del CEL. Como te digo, sigue siendo una institución excelente. Yo tuve la suerte de que tuvimos al padre Galdos desde 5to grado hasta 5to año. Sé que ustedes tuvieron esa suerte en sus primeros años, porque yo fui acompañante en varias excursiones, y lo que hacía solamente el padre Galdos en mi época es lo que tratamos de hacer los papás acompañantes, y siempre nos quedábamos cortos (risas).


C: José, tú con la gente de tu promoción, con los que estaba un año arriba o un año debajo de ti, con los que compartiste directiva o simplemente CEL, ¿sigues teniendo contacto con ellos, algún lazo de amistad?
J: Sí, evidentemente mis amigos de la vida son mis amigos del colegio y más específicamente los del CEL. Los padrinos de Victoria e Ignacio fueron ambos celistas, pero claro, esos son los amigos de toda la vida; y una de las cosas bonitas del CEL es esa, lo que acabas de decir: de otras promociones. Por ejemplo, el que fue subdirector cuando yo estaba en primer año hoy en día es uno de mis grandes amigos. Entonces, eso es lo bonito del CEL: establecer esos vínculos con personas de otras promociones que te duran toda la vida. Espero que ustedes lo mantengan también.