LA LUZ QUE NO PUEDES VER:
LA LUZ QUE NO PUEDES VER: Perspectiva del golf femenino en Izcaragua
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Iraián Lopez
Comisión de Golf Femenino IZCC

El título de este artículo puede evocar una miniserie de Netflix, pero en realidad, sirvió de inspiración para abordar la motivación detrás del crecimiento del golf femenino, tanto a nivel global como en el querido Izcaragua Country Club. La intención es fomentar el apoyo y desarrollo de este deporte entre las mujeres, ofreciendo una perspectiva única sobre su participación en el golf y su impacto en la comunidad del club Izcaragua.

Cuando recibí la invitación del equipo de la revista Izcaragua para presentar un artículo, lo primero que se me vino a la mente fue escribir sobre los desafíos que enfrentan las mujeres al aventurarse y apasionarse por el golf. Sin embargo, ¿por qué detenerse en los desafíos cuando es importante centrarse en los logros que, como muestra la historia, hemos obtenido en el golf femenino? Durante mis más de 5 años en la Comisión de Golf Femenino en el Izcaragua, mi principal objetivo ha sido motivar y apoyar a las mujeres en este deporte unificador; instándolas a superar el miedo de compartir su juego, ya sea en un partido amistoso o en uno competitivo, ya que el golf, gracias a su sistema de handicap, es uno de los deportes más igualitarios.

El golf, a menudo considerado uno de los deportes más elegantes, formales y nobles, y para muchos, uno de los más desafiantes, carece de certeza sobre sus pioneros cuando nos adentramos en sus orígenes.

En el caso del golf femenino, la primera mujer de la que se tiene constancia que jugó al golf fue María Estuardo, reina de Escocia y única hija legítima de Jacobo V. Esto convirtió el golf en un deporte respetable para las nobles mujeres en la época victoriana. Ella llevó el golf a Francia, donde realizó sus estudios, y sus asistentes en el campo eran conocidos como "cadets", término que más tarde se transformaría en lo que hoy conocemos como caddie.

María Estuardo

María Estuardo es considerada “la primera mártir del golf”, a quien se le reprochó en el juicio previo a su decapitación, que pocos días después de la muerte de su marido, estuviera practicando golf en St. Andrews.

A mediados del siglo XIX es cuando comienza a verse regularmente a las damas de alta sociedad en los clubes de golf. En esta época las damas debían llevar una vestimenta que limitaba sus movimientos en el juego y las reglas fueron adaptadas para ellas, pues resultaba indecoroso que las golfistas elevaran el palo por encima del hombro. Es en 1893 con la creación de la Unión de Mujeres Golfistas de Irlanda que estas reglas se empiezan a flexibilizar y a su vez las mujeres en América empiezan a exigir a sus esposos la construcción de campos de golf para ellas; ya que estos no les permitían jugar en los suyos y cuando estos se negaban, ellas creaban sus propios campos.

A partir de 1900, la popularidad del golf empieza a crecer y con ello el golf femenino se abre paso en la historia; es así como a partir de los años 20 hay una gran evolución en Gran Bretaña y a partir de los años 50 esto sucede en Estados Unidos. En 1927, Miriam Burns Horn escandalizó al mundo del golf al convertirse en la primera mujer divorciada en ganar un título de golf femenino amateur. A finales de los años 20 ya existen 9 torneos de golf femenino a nivel amateur y es para los años 40 y 50 cuando logra hacer un espacio dentro de la competencia profesional.

Desde aquí se empiezan a escuchar nombres de mujeres que han marcado la historia del golf femenino:

1.- MILDRED ELLA DRIDIDRIKSON “Babe” ZAHARIAS: Durante 5 décadas, fue la única mujer capaz de superar el corte en un torneo de golf profesional masculino, hasta que Michelle Wie repitió su hazaña en 2006. Inscrita en el Salón de la Fama del Golf Mundial en 1951.

“Babe” Zaharias

2.- PATRICIA JANE BERG: Ganadora de 29 títulos Amateur. En 1943 gana el Open Femenino de los Estados Unidos y en 1950 se convierte en uno de los 13 miembros de la LPGA y ocupo el cargo de presidenta.

3.- MARY KATHRYN WRIGHT: Ganadora de 82 eventos encabezando la lista de dinero de la LPGA durante 4 temporadas consecutivas.

4.- ANNIKA SÖRENSTAM: Numero 1 mundial durante casi 2 décadas. A lo largo de su carrera ha ganado 93 torneos de golf. En el 2003 ingreso al Salón de la Fama del Golf Mundial, en 2004 recibió el Premio Laureus a la mejor deportista y en el 2005 se convirtió en una de las primeras mujeres socias de The Royal and Ancient Golf Club of St. Andrews.

Annika Sörenstam

Para la década de los 50 se crea la Ladies Professional Golf Association, mejor conocida por sus siglas LPGA; con la finalidad de promover el golf femenino profesional con una serie de torneos a disputarse entre las mejores exponentes de este deporte. Gracias a esta liga se han dado a conocer nombres de grandes mujeres golfistas de diferentes partes del mundo; entre ellas las venezolanas Chela Quintana, Maru Martínez y Verónica Felibert; la mexicana Lorena Ochoa; las estadounidenses Lexi Thompson y Michelle Wie; las asiáticas Lydia Ko e Imbee Park por nombrar solo algunas. Así, vemos como a través de la historia el golf femenino se abre paso a nivel mundial con jugadoras de alto nivel competitivo.


Lorena Ochoa

En Venezuela, el golf femenino también ha tenido un repunte importante y nuestro hermoso y querido club no podía quedarse atrás. Izcaragua Country Club es actualmente uno de los clubes con mayor número de mujeres aficionadas al golf, muchas de las cuales iniciaron con el propósito de divertirse y relacionarse socialmente con sus partners pero luego se convirtieron en grandes competidoras que han dejado en alto su nombre y el de Izcaragua en Campeonatos Nacionales e Internacionales. No podemos pasar por alto, a nuestra generación de relevo, un talentoso semillero de niñas que, motivadas y apoyadas por sus padres, hoy están labrando un camino exitoso hacia el golf profesional.

Amiga golfista, LA LUZ QUE NO PUEDES VER es esa que irradias en cada paso que das día a día en tu afán por conseguir echar por tierra la idea de que el golf es un deporte solo para caballeros. Aún queda mucho por hacer; no decaigas, no permitas que cada dificultad sea un obstáculo, sino un motivo para seguir luchando y mostrando al mundo las maravillas que como mujeres podemos lograr.