Los procesos electorales en el siglo XX en el Perú, más que soluciones han originado profundas crisis pero también sorprendentes arreglos superando las diferencias políticas e ideológicas de sus protagonistas
Perú: Crisis y Acuerdos
      A-    A    A+


Aspectos a tener en cuenta para entender proceso actual.

Por Luis Fidhel Gonzales


El surgimiento del populismo militar en el Perú en 1930, por el teniente coronel Luis Sánchez Cerro militar de origen humilde quien se reivindicaba por nacionalista constituyó el partido Unión Revolucionaria; proclamándose contrario a la naturaleza oligárquica del derrocado gobierno del presidente Augusto Leguía (1919-1930). La oposición populista civilista de la época representada por el Partido Aprista Peruano fundado en 1924 y Víctor Raúl Haya de la Torre quien regresaba del exilio impuesto por Leguía en 1923; de reivindicaciones de carácter marxistas deslindado de la directriz soviética; consideró fraudulento el proceso electoral de 1931, para la elección del presidente del ejecutivo y miembros del congreso nacional constituyente convocado por la Junta de Gobierno provisional de la época presidida por David Samanez Ocampo.

Sánchez Cerro fue elegido presidente incorporándose representantes apristas al congreso constituyente. La Ley de Emergencia remitida por el Ejecutivo fue aprobada por el congreso en enero de 1932; autorizándolo tomar medidas radicales contra aquellos que perturbasen el orden público. En febrero la representación aprista sería desalojada del congreso y 23 de sus miembros fueron exiliados. Se acusaría al APRA de comunistas, antipatriotas, enemigos de la religión y de la familia además de estar coludidos con el “leguiismo”. Haya de la Torre fue apresado y las protestas populares aumentaron. El joven dirigente de izquierda venezolano Rómulo Betancourt quien se encontraba exiliado manifestaba que la Junta de Gobierno presidida por Sánchez Cerro por sus actuaciones represivas no dejaba dudas respecto a su estructura y filiación fascista.

La represión oficial calificada por “masacre” en los acontecimientos de julio de 1932, en la ciudad norteña de Trujillo denominada “revolución aprista”; especie de guerra civil focalizada en contra del orden político establecido conllevo a un clima generalizado de violencia, radicalismo de carácter cuasi religioso. La muerte de oficiales y soldados por los grupos apristas revolucionarios en el cuartel O Donovan hizo que el APRA se ganara la animadversión y veto de la fuerzas armadas que le impidió asumir el poder.

Se promulgaría la nueva Constitución el 09 de abril de 1933; el día 30, producto de la violencia política generalizada se produjo el asesinato de Sánchez Cerro, presuntamente fanáticos relacionados al APRA. El general Óscar R. Benavides sería designado por el Congreso constituyente para completar el periodo presidencial hasta 1936. Inicialmente buscó manejar una política de “paz y concordia”. Haya de la Torre sería liberado en agosto de 1933, como militantes apristas y otros regresaron del destierro. Se le prorrogaría a Benavides el mandato por tres años más, tras la anulación de las elecciones de 1936, al considerar el gobierno que el candidato y ex presidente del Congreso constituyente Luis Antonio Eguiguren de tendencia socialdemócrata recibió el apoyo del APRA que se encontraba fuera de la ley al calificarlo por “partido internacional”.

El APRA asumió la estrategia de propiciar la sedición una vez triunfante convoque elecciones y entregue el poder al vencedor no sería otro que el partido aprista. A raíz de la conspiración de El Agustino, en noviembre de 1934, el gobierno reinició la persecución al APRA manteniéndose en el gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1939-1945).

En el gobierno de José Luis Bustamante Rivero (1945-1948) se mantuvo por el apoyo legislativo del APRA y Partido Comunista que se les había levantado el veto político “parcial y provisionalmente” bajo las denominaciones Partido del Pueblo y Vanguardia Popular, respectivamente convergiendo en el Frente Democrático Popular en un primer momento. Posteriormente entra en crisis al demandar profundizar reformas sociales obligando a Bustamante a gobernar por Decretos –Leyes al cerrar el Congreso; considerando la oposición de asumir poderes dictatoriales. Se produjeron levantamientos militares destacando el frustrado de la marina en el puerto del Callao – 03 de octubre 1948 – y manifestaciones de apoyo de partidarios del APRA trajo la ilegalización del partido. Los golpistas se excusaron alegando evitar una acción reaccionaria y convocar a nuevas elecciones.

Estos acontecimientos provoco el inicio del gobierno de Manuel Odría (1948-1956) por un golpe de estado el 28 de Octubre de 1948; señalo la intención de constituirse en un gobierno provisorio que tendría la duración más breve posible y cuyo objetivo fundamental era la restauración de una verdadera constitucionalidad democrática. Se aprobó un estatuto electoral en diciembre de 1949 y en enero de 1950, se convoco a elecciones generales siendo Odría único candidato. Fue un régimen militar de carácter desarrollista cuyo lema fue “hechos y no palabras”. La coyuntura económica internacional iniciada con la “guerra fría” y particularmente de Corea trajo el aumento de recursos propiciando la construcción de obras públicas.

Los partidarios del APRA volvieron a sufrir persecución, exilio, expropiación de bienes o muerte por fusilamiento durante el régimen de Odría con fundamento a la Ley Interior de la República (1949). Haya de la Torre se asilaría en la representación diplomática de Colombia en Lima en enero de 1949, permaneciendo hasta 1954, al no otórgale salvoconducto el gobierno militar.

