El General fue contrario a los parámetros de contención al comunismo, bajo una política de independencia a los criterios de la OTAN y particularmente los EEUU
De Gaulle: diferencias con Occidente
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Por Luis Ernesto Fidhel Gonzales

En diciembre de 1944, se había concluido el Tratado Franco- Soviético de Ayuda Mutua, que estableció se haría la guerra y ayudaría a la otra parte hasta la victoria final sobre Alemania nacionalsocialista, comprometiéndose a prestar a la otra asistencia y apoyo con todos los medios a su alcance. Inclusive acordaban después de su terminación adoptar mutuamente todas las medidas necesarias para eliminar cualquier nueva amenaza por Alemania y oponerse a todas las acciones que harían posible una nueva agresión. Fue suscrito por los cancilleres Molotov y Bidault en representación de Stalin y De Gaulle, este último presidia el Gobierno Provisional de la República Francesa de 1944-1946, para restablecer la democracia.

Se asevera que las reservas y distanciamientos del General Charles De Gaulle como representante de la “Francia Libre” con el resto de aliados que luchaban contra Alemania en la Segunda Guerra Mundial, pudieron haberse iniciado al no estar representada en la Conferencia de Yalta (febrero 1945) particularmente dicho infortunio se lo atribuía a Roosevelt y Churchill. Pero de acuerdo con las Memorias de Churchill, quien no quiso que De Gaulle participara en tal reunión fue Stalin quien alegó preguntándole a Churchill, parafraseando a Napoleón “¿Cuantas divisiones tiene Francia?”. Churchill en su icónico discurso de Westminster Collage en 1946, abogaba con alcanzar un buen acuerdo con Rusia apoyado por todas las fuerzas del mundo de habla inglesa y todos los países relacionados con este. Lo que daría entender que el nuevo orden internacional estaría garantizado por los EEUU y Gran Bretaña.

En los años 50, en el contexto de la guerra de la independencia de Indochina, los EEUU observaron sentimientos encontrados. El objetivo prioritario de Truman y Eisenhower era la contención del comunismo, por otro lado, tampoco se podía de estar de acuerdo con la protección al colonialismo. Los EEUU, presionaron a Francia para que, bajo cualquier circunstancia, prometiera la total independencia a sus zonas coloniales, en el sudeste asiático, antes que la población lo consiguiera por la fuerza, inclusive con el apoyo de EEUU. Francia se mostró opuesto a este requerimiento norteamericano.

Cuando la situación de Francia en Indochina se hizo más insostenible, y solo la actuación norteamericana pudiese haber evitado la derrota militar francesa, Eisenhower propuso abandonar una parte de Vietnam a los comunistas antes de manchar el nombre de los EEUU, con la etiqueta de colonialismo y perder “a los ojos del mundo la posición moral de su país”. El secretario de Estado John Foster Dulles (1953-1959) no consiguió “internacionalizar” el conflicto de Indochina impulsando a países como Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda entre otros a luchar al lado de Francia y Estados Unidos en Indochina. Tras la derrota de Dien Bien Phu, después de un largo periodo de resistencia las tropas coloniales francesas se vieron obligadas a capitular en mayo de 1954. El primer ministro Mendes France terminaría el conflicto por la negociación.

Estos hechos resultaban probables que hayan influido en las presidencias del General De Gaulle (1959-1969) para que elabore una política exterior basada en el interés nacional de Francia particularmente en Europa, contrario a los EEUU, que proponía una visión conjunta influenciada militarmente en los objetivos y necesidades de la OTAN. Entre los argumentos sostenía que era intolerable que “un gran Estado” confié su destino a las decisiones y acción de otro Estado, por “muy buen amigo” que sea este. El país integrado perdía interés en su defensa nacional al no ser responsable de ella. De Gaulle sostenía que la división del trabajo y tareas dentro de la Alianza relegaría a Francia a un papel secundario y destruiría su identidad.

No considerándose antinorteamericano por principio, estuvo dispuesto a cooperar siempre que los intereses de Francia y EEUU convergieran. Otro argumento es que los EEUU no había acudido al rescate de Francia en Primera Guerra Mundial, hasta después de tres años, en el caso de la Segunda Guerra Mundial cuando estaba ya ocupada por Alemania – Kissinger-.

Proclamo incesantemente la necesidad de que Europa se valiese por si sola. Se encolerizaba que los EEUU lo trataban menos que un igual, como el manejo de la crisis del canal de Suez en 1956. En 1960, Francia realiza la primera prueba atómica. Sostuvo que estaba en condiciones de actuar por sí misma en Europa y en el mundo. Y debía hacerlo porque eso era, moralmente, un motor indispensable para su esfuerzo. Esta independencia implicaba, evidentemente, que tenga, para su seguridad, los medios modernos de disuasión; y si bien hacía falta que se procurase. Observaría que su deseo consistía en alejar a Francia de la integración realizada por la OTAN bajo el dominio de los EEUU, y no de Alianza atlántica que mantendría como último recurso de precaución.

