Cuando traigo a colación este tema de las políticas públicas es para referirme a la acción política que ejerce el gobierno y a la sociedad que impacta
Políticas públicas y estado ciudadano
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Por: Carlota Salazar Calderón

Con la finalidad de establecer que en un Estado que tenga como norte el fortalecimiento de la sociedad, serían más efectivas. Entendiendo la política como la expresión más sublime y noble dirigida a la satisfacción social.

A través de la política se resuelven problemas públicos, que son políticos. Pero debo aclarar que cuando hablamos de un problema político no se trata de una disputa entre los factores de poder, ni de si fulanito es de un grupo u otro, que debe ocupar un cargo u otro, no!. Nos referimos a los intereses sociales. Estamos haciendo alusión a las necesidades, exigencias, demandas, problemas... que existen en la comunidad, que se conjugan, discuten, priorizan... para definir una política pública.

Entendiendo que todo problema político es un problema social (Bunge), los ciudadanos deben estar presentes en la solución. Ese es el deber ser.

Lo cual nos lleva a preguntarnos ¿Ocurre así en Venezuela?

Y a reflexionar acerca de cómo retóricamente se apela al pueblo, se hacen las cosas por y para el pueblo, pero nuestra realidad es que el poder político, económico y social es el que decide, por la sociedad. Por ello, la última palabra la tenían en otrora: los grupos palaciegos, luego: los cogollos o ahora: los enchufados, mientras el ciudadano espera: a ver qué hacen y qué deciden.

Esta realidad se siente más en tiempos de revolución cuando nuestro sistema político de democracia representativa comienza a cohabitar con la participativa y protagónica, a partir de 1999. Cuando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), programa un Sistema Nacional de Planificación, que es el eje fundamental del sistema político. Que parte del Poder Público Nacional con el Consejo Federal de Gobierno, como el órgano encargado de la planificación y coordinación de las políticas y acciones para el desarrollo del proceso de descentralización y transferencia de competencias a los Municipios, en cuyo seno se encuentran: Presidente, Ministros, Gobernadores, Alcaldes y sociedad organizada (Art. 185, CRBV); pasa por el Poder Público Estatal en el Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, con los: Gobernadores, Alcaldes, Consejo Legislativo, Concejales y Comunidad Organizada (Art. 166, CRBV); y hasta llegar al Poder Público Municipal en el Consejo Local de Planificación Pública (CLPP), con el Alcalde, con los Concejales, Juntas Parroquiales y también la Comunidad Organizada (Art. 182, CRBV).

Nos estamos refiriendo a un esquema institucional para la descentralización, para que la ciudadanía tenga el rol protagónico en la gestión ¡pero no se cumple! Continuamos con la frasa discursiva, con el discurso engañoso de empoderar e través de leyes, profundizando con ello una dualidad histórica: Orden vs. Realidad.

Y lo digo porque se ha creado vía legislativa todo un esquema institucional, denominado poder comunal, donde los consejos comunales y comunas siguen un guión partidista y en su seno se disputa el poder como si estuvieran en el mismo partido político.

De esta forma el ejercicio de la participación ciudadana ha quedado para grandes asambleas, y que, ciudadanas, que se llenan con empleados públicos, reuniones de consejos comunales y comunas, donde privan los intereses del partido de gobierno, sobre las necesidades de la comunidad. Se trata de una permanente arenga que ha colocado a la organización ciudadana al servicio de una parcialidad política, que en este caso es el Partido Socialista de Venezuela (PSUV).

Cuando la obligación de un Estado democrático, más allá de la ideología de quien dirija o banderas que enarbolen, es garantizar que los espacios de interacción comunitaria sean democráticas y plurales.

Este planteamiento está dirigido a cambiar esa realidad. Hacer que los conflictos que se presenten para la elaboración, ejecución y evaluación de la política pública surja de las necesidades sentidas de las comunidades. Que la acción política no sea vista como el ejercicio corrupto e interesado de los funcionarios públicos, sino como la materialización de los sueños, deseos y esperanza de quienes la recibe. Lo cual sólo es posible a través del Estado Ciudadano. 


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