Izcaragua Country Club una gestión respaldada por la calidad y el prestigio
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Por Iván Pérez 

La autopista Mariscal de Ayacucho es el principio que conduce a la aventura, dejando atrás la ciudad de Caracas a tan solo 15 minutos, para arribar al Izcaragua Country Club, donde al llegar se experimenta un ambiente agradable y acogedor, que invita al goce y al descanso.

El Izcaragua ofrece una de las mejores y más desafiantes experiencias para los socios y sus familiares, rodeado de una exuberante naturaleza en plenitud, cancha de golf, tenis, piscinas, cafés, restaurantes y senderos naturales, entre tantas otras maravillas.

Situado en un lugar privilegiado, se ha convertido con el tiempo en un destino especial para los socios, los amantes del deporte al aire libre, el ejercicio y el compartir en total libertad. Los alrededores constituyen un collage matizado por el verdor de las montañas, los cánticos de las aves y de animales que gozan de su independencia. A ello se añade la cultura que se ha impuesto como un signo característico y de identidad del club y lo es la familiaridad que comparten los socios que rondan en cada espacio con cortesía y satisfacción, al descubrir el bienestar que les proporciona este club de gran linaje y tradición.

A través de su vida, el Izcaragua Country Club ha sido un estandarte del golf, del tenis y la práctica ecuestre, contribuyendo inmensamente en el desarrollo de estas disciplinas deportivas en el país. En este sentido, propicia encuentros y respalda a jugadores con potencial para alcanzar niveles superiores en competencias de nivel nacional e internacional.

Otra de las virtudes que prestigian al Izcaragua Country Club se asienta en su actividad gerencial, conducida por personas de intachable trayectoria, como sus directivos y la presidenta de la Fundación, Sylvia Briceño, quien ha desplegado junto al Comité de Damas una serie de planes que favorecen a los empleados directos del club, los niños y la comunidad vecina.

Estos planes abordan el desarrollo de actividades deportivas, culturales y médicas con un alto impacto positivo, porque contribuyen a prevenir padecimientos con diagnósticos oportunos. De la misma forma, se respaldan los tratamientos médicos y se promueve que los empleados exhiban una salud integral. En ello tienen un crédito especial los médicos socios del club, quienes con esmero y desprendimiento reservan un tiempo para realizar chequeos, despistajes y consultas con un resultado beneficioso para los trabajadores.

Asimismo, los trabajadores directos, indirectos y parte de la comunidad aledaña al club reciben asistencia para su esparcimiento y esto va unido a estimular las actividades educacionales de los hijos de los trabajadores con la entrega de útiles escolares, meriendas, almuerzos y la cesta de navidad.

Pero, este programa no termina acá. Vale destacar el respaldo que ofrece el club a las actividades deportivas y recreacionales de los empleados y sus hijos. Así que siempre observarán en ellos un rostro alegre y un espíritu elevado que solo conoce la gratitud y la buena disposición para el trabajo, honrando cada compromiso con eficiencia.

Todo ello va de la mano con uno de los objetivos que sustenta a esta institución, como lo es establecer, sostener y desarrollar el Club Izcaragua para satisfacer las necesidades sociales, deportivas y culturales de la zona. La idea consiste en que sea un lugar para que los diversos miembros se conecten, crezcan, se diviertan y así tener un impacto positivo en sus vidas.

En todo ello se distingue la excelencia de los servicios que brinda, enfocado principalmente en fomentar la sana convivencia social y el intercambio cultural, sustentando en los valores humanos y la responsabilidad social para asegurar la satisfacción de los socios.

Hoy día, mantener el club demanda mucha imaginación, visión y acciones que favorezcan su mantenimiento preventivo y correctivo. Igualmente, existe el empeño por conservar el nivel de un club que a través de muchos años ha ostentado la excelencia de sus servicios, innovando siempre para estar a la vanguardia, logrando la calidad de sus operaciones para asegurar la estabilidad, la satisfacción plena de los actuales socios y la preferencia de futuras generaciones.

Por encima de todo Izacaragua Country Club encierra una parte significativa de la historia de Venezuela, ya que, a lo largo de sus más de cien años, la han visitado importantes personajes de la sociedad, el deporte, la economía y la cultura de este país. Aunado a esto, su diseño, estructura y construcción tienen, por sí mismos, su propia historia que no pasa de moda.