Representantes de países de América, Europa y Asia convocados por Gustavo Petro, analizan en la capital colombiana salidas al llamado “Caso Venezuela.”
La cita de Bogotá
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Por: Carlos Roque

Como “Conferencia Internacional Venezuela” fue bautizada la reunión del 25 de abril en Bogotá convocada por el mandatario colombiano Gustavo Petro, con representación de numerosos países interesados en servir como observadores para la reanudación de las conversaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria de la Oposición suspendida en noviembre pasado en México, luego de aprobarse un Acuerdo Social (todavía sin concretarse) entre las partes. Al encuentro confirmaron asistencia Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, Portugal, Italia, Noruega, Alemania, Canadá, Turquía y San Vicente y las Granadinas, así como por el lado de Latinoamérica estarán Chile, Argentina, Brasil, Barbados, Bolivia, Honduras, México y Colombia. El temario se centra en el levantamiento de las sanciones económicas impuestas a Venezuela por el gobierno de Donald Trump desde 2017 amparadas en el Decreto Obama de 2015. Al mismo tiempo se procura restablecer la convivencia política mediante un clima electoral compartido, lo que fue alterado en enero de 2019 con la autoproclamación del diputado de Voluntad Popular Juan Guaidó como Presidente Interino con el apoyo de Washington, en una línea de abierta confrontación con el gobierno de Maduro que incluyó, además del aislamiento diplomático, una posible intervención militar.

EL NEGOCIADOR

La elección de Gustavo Petro en junio de 2022 habría de implicar un cambio significativo con el restablecimiento de relaciones diplomáticas y económicas entre dos países hermanos, y que permanecieron rotas por cuatro años con graves consecuencias comerciales y sociales. Ello dejaba atrás el papel de Bogotá como sede de un gobierno paralelo y centro de una abierta conspiración contra el régimen venezolano. Petro, con algunas aproximaciones ideológicas con el proceso bolivariano en sus comienzos, a diferencia de su antecesor Iván Duque, visitó a su colega en Caracas para ayudar en el levantamiento de sanciones económicas que tienen un efecto colateral en el intercambio comercial y básicamente energético entre ambas naciones.

CON BIDEN

Al mismo tiempo, Colombia es el principal aliado militar por la vía de la lucha contra el narcotráfico y la violencia guerrillera, de los gobiernos estadounidenses. Nadie entonces en mejor posición que Petro para operar como “negociador de facto” en busca de salidas a la conflictividad política venezolana una vez que la “Operación Libertad” de Guaidó y Trump conociera el fracaso.

EGIPTO, FRANCIA, MEXICO

El mandatario bogotano inició su gestión facilitadora en la Cumbre Climática el año pasado en Egipto, luego la reunión celebrada en París como iniciativa de Macrón y apoyo del presidente Fernández de Argentina y el retorno al Diálogo de México que avanzó en un acuerdo social con el rescate de activos del Estado confiscados por el interinato de Guaidó y la promesa por Biden de flexibilizar algunas sanciones, tal como ocurrió con la petrolera Cheurón.

EN LA CASA BLANCA

Este jueves 20 Gustavo Petro se reunió con Joe Biden en la Casa Blanca y la agenda bilateral incorporó el tema Venezuela a propósito de la Conferencia de Bogotá y solicitó al mandatario el levantamiento de las sanciones, y la posibilidad de elecciones generales concertadas con la oposición, en lo que llamó “los dos rieles”. Seguramente en esa línea se pronunciará también el cónclave internacional de Bogotá.