Según la Unicef, el Covid-19 ha modifico conductas y reacciones de algunos integrantes de la familia, influyendo en sus emociones y sentimientos de manera negativa, al punto de ejercer la violencia tratando de resolver problemas que antes eran cotidianos
Confinamiento, maltrato y control de las emociones
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Por Sjandra Rendon


Unicef, es una de las instituciones que han estado haciendo fiel seguimiento al tema del maltrato intrafamiliar que ha presentado un significativo aumento desde marzo de 2020, debido a la entrada en vigencia del confinamiento como medida de protección para el Covid-19.

El encierro ha traído como consecuencia infinitas reacciones negativas para el núcleo familiar numeroso que se ha visto en la necesidad de mantenerse en sus hogares, debido a las restricciones en las escuelas y lugares públicos o de trabajo.

Estos cambios de rutina y situaciones nuevas para esta generación, ha promovido en los padres cierto nivel de estrés por el desconocimiento de una situación que tal vez se les escapa de las manos y está resultando un tanto problemática para resolver situaciones que antes parecían normales en su familia.
 
En el informe reciente publicado por la Unicef, se describe que el confinamiento de alguna manera crea ambientes hostiles y conlleva tanto a la violencia y maltrato hacia niñas y niños, como a la desatención o acoso psicológico.

En cuarentena, el estrés de los padres aumentó

Los padres cuando normalmente salían de sus hogares rumbo al trabajo, llevaban a los más pequeños a las escuelas, los más grandes se iban a sus universidades y los abuelos quedaban en casa atendiendo algunas actividades domésticas, era la situación normal en las familias, que de alguna manera desahogaban tensiones con otras labores lejos de sus familias.
 
Pero al verse todos juntos en las mismas paredes durante las 24 horas del día y sin poder siquiera salir para tomar aire fresco, comienzan a salir las molestias e incomodidades de forma natural de unos hacia otros, creando episodios con gritos, insultos, reproches y hasta reacciones violentas.

La reacción de los niños no siempre es por no querer cooperar
 
La Unicef señala que los padres deben ser conscientes que para los niños la situación de encierro también les ocasiona un proceso complicado en sus días, y deben evitar interpretar su comportamiento como acciones de poca cooperación o agresividad.

Evitar hablar con malas palabras delante de los niños es importante

Los momentos de violencia en la familia influyen de manera significativa y contundente en el crecimiento y el desarrollo emocional de los niños, a corto, mediano y largo plazo, haciendo de su vida una reacción en cadena que luego lo ejercerán en sus propias familias, porque las crisis en su núcleo son los espejos que tienen disponibles de primera mano.
 
Es importante que los padres se tomen unos minutos al día para hacer reflexión acerca del acontecer diario, que, sin duda, para todos es algo nuevo en donde se necesita paciencia, comprensión y tolerancia.
 
Manejar emociones

Para ello, y para tratar de aportar algunos aspectos positivos, la primera recomendación para los padres o cabezas de familia es que aprendan a controlar y manejar sus emociones. Es entendible para los padres cuando se les presenta una situación que se escapa de sus manos entrar en un sorprendente desespero que los lleve a reaccionar con gritos o golpes, pero es en ese preciso momento cuando deben retirarse, alejarse:
- Respirar profundo
- Tomarse unos minutos para relajarse
- Pensar, reflexionar en lo que acaba de ocurrir
- Proyectar lo que desea y buscar la mejor manera de plantear la solución
- Regresar solo en el momento en que el cuerpo y la mente alcancen la serenidad

 Las discusiones podría replicarlas luego con sus propias familias

La comunicación es la mejor arma

Aun cuando parezca algo trillado, la comunicación siempre será la mejor arma para la solución de problemas, porque al conversar de manera centrada y con serenidad con la contraparte, se logra encontrar y establecer los acuerdos más favorables para ambos.
Con los niños también es una herramienta infalible que además les creará un hábito y les dará la tranquilidad que necesitan en su mundo de confusión e incertidumbre.
 
Es esencial además que se les pregunte cómo se sienten, cuáles son sus planes del día o qué desean hacer. De esta manera se va suavizando el ambiente y se lleva de mejor manera la relación, evitando etiquetarlos o juzgarlos. 

Evitar malas palabras y ofensas mejora los ambientes

Otro dato importante que se debe tomar en cuenta es que cuando se tengan las conversaciones por más normales que sean deben evitar a toda costa las malas palabras, las ofensas, las groserías, los insultos o las críticas. Un niño criticado es un ser que cuando esté en la edad adulta mostrará miedos, inseguridades e incapacidades en el procesamiento emocional en algunos aspectos de su vida, según un artículo publicado en guiainfantil.com del doctor Borja Quicios, psicólogo educativo.
 
Reforzar lo positivo

El aspecto del reforzamiento positivo en las actitudes de los niños e inclusive del resto de los seres queridos es vital para el establecimiento de normas emocionales e inteligentes para una convivencia sana. Una persona que es alentada a continuar haciendo algo bien, fortalece su ánimo y le motiva a sentirse mejor, tanto consigo mismo, como con su entorno.

Reforzar lo positivo es ideal

Felicitar a los más pequeños cuando se observa que realizan las tareas o cumplen con labores domésticas tendrá un fuerte impacto en la imagen que los niños se formen de sí mismos y de su autoestima y también es una manera de estrechar la relación de comunicación.

Demostrarles amor

Un punto que tal vez muchos no le dan la importancia que merece, es la manifestación de cariño que los niños necesitan. El afecto juega un papel reconciliatorio en todo momento que resulta fundamental para un desarrollo sano en todos los sentidos. No debe existir una excusa para dar abrazos o besos a los niños, simplemente en cada ocasión que se tengan cerca, significaría mucho para ellos ver a sus padres cargarlos, besarlos, abrazarlos y recibir algún comentario gratificante que complemente el momento de amor.
 
Al demostrarle a los niños lo valiosos que son como personas, estas acciones formarán una base emocional firme por el resto de sus vidas, que abrirán paso al establecimiento de relaciones saludables con el resto del mundo a su paso.

Internet seguro y libre de violencia

Unicef hace especial mención al uso inadecuado de las redes sociales y demás lugares que se busquen en Internet, por la sencilla razón de que se transforma en una brecha abierta para que se preste en algunas ocasiones - sin el consentimiento, protección y cuidado de los padres-, en una oportunidad para el ciber acoso o la violencia online.
 
Si los padres les dan la libertad a los hijos de usar la navegación a sus anchas, se pudiera estar incurriendo en un grave error al no supervisar los espacios que estos chicos visitan, estando a la orden del día los ciber criminales y acosadores de oficio.

Control parental para proteger sus identidades y su inteligencia emocional
 
Es importante que se tomen las medidas adecuadas para que los niños aprendan a usar la navegación para su beneficio, búsqueda de información y material para sus actividades escolares o aclarar dudas con respecto de un tema. En esta parte entra la responsabilidad de los padres de mostrarles el camino y la mejor manera, asesorándolos para evitar inconvenientes que lamentar luego.
 
Se entiende que en tiempos de cuarentena el uso de Internet mostró un aumento significativo y que de alguna manera permite una nueva manera de socialización, distracción y entretenimiento, pero, los usos en exceso, coloca a esta población en riesgo.

De presentarse indicios de violencia en la familia, Unicef recomienda que se busquen las líneas de información, portales en internet o visitar las instituciones ligadas a ese tema para solicitar ayuda oportuna y permitir que los profesionales intervengan para la resolución de este tipo de problemas. 




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