El diseño y la calidad al comunicar definen a Rocío Higuera
Por Pedro Rojas: Su inquietud por la moda estuvo esperando el momento para manifestarse y la pausa en su carrera como periodista fue la ocasión perfecta
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Actualmente se encuentra en Venezuela y tan solo tres meses después de haber inaugurado su tienda en la Cuadra Gastronómica de Los Palos Grandes (Caracas), comenzó la cuarentena preventiva.

Hoy Rocío Higuera, periodista y presentadora de televisión, mantiene firmes sus convicciones de lo esencial que es redefinir proyectos y trazar caminos para avanzar en lo profesional.

Le Mot, que en francés significa “la palabra”, como explica, es parte de lo que ocupa su tiempo en este momento.


“De alguna manera siento que ahora todos somos reporteros, periodistas, entrevistadores” asegura

-¿Qué le ofrece su nuevo proyecto a un sector tan competitivo como la moda?

-Nuestra propuesta es sofisticada, empoderada, democrática e inclusiva. Moda sin estereotipos. No nos importan las medidas, la estatura o el color de la piel. Toda mujer que nos visite, con certeza encontrará en nuestras colecciones algo a la altura de sus expectativas. Aunque no imaginé que mi recién nacido proyecto tendría que enfrentar los desafíos que supone esta situación: aislamiento, recesión e incertidumbre, soy optimista, creo que es un momento retador y lleno de aprendizajes pues las coyunturas más complejas son las que nos fortalecen. Esta pequeña empresa, a la que cuido a diario con amor casi maternal, ha sido noble a pesar de las circunstancias. Después de esto, estoy segura de que seremos mejores.

Higuera resalta que “la ropa que escogemos vestir, esa que entre decenas de posibilidades elegimos al visitar una tienda, no la escogemos por azar. De algún modo, quizás inconsciente, nos identificamos. Cada pieza que llega a nuestro closet tiene que ver con nosotros, con nuestros gustos, nuestros propósitos, nuestra profesión... y hasta nuestras emociones”.

Está convencida de que el outfit que vestimos es extremadamente elocuente, y “siempre está hablando de quiénes somos”. Y con Le Mot, asegura, “queremos que cada look diga cosas extraordinarias”.

-¿El proyecto ha implicado una reinvención en lo personal y en lo profesional?

-La inquietud por la moda siempre estuvo presente en mí, probablemente esperando el momento para manifestarse. Y el momento llegó. La pausa en mi carrera en medios fue la ocasión perfecta para redescubrirme y reinventarme. Y hacerlo desde la moda es apasionante. Encontré una nueva manera de comunicar, porque las ganas de decir algo siguen intactas. En lo personal ha sido tan retador como lo es siempre salir de esa bien llamada “zona de confort”. Pero definitivamente, me gusta.

Temas sagrados

Rocío Higuera explica que el nombre para su tienda tiene otras energías extra, pues “yo soy una periodista enamorada de su profesión y ‘la palabra’ para mí, es sagrada”.

“La comunicación está presente en todo lo que hago. Y en este proyecto me ha servido para transmitir lo mucho que Le Mot ofrece. Me ha ayudado a estrechar vínculos con mis clientas, a interpretarlas y guiarlas. A construir un lenguaje inclusivo, cónsono con la esencia de la tienda. A demostrar que la moda no necesariamente es frivolidad y banalidad, por el contrario, se trata de una expresión, si se quiere, artística, estrechamente ligada a la cotidianidad, a los pequeños eventos que van cambiando nuestra vida. El estilo y la moda son otra forma de comunicación, elocuente y vivaz”, afirma.

Precisa que “no sueles vestir aquello que no sientes, que no tiene que ver contigo. Por lo tanto tu ropa siempre está hablando de ti. Construir la propuesta ha consistido en lograr un lenguaje sofisticado, clásico y empoderado para la mujer venezolana. En ese sentido ser periodista me ha ayudado con creces”.

-¿Qué planes ha podido afianzar con esta pausa obligada?

