El planeta reconoce y defiende la importancia de las aves
Por Gilberto Carreño: El sábado 9 de mayo fue conmemorado su Día Internacional para recordar la necesidad de preservar sus hábitats
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En silencio y en el resguardo que impone la cuarentena antivirus, diversos países celebraron el 9 de mayo el Día Internacional de las Aves, instituido por BirdLife International, organización promotora de la conservación de todas las aves del planeta, con el propósito de enaltecer y reconocer la grandeza de estos seres vivos, así como la necesidad de preservar sus diferentes hábitats.

De acuerdo con cifras de instituciones expertas, y divulgadas entre otros por National Geographic, se estima en más de 11.000 el número de especies de aves en todo el mundo, de las cuales un total de 1.419 se ubican en nuestro país.


Parkesia noveboracensis o chipe charquero / Foto archivo

Venezuela, considerado entre los casi 200 países del mundo como el número 17 entre los de mayor biodiversidad, ocupa el sexto lugar con mayor cantidad en materia de avifauna. Se calcula que alrededor de 48 de esas especies son endémicas del país, y el resto introducidas por humanos o consideradas raras o accidentales, entre las que figuran las llamadas aves migratorias que llegan por temporadas.

Entre otras especies detectadas como visitantes por la Sociedad Conservacionista Audubón están la Parkesia noveboracensis, conocida como el chipe charquero, reinita charquera norteña o reinita acuática norteña, que se reproduce en la parte septentrional de América del Norte: Alaska, Canadá y el norte de Estados Unidos; la Setophaga ruticilla, candelita norteña, raya roja o pavito migratorio, que es una especie migratoria que anida en Canadá y Estados Unidos e inverna en el sur de California y en México, Antillas, América Central y norte de Sudamérica; o la Oporornis agilis, conocida como reinita de Connecticut, bijirita de cabeza gris, chipe de Connecticut, cigüita de lentes, reinita ojianillada o reinita pechigrís, que se reproduce en Norteamérica y pasa el invierno en Suramérica. Se estima que Venezuela recibe anualmente 138 especies de aves migratorias que representan el 10% aproximadamente de la avifauna total.


Oporornis agilis o reinita de Connecticut / Foto archivo


Su importancia

Además de constituirse en un elemento que enriquece la diversidad biológica de la región que le sirve de hábitat, se le atribuye a las aves la importancia de cumplir una función de primer orden en el equilibrio en las comunidades de seres vivos que comparten un ambiente, es decir dentro de un ecosistema. Ya que como individuos de la fauna silvestre ayudan a diseminar las semillas de la plantas, a transportar el polen de las flores, como en el caso de los colibríes, y también forman parte de la cadena alimenticia, pues a la vez que se alimentan de otras especies, animales y vegetales, sirven a su vez de alimento para otros animales, así como a los humanos en grupos específicos, especialmente cuando se trata de aves de corral.

Sin embargo, pese a su indiscutible importancia, con la justificación de una forma de “modernización” de algunas naciones, el llamado desarrollismo sigue adoptando políticas que contribuyen a destruir los hábitats que sirven de refugio a las diferentes especies de aves. Lo que se antepone a los principios del Desarrollo Sostenible instituido por el concierto de países que participan de los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas en materia de protección de la naturaleza y mejoramiento ambiental del planeta


Setophaga ruticilla o pavito migratorio / Foto archivo

En uno de los últimos informes de BirdLife International, presentado en 2018, se denunciaba que para entonces “40% de las más de 11.000 especies de aves que habitan el planeta está en retroceso poblacional”, y se señalaban las malas prácticas agrícolas, la tala de árboles, las especies invasoras, la cacería furtiva y la sobrepesca como las principales causas del problema, a las que debían sumarse las originadas por el cambio climático y la contaminación ambiental, así como la intención de abrir paso comercial y residencial a costa de espacios naturales.

Los autores del estudio han evaluado 51 especies en peligro crítico de extinción, durante ocho años consecutivos, por la pérdida de hábitat, y denunciaban de manera concreta a 10 países, entre ellos seis suramericanos, donde destaca Brasil en primer lugar, seguido por Indonesia, Colombia, Perú, Ecuador, China, India, Bolivia, Venezuela y el Congo.

“Todo es reversible porque todo está causado desgraciadamente por la acción humana. Se pueden rescatar especies en el borde del precipicio, pero lo que hace falta es una acción a gran escala y a largo plazo, conteniendo la expansión y las prácticas intensivas de la agricultura. Se puede alimentar a la población mundial y dejar espacio para las aves. Tenemos que encontrar maneras más efectivas de conservación de la vida silvestre y tierras productivas para los humanos” aseguró Tris Allison, de BirdLife International, al diario británico The Guardian.


El turpial venezolano (Icterus icterus) fue declarado ave nacional el 23 de mayo de 1958 / Foto Chris 


El recuerdo de Kathy Phelps

En Venezuela las celebraciones relacionadas con el día de las aves se vinculan con el recuerdo de Kathy Phelps, de origen australiano, y a su esposo el ornitólogo venezolano William H. Phelps, a quienes las ciencias de la naturaleza del país le deben importantes aportes en materia ambiental y ecológica, tras sus expediciones de investigación de la flora y fauna por todo el territorio nacional, y haber dirigido la mayor colección de aves de Latinoamérica, con más de 80.000 ejemplares de plumíferas.

Katherine Phoeb Deery de Phelps nació en Sidney el 22 de noviembre de 1908, obtuvo la nacionalidad venezolana en 1941 y murió el 21 de agosto de 2001. Entre otras actividades también vinculadas con el ambientalismo, figura su participación como cofundadora de la Asociación de Guías Scouts de Venezuela.