No parece cercana la fecha para la vacunación masiva contra el Covid 19, pese a que Nicolás Maduro anuncia que en abril de 2021 la vacuna rusa podría aplicarse a los venezolanos.
La Guerra de las Vacunas
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Tradicionalmente se estima que el proceso de elaboración de una vacuna para enfrentar las epidemias tarda diez años cuando menos. Algunos investigadores consideran que incluso el término de una década es insuficiente para perfeccionar un producto con la debida seguridad y eficacia para la preservación además de consecuencias para la salud de los pacientes. La aparición y la rápida propagación del llamado Covid 19 han cambiado las cosas dado su impacto en todos los órdenes de la vida global. La rápida propagación del virus SARS-COV-2, aparecido en el mercado mayorista de mariscos de Wuhan en el Sur de China en febrero de 2020 en cuestión de días ha provocado un verdadero “sacudón” en la vida de los habitantes del mundo entero obligando al confinamiento general y la adopción de medidas de bioseguridad a lo largo de 8 meses y registrando 39 millones de casos y más de un millón de muertes hasta el jueves 15 de octubre. 

De rápida expansión en Europa se trasladó a Estados Unidos que sigue siendo el país con mayor número de contagios, luego siguió a Suramérica con epicentro en Brasil y en los últimos días a India y las naciones centroamericanas y del Caribe. Ahora, pese a campañas y severas restricciones para la circulación y las actividades comerciales y oficiales que indicaron el “aplanamiento” de la pandemia, se conocen severos rebrotes en países como España, Francia. Reino Unido y Alemania que obligan a nuevas y severas restricciones para la población.


LOS LABORATORIOS

La magnitud y la rápida propagación del Covid 19 obligó a los laboratorios más prestigiosos y reconocidos internacionalmente y de común acuerdo y vigilancia con la Organización Mundial de la Salud (OMS) a intensificar la búsqueda de vacunas capaces de prevenir la enfermedad a sabiendas de que habría que alterar los lapsos comunes en esta materia. Angela Rasmussen viróloga del Centro de Infección e Inmunidad de la Universidad de Columbia advierte:”Estamos haciendo una vacuna para un virus para el que nunca la hicimos antes que no ha sido aprobada y empleando plataformas que no se han usado de manera extensa en la clínica con los pacientes”. También expertos aclaran que “crear y producir una vacuna completamente nueva a escala global o nacional mientras se mantiene la producción del resto de vacunas es un esfuerzo hercúleo”. 

Según la OMS hay un listado con 118 proyectos que se encuentran en distintos niveles de desarrollo y sólo 9 ya han iniciado la fase clínica 1, es decir, han sido probados en humanos y que de acuerdo a los expertos de la Organización podrían conseguir tener una vacuna lista para el próximo año. Se trata de: Moderna (Estados Unidos), Cansino (China) Sinopharm con la Academia China de Ciencias, Inovac Viotech también China; Universidad de Oxford y AstraZeneca de Gran Bretaña, BionNTech/Fosum Pharma/Pfizer (Alemania), Inovio (Estados Unidos,  financiada por el multimillonario Bill Gates, y la vacuna rusa “Spunitnik V”, del Instituto de Investigación Gamaleya, autorizada por el Ministerio de Sanidad cuya fase de experimentación ha iniciado inyecciones masivas en Rusia y en otros países y que la OMS considera que aún requiere de un riguroso proceso de pruebas y comprobaciones científicas.

Por ahora su uso está restringido a casos de emergencia lo que significa que se puede administrar a personas que posean un gran riesgo de contagio, tales como trabajadores sanitarios pero no al conjunto de la población. No obstante, la vacuna está siendo exportada en su fase de experimentación y es observada con interés por los expertos de la OMS.


VENEZUELA

Desde el 15 de marzo y de acuerdo con las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud el gobierno nacional implementa el sistema de cuarentena mediante un Decreto de Emergencia Nacional que contempla confinamientos flexibles y radicales por semanas. El resultado de acuerdo a las estadísticas reveladas el 14 de octubre registra 85.005 casos de contagio con 76,886 personas recuperadas y 714 muertes, una cifra inferior a la reportada en Brasil, México, Perú, Colombia y Chile que se mantienen entre los 10 países con más casos en el mundo. En total, América Latina supera los 7 millones de casos y roza las 270.000 mil muertes desde el inicio de la pandemia. 

En las cifras venezolanas tendría que ver el llamado “control social” del régimen chavista-madurista que a lo largo de dos décadas ha construido una estructura paralela al Estado mediante planes asistencialista, iniciativas comunales y clientelismo económico, que no existe en otras naciones del continente, y que actúa con eficacia en movilizaciones de la población en materia política como las elecciones, pero también en emergencias como la que ahora se vive en el mundo.

Seguramente todo ello influyó para que Venezuela fuera escogida como el primer país del Hemisferio Occidental para las pruebas y la experimentación` de la “Sputnik V” que ahora se aplica en prueba a dos ml personas y que se estima que podría pasar a la fase de la vacunación masiva, según ha dicho el propio Nicolás Maduro, posiblemente en el mes de abril de 2021. 

Mientras se libra la “guerra de las vacunas”, en la cual también influyen los intereses económicos de las grandes potencias y el juego de la geopolítica multipolar, el Covid 19 parece todavía imparable, provocando además, de acuerdo a la OMS, una nueva y grave enfermedad mental en más del 6O% de la población mundial que se encuentra desconcertada ante las exigencias del futuro. Como se ha escrito en un reciente documento de la ONU: ”El mundo corre el riesgo de convertirse en un infierno inhabitable”.