"Hud" es una película visualmente impactante, con una escena tras otra de poderosa cinematografía, a través de la magnífica cámara de James Wong Howe
"HUD"
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Por Francisco A. Casanova S.


MARTIN RITT (1914–1990)



La relación Padre e Hijo ha sido llevada al cine en muchas películas, en unas como The Kid (1921) en la que Chaplin sin ser el padre del niño establece con él una perfecta sinergia o En busca de la felicidad (2006) en donde Will Smith lucha por conseguir empleo y Ladrón de Bicicletas (1948) en donde la bicicleta es la herramienta fundamental para sobrevivir. En estas tres películas el vínculo afectivo, el amor entre padre e hijo es ilimitado. En Hud (1963) es al revés, retrata el antagonismo entre un severo y moralizador patriarca propietario de un “ranch” (Melvin Douglas) y su hijo (Paul Newman), bebedor, vagabundo, grosero; y el conflicto constante entre ellos.

La película dirigida por Martin Ritt (1914–1990) es un western moderno, bellamente filmado, emocionalmente complejo y con las extraordinarias actuaciones de Melvyn Douglas, que ganó el Óscar como mejor actor de reparto, como un ganadero de principios que decide sacrificar a su rebaño enfermo, por Paul Newman como su hijo sin escrúpulos y por Patricia Neal, que ganó el Óscar a la mejor actriz, como su ama de llaves. Newman fue nominado al Óscar al mejor actor y Ritt al mejor director.

Hud es una adaptación de la novela de Larry McMurtry “Horseman, Pass By” (1962). En la película, el personaje de Hud Bannon (Paul Newman) es un joven ranchero de Texas que vive con su padre el ganadero Homer Bannon (Melvyn Douglas), su sobrino Lonnie Bannon (Brandon DeWilde) y el ama de llaves Alma (Patricia Neal). Hud es una criatura amoral, de corazón frío y desagradable; su padre, que responsabiliza a Hud de la muerte de su otro hijo, trata de educar a su nieto Lon con un sentido de decencia y responsabilidad con los demás, pero Lon idolatra a su tio Hud y no está inclinado a escuchar. Cuando una enfermedad aparece en una de las vacas del “ranch” del anciano Bannon, Hud está a favor de vender la manada antes de que los inspectores del gobierno se enteren. Pero el viejo Homer ordena que el ganado sea sacrificado (la secuencia más desgarradora de la película), creando una fricción intensa con su hijo. La intensidad de la batalla entre padre e hijo llega a su punto de ebullición cuando Hud quiere hacerse con el control del rancho de las manos de un envejecido Homer.

“Hud” es una película que desarrolla un extraordinario estudio de los personajes, ya que observamos y apreciamos la forma de actuar a la antigua usanza de Homer, con sus principios, frente a su irresponsable hijo que es todo lo contrario, sin escrúpulos. Es un material fascinante y las batallas entre Hud y Homer aumentan en intensidad a medida que avanza la película y en medio hay no uno sino dos personajes, el nieto leal que conecta con los principios de su abuelo pero que idolatra a su tío y quiere ser como él y Alma, la atractiva ama de llaves que intenta que todo funcione, que todo el mundo esté en paz con los demás, mientras se defiende del acoso de Hud.

El director Martin Ritt narra la trama con una gran crudeza, una realidad que es sorprendentemente dura. Cuando Hud se dirige a Alma al principio de la película, hay pausas, momentos de incomodidad y todo es muy natural, como si Paul Newman, en el papel de Hud, estuviera sopesando la situación y pensando qué decir a continuación, en lugar de limitarse a recitar las líneas. Y este elemento de naturalidad continúa a lo largo de toda la película, especialmente en la forma en que Homer y Hud discuten sobre lo que debe hacerse con el rancho cuando el ganado es atacado por la fiebre aftosa. El efecto de esto es que "Hud" crece y crece, volviéndose más y más intensa con un final que definitivamente no se ajusta a la normalidad.

"Hud" es visualmente impactante, con una escena tras otra de poderosa cinematografía, a través de la magnífica cámara de James Wong Howe quien obtuvo el Oscar, especialmente en las escenas que giran en torno al ganado y la fiebre aftosa. Pero incluso al principio, la fotografía es igual de impactante y una escena en la que los buitres esperan sobre un árbol muerto, listos para abalanzarse sobre una novilla muerta, es impresionante. "Hud" es una película muy poderosa gracias a la actuación, y las 4 estrellas ofrecen unas interpretaciones extraordinarias. Paul Newman interpreta con gran intensidad a Hud transmitiendo todos los aspectos de un hijo rebelde cuya rebeldía llega casi al odio, pero al mismo tiempo muestra la superficialidad de su existencia sin principios. Es una actuación inteligente que alcanza una gran emoción especialmente en los enfrentamientos que tiene con todos los demás personajes. Melvyn Douglas es brillante como el padre Homer y realmente transmite que es un hombre que ha crecido con el trabajo duro y de acuerdo con las reglas.

Newman y Douglas se imponen en cada una de las escenas en las que intervienen, y captura al espectador en ver cómo sus personajes se enfrentan entre sí. Es aquí en donde Martin Ritt logra una combinación de dos actores con diferente formación actoral, el viejo de una escuela clásica y el joven aplicando las nuevas técnicas del New York Actors Studio. Luego está Patricia Neal cuya actuación es tan poderosa como la de los demás, y hace que su personaje secundario sea sustancial. Las actuaciones logran encontrar el corazón de cada uno de sus personajes, de manera que todos se vuelven reales y no sólo figuras bidimensionales.

Martin Ritt (1914–1990) fue uno de los mejores y más sensibles cineastas estadounidenses de todos los tiempos, director, actor y dramaturgo que trabajó tanto en el cine como en el teatro. Sus películas reflejan, como casi ninguna otra, una profunda e íntima visión humana de sus personajes y destacan por sus temas de conciencia social. Los personajes principales de las películas de Ritt solían ser solitarios o desvalidos cuyos escrúpulos éticos les enfrentaban a dudosos valores sociales. Fue víctima del McCarthysmo, época que describió dirigiendo la comedia drama El Testaferro (1976), con una gran actuación de Woody Allen y en la que trabajo con sus compañeros de la lista negra Zero Mostel, Joshua Shelley, Herschel Bernardi, Lloyd Gough y el guionista Walter Bernstein. Trabajo durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt como guionista en la Federal Theater Project, formo parte del legendario Group Theater en Nueva York donde conoció a Elia Kazan, quien fue su mentor y quien lo lleva a formar parte del Actors Studio. Ritt dirigio a Paul Newman en The Long Hot Summer (1958), Paris Blues (1961), Adventures of a Young Man (1962), Hud (1963), The Outrage (1964) y Hombre (1967). The Great White Hope (1970), Norma Rae (1979) and Murphy's Romance (1985).

Ritt es recordado como un director de actores, y los numerosos premios de la Academia y las nominaciones a los premios de la Academia obtenidos por aquellos a los que dirigió dan testimonio de su capacidad para guiar a los actores hacia interpretaciones extraordinarias.






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