Podemos envejecer con gracia
Por Constanza Torrico Benavides: Envejecer es inevitable, elegir cómo transitar ese camino es una opción y hacerlo con gracia, belleza y alegría es la mejor elección
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Podemos experimentar una vida plena, saludable y feliz, preparando el camino y aprovechando la experiencia que los años nos brindan. La edad presenta desafíos pero también ofrece oportunidades. Con el paso de los años aceptamos como somos, crecemos en madurez emocional, nos molestan menos los altibajos de la vida y aprendemos lo que realmente importa.

¿Cómo lo logramos? ¿Cuáles son los secretos para envejecer con gracia? Parece fácil, pero requiere cierta disciplina. Requiere incorporar rutinas saludables y rituales de belleza y cuidado personal para preservar la salud física, mental y emocional, que ayuden a elevar nuestro nivel de bienestar y con ello envejecer bien, con naturalidad, con gracia y elegancia. Acá les mencionamos hábitos que ayudarán a lograr el cometido:


Audrey Hepburn: La belleza de la mujer solo crece con el paso de los años

1.) Reducir el estrés. Ante situaciones de tensión nuestro cuerpo produce cortisol –la hormona del estrés–. A mayor tensión, mayor cortisol, cuyo exceso produce efectos oxidativos devastadores como envejecimiento prematuro de las células, piel opaca, resequedad, alopecia, canas, aumento de la presión arterial, falta de sueño y sobrepeso, entre otros. Afortunadamente podemos combatir el estrés adoptando hábitos de vida saludables. En casos crónicos se sugiere ayuda profesional.

2.) Dormir lo suficiente. La mayoría de nosotros necesitamos de 7 a 8 horas por noche para descansar, lucir y sentirnos lo mejor posible. Durante el sueño nos recuperamos, las células de nuestra piel se regeneran, nuestros niveles de cortisol se ajustan y nos sentimos de mejor ánimo, mentalmente alertas, renovados y rejuvenecidos.

3.) Dieta balanceada. Alimentar nuestro cuerpo con comida sana, hidratarnos, llevar una dieta equilibrada y variada, baja en sal y alimentos procesados, rica en frutas y verduras, que asegure la ingesta de vitaminas, minerales y antioxidantes; nos ayudará a mantener un peso estable, prevenir enfermedades cardíacas, diabetes, bajar la presión arterial y prevenir accidentes cerebrovasculares. Nos sentiremos energizados, ágiles y livianos.

4.) Cuidar tu piel. Una piel cuidada es un gran aliciente a la hora de sentirnos más frescos. Cuidarnos de la exposición exagerada y sin protección al sol. Tal vez, puede ser el momento de cambiar nuestra rutina de cuidado personal y probar productos naturales para nutrir la piel de manera limpia, sin preservantes ni aditivos tóxicos.

Un aceite facial antienvejecimiento es una buena idea pues sus principios activos botánicos aumentan la producción de colágeno y elastina, engrosan las glándulas sebáceas de la piel que trabajan para sellar la humedad y evitan la evaporación del agua de la piel para mantenerla hidratada, aportando tersura y suavidad. Además tienen carga de fitonutrientes, vitaminas y propiedades antioxidantes, antiageing, antiinflamatorias y antibacterianas. Los cambios son buenos y el resultado final será una piel más tersa, con mejor tono y brillo.


Dormir lo suficiente hará que las células de nuestra piel se regeneren, nuestros niveles de cortisol se ajusten y nos sintamos de mejor ánimo / Foto iStock 

5.) Ejercitarse. El ejercicio nos mantiene jóvenes, retrasa el envejecimiento a nivel celular, aumenta nuestra energía, flexibilidad y sensación general de bienestar. Opciones hay muchas, desde caminar, practicar Yoga, Tai Chi o Pilates hasta disciplinas más enérgicas como clases de spinning, running o de baile.

6.) Simplificar. Cuando se trata de envejecer bien, la simplicidad es clave y para ello ayuda hacer espacio desechando los excesos y descubrir qué nos brinda bienestar, paz y armonía, y qué realmente nos hace felices.

7.) Aprender algo nuevo. Uno de los verdaderos secretos para mantenernos mentalmente activos, alertas y jóvenes es nunca dejar de aprender. La vida está llena de oportunidades para cultivarse, formarse y desarrollar nuevas habilidades. Nuestro cerebro y nuestra alma lo agradecerán.

8.) Practicar Mindfulness y meditación. La meditación y la atención plena nos devuelven al momento actual. Cuando somos plenamente conscientes del momento estamos comprometidos, vivos, conectados con quienes somos, con quienes nos rodean y con lo que está sucediendo frente a nosotros. Restar ansiedad y preocupación innecesarias suma jovialidad a nuestras vidas. Hay infinidad de recursos gratuitos o aplicaciones de meditación como Headspace o Breathe & Think para ayudarte a vivir en el aquí y el ahora.

9.) Agradecer y celebrar. Concentrarse en la felicidad y agradecer lo que la vida nos brinda y celebrarlo es una actitud que brinda satisfacción y alegría. Tal vez requiera cierta práctica y constancia para convertirla en un hábito, pero bien vale el esfuerzo porque hará que nos sintamos renovados, con mayor paz.


Constanza Torrico Benavides es abogada de la UCAB con especialidad en Ciencias Penales y Criminológicas.
Realizó estudios de Botánica y Aromaterapia en Tisserand Institute.
Instagram: 
@greensoul.caracas