Usualmente hablamos de las emociones como si se tratase de eventos mentales. Nuestra capacidad para verbalizar convierte la experiencia en palabras y pensamientos. Sin embargo, la originalidad de la emoción se encuentra en su potencialidad energética. Recuerdo algunas conversaciones en las que mis interlocutores subrayaban: “una cosa es decirlo y otra es vivirlo”. El mensaje es que la empatía mental, no es suficiente porque la emoción es energía intensa que se mueve en el cuerpo entero. La emoción es una respuesta neurofisiológica a un estímulo externo o interno que requiere de nuestra atención y acción. Prepara al cuerpo para dar respuesta y esa “tensión a la acción” suele durar poco tiempo. Usualmente, los seres humanos nos encargamos de sostener en el tiempo esa tensión y convertirla en un estado emocional, de modo que aun desapareciendo el estímulo que tomó nuestra atención, la “tensión a la acción” sigue presente.

La emoción tiene una función adaptativa, motivacional y comunicativa. Resultan ser como espacio de resonancia que tiene lo que percibo y acontece en la vida.

En este proceso hay un aspecto que merece ser resaltado: el disparador de las emociones es el pensamiento . Vale decir que detrás de cada emoción hay un pensamiento que la genera o que la llama a la existencia: “Son nuestras percepciones y evaluaciones de esos hechos externos los que influyen directamente en nuestra respuesta emocional."2.  A la vez, tenemos la capacidad innata de convertir nuestras respuestas emocionales en emociones elásticas, es decir en experiencias vivientes aun cuando los estímulos estén ausentes. Entonces, cada persona es responsable de su estado emocional o de las emociones en la que usualmente habita. Esto es una buena noticia, porque significa que es posible transformar la energía que está en movimiento en experiencia cotidiana.

2  https://psicologosoviedo.com/especialidades/cognitivo-conductual/ 

Podemos mejorar y aumentar el bienestar emocional realizando prácticas sencillas que nos conecten con los demás y nos mantengan activos, ampliando nuestros horizontes a través de nuevos aprendizajes y especialmente siendo conscientes de lo que vivimos, pensamos y sentimos, de nuestro cuerpo y de nuestro entorno. 4

Hemos crecido en una cultura cada vez más automatizada, esto nos ha dado tiempo para dedicar nuestra atención a desafíos más demandantes de tiempo. Sin embargo, esto no aplica cuando hablamos de bienestar emocional. Como ya hemos señalado, nuestras emociones son disparadas por pensamientos, muchos de ellos automáticos, provenientes de aprendizajes y experiencias que han grabado un juicio previo ante las situaciones que enfrentamos. Tal vez, un fracaso o una experiencia de la adolescencia nos pone en guardia ante algo, porque la evaluación automática de nuestro sistema nervioso lo juzga similar. En realidad, no nos detenemos a mirar, sino que disparamos la reacción. El piloto automático estrecha nuestro ámbito de libertad de decisión y la posibilidad de vivir en calma. 

La autorregulación emocional es el proceso, a través del cual reconocemos nuestras propias emociones, las contenemos y expresamos 5  de una forma constructiva, es decir no reactiva.

A través de la práctica sostenida en Mindfulness nos vamos haciendo más conscientes de nuestro funcionamiento mental, de nuestras sensaciones, emociones y pensamientos, de nuestras conductas, hábitos y ciclos reactivos. A su vez, prestamos más atención en nuestra vida cotidiana y a las experiencias que tenemos, aprendiendo así a parar el piloto automático, la rumiación mental, y a responder con mayor eficacia a las situaciones en lugar de reaccionar ante ellas. Todo esto conlleva una mejora de la autorregulación y un incremento en la capacidad de resiliencia para hacer frente al estrés y las dificultades de la vida cotidiana.”6

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3  https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/bienestar-emocional-salud
4  http://educacionpapps.blogspot.com/2013/09/los-5-pasos-para-el-bienestar-emocional.html
5  Cfr Prat, N., y Del Río, M. (2010). El desarrollo socioafectivo. Ed Altamar. Barcelona
6  https://www.humanodevelopment.com/2018/03/20/autorregulacion-con-mindfulness/

El proceso de autorregulación con Mindfulness incluye estas etapas: 

Reconocer: identificar las emociones que están presentes. Tal cual son, poniendo el foco en las sensaciones que la acompañan, sin emitir juicios o valoraciones.

Aceptar: Observarlas como algo que es producto de mi relación con algún estímulo (interno o externo).

Abrazar: Aceptar que al ser mías son distintas de mí, las puedo abrazar reconociendo que están expresando mi experiencia en forma de sensaciones y reacciones que no son ni buenas ni malas.

Dejar ir: Soltar es la posibilidad de dar lugar a otras experiencias, las emociones son permanentes y constituyen una respuesta que me abren a un nuevo conocimiento en el camino en mi vida. La posibilidad de liberarnos de las emociones

Frases

Entre estímulo y respuesta hay un espacio. En ese espacio, está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad. (Viktor E.Frankl)

La práctica de Mindfulness moviliza energías atrapadas en nuestro cuerpo y mente, y nos libera de las tensiones provenientes del piloto automático. Al final, son tres las cosas que importan, cómo hemos vivido, cómo hemos amado y cómo hemos aprendido a dejar ir (Jack Kornfield)