Hacia 1954, el gobierno comenzó a presentar señales de descomposición. El diario La Prensa en un editorial de julio de 1955, exigieron la declaratoria de nulidad de la Ley de Seguridad Interior, reforma electoral y amnistía política. Se produjeron rebeliones civiles destacando de la ciudad de Arequipa de diciembre de 1955. Después del año 48, se le acusaría a Haya De La Torre - al igual a Rómulo Betancourt- de realizar un revisionismo originando un cambio de los ideales y acciones de izquierda –más radicales que los comunistas – tenidos por la ortodoxia por traición.

Se convocaría a elecciones en 1956; Odría renunciaba a ser candidato a la reelección. Se otorgo amplios poderes al dirigente aprista Ramiro Prialé para que negociara con los candidatos el apoyo a cambio que se amnistiara a los militantes y legalizara al partido incluso Odría. Se eligió a Manuel Prado (1956-1962) a quien los apristas consideraban “la línea más fuerte y más segura” a seguir y ofrecía seguridades por su posición económica y vinculaciones militares para defender las elecciones dándole apoyo oficialmente en marzo de ese año. El segundo candidato más votado fue Fernando Belaunde Terry por Frente Nacional de Juventudes Democráticas para el momento un joven político considerado no comprometido con la clase política y económica tradicional.

El gobierno de Prado fue sostenido por un frente amplio en el congreso de apristas y partidarios de Odría denominándose “periodo de convivencia” condicionado según el APRA que se mantenga el régimen de derecho y libertad. Haya de la Torre no lo considero un cogobierno sino un entendimiento para conservar el orden constitucional. Incluía un acuerdo conocido como “pacto de Monterrico” – en referencia a la zona de Lima donde se realizaron las reuniones- secundado por el APRA; comprometiéndose el nuevo gobierno a no investigar hechos de corrupción del gobierno de Odría denunciados públicamente y al detalle por dirigentes de oposición; destacando Héctor Cornejo Chávez uno de los fundadores del Partido Demócrata Cristiano del Perú.

Se derogaría la Ley de Seguridad Interior y levantaría la proscripción que pesó sobre el APRA legalizándose y se amnistiaría a los presos políticos y exiliados. En virtud del acercamiento del APRA con Odria, paso a considerarse a Haya de la Torre como un líder pragmático cuya justificación parece derivarse – según expertos- del artículo en la revista Life sobre el "antiimperialismo democrático sin imperio". Aseveró: “El problema en el Perú es que no hay un entendimiento político, porque no hay educación política. Es un problema de ignorancia, es un problema de incomprensión por falta de capacidad y preparación”. Se considero una renuncia a la lucha antiimperialista y antioligárquica fundamentos iníciales del APRA.

La situación ocasionó una reacción interna originando el “APRA Rebelde” movimiento de carácter ortodoxo surgido en 1959. Posteriormente se denomino Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) incursionando en la lucha armada asumiendo el marxismo-leninismo inspirado en la Revolución cubana.

En el proceso electoral de junio de 1962, el nuevo Congreso de mayoría aprista debía ratificar como presidente al candidato Haya de la Torre en ocasión al empate técnico con Fernando Belaunde Terry quien obtuvo el segundo lugar, el tercero Manuel Odria. Las denuncias de fraude particularmente realizadas por Belaunde aunado al antiaprismo tradicional de las fuerzas armadas produjo un golpe de Estado comandado por el general Ricardo Pérez Pio Godoy a solo diez días del término de la presidencia de Prado. Se cuestionó y declaró nulo el proceso electoral siendo respaldado por Belaunde. Haya de la Torre declaro su voluntad de declinar su candidatura con la finalidad de salvaguardar la democracia para que una alianza parlamentaria entre el APRA y la Unión Nacional Odriista eligiese a Odria como presidente.

El nuevo gobierno de Fernando Belaunde Terry surgido del llamamiento a un nuevo proceso electoral en junio de 1963, no contó con mayoría parlamentaria en ninguna de las dos cámaras prácticamente el país se volvió ingobernable. La falta de acuerdo entre Belaunde Terry y Haya de la Torre conllevo a este último a aliarse con los partidarios de Odría; teniendo expresión política en el congreso como la coalición APRA -UNO ofreciéndose un dialogo y compromiso permanente entre el APRA y aliados. Se tuvo por excusa para conformarla a pesar de los distanciamientos políticos e ideológicos; la intransigencia del partido de gobierno Acción Popular de pretender la presidencia permanente en ambas cámaras del Congreso.

El caso del APRA y Haya de la Torre se observa desde su fundación una etapa radical que rehusaba de antemano a todo compromiso con sus adversarios. Explicaría en el gobierno de Bustamante Rivero su apoyo inicial se concebía por estrategia para desplazarlo del poder desde la institucionalidad quizás buscando aliados en el sector militar -utilizada por Betancourt contra Isaías Medina Angarita (1945)-. De manera pragmática en 1956, con la Unión Nacional Odriísta; estableció alianzas con sectores conservadores y militaristas; en 1963 en detrimento de Acción Popular y Fernando Belaunde.

Esta particularidad de la política peruana que no se dio en Venezuela debido al militarismo radical de Marcos Pérez Jiménez quien se consideraba aliado ideológico de Manuel Odría; este último también inspirador y promotor del derrocamiento de Rómulo Gallegos según criterio de Rómulo Betancourt.

LUIS ERNESTO FIDHEL GONZALES.
Abogado UCAB- Lic. Estudios Internacionales UCV.