El 26 de mayo, después de más de una década sin renovación rectoral; la comunidad ucevista elegirá democráticamente a sus autoridades.
Se destraba el juego: la UCV va a elecciones
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Por: Sofía Torres B

Finalmente el 26 de mayo la Universidad Central de Venezuela celebrará elecciones para renovar a sus autoridades, tras 11 años de retraso, aunque para otros la cuenta marca 15. Independientemente del tiempo acumulado, se encontró la salida al juego que trancó una decisión de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, respaldada posteriormente por la Sala Constitucional.

La máxima casa de estudio del país elegirá rector, vicerrector académico, vicerrector administrativo y secretario (2023-2027); decanos y candidatos al Consejo de Apelaciones (2023-2026); representantes profesorales ante el Consejo Universitario (2023-2026); y representantes profesorales ante los Consejos de Facultad y Consejos de Escuelas (2023-2025). Esta vez con algunas innovaciones, como un instructivo transitorio que reinterpreta a la comunidad universitaria con la inclusión de nuevos grupos con sus respectivos porcentajes de participación: personal administrativo (10%), obreros (10%) y egresados (5%).

EL ARTÍCULO DE LA DISCORDIA

El cuarteto electoral que rige a la UCV fue electo en el año 2008, su periodo culminó en 2012, cuando se estaban organizando los nuevos comicios de acuerdo a lo establecido en el reglamento interno, y que encontraron una piedra en el camino: el artículo 34 de la Ley Orgánica de Educación aprobada por la Asamblea Nacional en 2009.

El citado artículo establece: Elegir y nombrar sus autoridades con base en la democracia participativa, protagónica y de mandato revocable, para el ejercicio pleno y en igualdad de condiciones de los derechos políticos de los y las integrantes de la comunidad universitaria, profesores y profesoras, estudiantes, personal administrativo, personal obrero y, los egresados y las egresadas de acuerdo al Reglamento.

La Sala Electoral del TSJ se niega a avalar las elecciones si se llevan adelante de acuerdo al reglamento interno (incluye solo a profesores, estudiantes y egresados) que coincide con los establecido en la Constitución en su artículo 109. Ante ello, las universidades autónomas introdujeron un recurso de nulidad por inconstitucionalidad, recurso que aún no ha recibido respuesta.

El Estado reconocerá la autonomía universitaria como principio y jerarquía que permite a los profesores, profesoras, estudiantes, egresados y egresadas de su comunidad dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación. Art. 109 CN.

El doctor en Ciencias Sociales y profesor titular de la UCV, Trino Márquez, denomina la mora de 11 años como una violación flagrante a la autonomía universitaria consagrada en la Constitución de 1999, “la primera que le da rango constitucional a la autonomía universitaria, y de acuerdo con ese principio la institución tiene la competencia para decidir sobre la organización y convocatoria de sus propios procesos electorales, sin la intervención de órganos del Estado”.



¿SOLUCIÓN SALOMÓNICA?

La comunidad ucevista asistirá a las urnas en el marco de un proceso que se rige por un instructivo transitorio, que será derogado 15 días continuos después de la proclamación de los candidatos, y atiende parcialmente el artículo 34 de la LOE: incluir la participación proporcional de empleados (10%), obreros (10%) y egresados (5%). El porcentaje de participación del personal docente y de investigación es de 50% y el de los estudiantes, de 25%.

Otra de las novedades es que también podrán votar los instructores. El reglamento interno de la universidad establece que los profesores con derecho a voto son los que pertenecen al claustro, es decir, los que ocupan escalafones de asistente a titular.

El doctor en educación y profesor titular de la UCV, Tulio Ramírez, recuerda que la polémica ley aprobada en la AN en 2009, aspiraba a la participación de todos los grupo “a razón de una persona, un voto”, planteamiento que-explica- levantó expectativas como el discurso redentor de Chávez durante su primera campaña electoral.

Ramírez advierte que ahora será muy difícil frenar estas expectativas y políticamente las circunstancias impiden respetar la Constitución, cuyo artículo 109 habría que reformar para adaptarse a las nuevas realidades.

Comenta que hay mucha incertidumbre frente a estas elecciones, porque se presume existe un acuerdo político entre la universidad y el gobierno, “solo es una presunción”, de la que se infiere puedan realizarse en sana paz. Pero también- alerta- puede suceder que alguien las impugne por el incumplimiento del artículo 34 de la LOE.

Entretanto, Trino Márquez da por sentado que sí hubo un acuerdo que dio como resultado la concepción de un instructivo transitorio, y es un reflejo de lo que se puede lograr cuando hay disposición para el entendimiento.“Hubo que vencer resistencias” y “hacer concesiones”.

PRINCIPIOS ACADÉMICOS

“En la universidad debe privar la democracia académica y el respeto, no a la autoridad sino a la auctorita. La universidad ha sido un nicho de privilegios académicos, de acuerdo al escalafón de cada profesor, y eso es lo que genera la auctorita. Si las decisiones de la universidad se toman en asambleas tumultuarias se perderá el ethos universitario”, precisa Tulio Ramírez.

Márquez atribuye el atraso, que supera una década, a una visión del Gobierno, especialmente del Tribunal Supremo de Justicia, que percibe a la universidad como un municipio o estado. “Se pretendió convertir el principio democrático de cada ciudadano, un voto, en un principio de la elección de las autoridades universitarias en una institución meritocrática, que no se basa estrictamente en principios democráticos sino académicos, principios que hay que preservar”.

El docente considera que las autoridades deberían ser electas por un consejo compuesto por los profesores ordinarios y puede haber una pequeña representación de los estudiantes.

Sin embargo, Márquez aprecia este avance. “Es significativo que se haya desatado este nudo, la UCV abra el camino para otras casas de estudio en la misma situación, y el instructivo transitorio pueda servirles de ejemplo. Ya en el futuro habrá que discutir cuál es el modelo de universidad que queremos”.

CANDIDATOS AL CARGO DE RECTOR DE LA UCV








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