La victoria de Pedro Castillo por 70 mil votos de ventaja sobre Keiko Fujimori promete complicar aún más el crítico escenario político de Perú.
La Apuesta de Castillo
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Por Carlos Roque


Finalmente, después de cuatro días de la votación, la revisión de las actas confirió la victoria por el 50,19 votos al candidato de “Perú Libre” frente a Keiko Fujimori de “Fuerza Popular” quién obtuvo el 49,8 por ciento. Una escasa diferencia cuestionada por la perdedora con la impugnación de 800 actas. Un resultado que repetía la historia de la segunda vuelta de la elección de 2016 cuando Pedro Pablo Kuczynski de “Peruanos por el Cambio” la superó apenas por 40 mil votos, revirtiendo su victoria en la primera ronda. Ya en la consulta de 2011 la hija del exmandatario prisionero Alberto Fujimori fue superada también por discreto margen por Ollanta Humala de “Gana Perú”. Tales resultados reflejaban que Keiko había heredado en lo posible el capital político de su padre quien gobernó durante diez años con apoyo militar en un la primera versión del “neo-autoritarismo” latinoamericano. Su gestión se valora por alcanzar niveles de equilibrio económico con medidas neoliberales y la derrota del terrorismo representado en el grupo “Sendero Luminoso”; pero al mismo tiempo por el florecimiento de la corrupción y el abuso de poder causas que lo obligaron a huir del país, ser extraditado y cumplir todavía una condena de 25 años.


VOTO Y ODEBRECHT

La caída de Fujimori abrió paso a gobernantes comprometidos con la democracia pero también con poderosos intereses económicos que impulsaron la corrupción (luego con la ayuda de la poderosa brasilera Odebrecht) que provocaron juicios, detenciones o final de sus carreras políticas. Una situación que contribuye al divorcio cada vez mayor entre las dirigencias partidistas y el ciudadano de la calle, a la expansión de las expresiones de la antipolítica y el populismo. La relación peruana en este sentido es elocuente. Con excepción de Valentín Paniagua quien gobernó solo un año (2000-2001) como sucesor de Fujimori, los mandatarios siguientes ofrecen un deplorable balance en esta materia. Alejandro Toledo (2001-2006) se encuentra en libertad bajo fianza en Estados Unidos y enfrenta juicio de extradición por sobornos de la constructora brasilera; Alan García

líder del histórico partido APRA en su segundo mandato (2006-2011) desmintió acusaciones de corrupción pero investigado por la justicias se suicidó en abril de 2019; Ollanta Humala (2011-2016) investigado por recibir tres millones de dólares de Odrebeht, estuvo nueve meses en prisión y enfrenta un juicio que implicaría 20 años de cárcel: Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) se encuentra bajo arresto domiciliario por favorecer contratos a la compañía de Brasil cuando fue ministro del expresidente Toledo; Martín Vizcarra (2018-2020) investigado por otorgar contratos irregulares cuando fue gobernador de una región del sur del país; Manuel Merino ocupó la Presidencia por cinco días de 10 a 15 de noviembre de 2020 y fue destituido por el Congreso ,en este caso por ordenar la represión de protestas populares: El actual presidente Francisco Sagasti en noviembre de 2020 entrega el mandato el próximo mes a Pedro Castillo.







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