-Para mí avanzar no es una opción sino una necesidad. Si bien es cierto que esta coyuntura, además de inesperada e incierta, es a ratos desalentadora, no es menos cierto que la vida sigue y debemos deshacernos de excusas. Para mí este es un tiempo de resiliencia y reinvención. Durante la cuarentena hemos absorbido nuevos productos: muy pronto presentaremos nuestra colección de lentes de alta gama. También hemos avanzado para desarrollar nuestra línea de productos de uso personal, como la crema corporal y el perfume, eso tomará un poco más de tiempo pero no hemos descansado. Además ampliamos nuestra línea playera con nuevos diseños: más trajes de baño, outfits para el verano, sombreros y viseras.

Con la máxima de aprender de las experiencias, Higuera dice que ha tenido que guardar para luego algunos proyectos, como la línea para hombres. “Pero como decían las abuelitas con ese argot popular tan amigable y sabio: ‘no hay mal que su bien no traiga, ni mal que por bien no venga’. Con paciencia, todo se irá concretando”.


Está convencida de que el outfit que vestimos es extremadamente elocuente

La importancia del mensaje


Además de ser una de las principales figuras de los medios contemporáneos en Venezuela, Rocío Higuera presta mucha atención a los avances de los canales digitales en los que chefs, actores y presentadores se han hecho su espacio. Y defiende la necesidad de elevar la calidad de los contenidos sin importar la plataforma en la que son difundidos.

“Nadie puede negar que las plataformas digitales son los medios de comunicación más populares hoy en día. Yo no les resto mérito, por el contrario, valoro el aporte positivo que hacen: humanizan, acortan distancias, generan una interacción instantánea, rompen con los estilos acartonados y se erigen sobre la naturalidad. Son democráticos porque dan voz a todos sus usuarios. Son informativos porque en inmediatez difícilmente se les gane. Lo único que lamento es que no todos hagan buen uso de las redes”, apunta.

Critica que buena parte del esfuerzo de quienes incursionan en estos medios “solo busquen notoriedad pero no se preparan para ello. Contenidos burdos y vacíos a veces son los más vistos y cotizados. Y las falsas noticias crecen como avalanchas difíciles de detener”.

Cree que estos medios, tan necesarios como útiles, deben evolucionar. “Nosotros como usuarios debemos evolucionar. De alguna manera siento que ahora todos somos reporteros, periodistas, entrevistadores. Y ese fenómeno es interesante, evidencia que todos tenemos algo que decir y algo que escuchar. No obstante, me gustaría que no se pierda el misticismo y la ética. La comunicación también se estudia, se prepara, se aprende. La inquietud por formarse debe ser inherente a todo aquel que tenga como objetivo dirigirse a un público”.

-¿Qué le preocupa de los nuevos contenidos?

-Me abruma ver el mal uso del lenguaje, los atropellos al idioma, el exceso de groserías. Y aunque no soy una persona pacata y mucho menos prejuiciosa, me asusta la frivolidad y vulgaridad en estas plataformas. Así como el bullying, que se ha convertido en el pan de cada día.

-¿Cuál sería la alternativa para esos espacios?

-Me gustaría que rescatáramos nuestra capacidad de asombro, que nos convirtiéramos en usuarios exigentes y capaces. Que así como en televisión nos exigían lucir bien, expresarnos correctamente, prepararnos para cada puesta en escena, disminuya la improvisación y prevalezca el contenido de valor. Esas son las redes que cambiarán el mundo para mejor. Por supuesto que en el universo de contenidos también hay cosas que aplaudir de pie. Precisamente esas propuestas me hacen pensar que a pesar de todo estamos bien encaminados.

-¿Qué se plantea en esos espacios para Rocío Higuera?

-Respecto a mí, en lo que queda de año, pienso darle más fuerza a mi canal de YouTube con nuevo contenido. También tengo un proyecto hermoso, estilo cápsula, que lanzaré muy pronto, llamado Mujeres Extraordinarias. Unos minutos para repasar la vida de mujeres de todos los tiempos, féminas que han dejado huellas imborrables y que se salen del lote por su tenacidad y coraje. Por último, confieso que no veo el momento de regresar al género que más me apasiona: la entrevista. Creo que más temprano que tarde, volveremos a vernos En Íntimo. Es una asignatura pendiente.


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Fotos de Portada  Cortesía Rocío Higuera