En 1959, De Gaulle había expresado que la OTAN había dejado de ser una Alianza; significaba la subordinación. No podemos aceptar la tutela de EEUU. El sistema de integración defensiva había dejado de existir. La defensa de Francia debe ser francesa. Si una nación como Francia debía ir a la Guerra, ésta debía ser su guerra. En parte, también tuvo el convencimiento de que EEUU no usaría sus armas nucleares estratégicas para defender a Europa, dada la probabilidad de una represalia soviética contra territorio norteamericano.

Esta posición de De Gaulle fue contraria a la posición del presidente Kennedy (1961-1963) quien, bajo la tesis de una Comunidad Atlántica, sostuvo que las armas nucleares debían mantenerse bajo un mando central –es decir el norteamericano- afirmando que el programa nuclear francés era adverso a la OTAN y el secretario de Defensa Robert Mc Namara (1961-1968) critico el concepto de unas fuerzas nucleares europeas. Kennedy para salvar el escollo insistió en la integración de todas las fuerzas nucleares de la OTAN, presentando el proyecto de una Fuerza Multilateral.

Kissinger asevera que, De Gaulle a comienzos del decenio de 1960, percibió agudamente que los soviéticos, tenían grandes dificultades a lo largo de su frontera con la República Popular China, y que esto lo obligaría a buscar una relación más cooperativa con Occidente; incluso que este hecho podría acelerar una cooperación franco-soviética que tal vez pudieran negociar el fin de la Cortina de Hierro, y la realización de la visión gaullista de una Europa del Atlántico hasta los Urales. Los soviéticos no consideraron a Francia un socio con tamaños suficientes para tal clase de “detente”. Reelegido en el año 1965 frente a su oponente socialista Francois Mitterrand; quiso imponer su visión de una Francia como balancín entre la rivalidad entre EEUU- URSS, particularmente agravada por la crisis de los misiles en Cuba (1962). En julio de 1966, realizó una gira de 11 días por la Unión Soviética.

En marzo de 1962, gracias al acuerdo de Evian, De Gaulle favorece la independencia de Argelia, considerando necesario proclamar la autodeterminación; y el gobierno sea dirigido por los argelinos. Desafiando las pretensiones de los militares y colonos franceses que proclamaban la “Argelia francesa” pues la consideraban parte de Francia, tesis acogida por el presidente Mendés – France sostuvieron que “ni siquiera se puede imaginar una separación”. Inicialmente los colonos consideraron que De Gaulle estuvo a favor de esa pretensión.

En enero de 1964, el gobierno de De Gaulle reconoce al gobierno de la República Popular China; se trataba de mostrar realismo reconociendo un país que alberga una cuarta parte de la población mundial y había gobernado durante quince años para el momento, aunque sea un régimen comunista. Se comprometió a reconocerlo como único gobierno legítimo y apoyarla para su ingreso en la Organización de Naciones Unidas. Retiro los representantes franceses en Taiwan e intercambia embajadores con el gobierno de Pekín dando a conocer que implica romper relaciones con el gobierno nacionalista en Formosa.

Francia se retiró en 1966 de la estructura de mandos integrados de la OTAN; a partir de ese momento, ninguna fuerza francesa estaría automáticamente asignada a la OTAN, y todas las unidades, instalaciones o bases militares en territorio francés estarían bajo autoridad francesa. La decisión respondería a un planteamiento general y nacionalista de la defensa francesa. Se interpreta que De Gaulle dio este paso, en parte, por temor a que Europa se viera implicada en una guerra por culpa de las superpotencias. Anunciaba que su flota en el Mediterráneo quedaría desligada del mando de la OTAN y los norteamericanos no podrán almacenar armas atómicas en las bases que poseen en territorio francés.

Durante su segundo mandato presidencial, De Gaulle se orientó hacia la restauración de la “antigua gloria” de Francia en el mundo y de hacerla una tercera fuerza mundial entre Oriente y Occidente. Hizo que el país se convierta en una potencia nuclear; y a través del Mercado Común y las organizaciones comunitarias en una nación de gran influencia en el mundo occidental. Tras las manifestaciones estudiantiles de mayo de 1968, emprendió una serie de medidas como la disolución de la Asamblea Nacional que habría de reafirmar la tendencia gaullista. El 27, de abril de 1969, por derrota sufrida en referéndum sobre cuestiones administrativas que planteó renuncio a la presidencia francesa. Fallecería al año siguiente.

En noviembre de 1971, el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Leonid Illich Brezhnev, realizo su primer viaje a Occidente; con una visita a Paris reuniéndose con el presidente George Pompidou. Insistiendo más en la política europea de la URSS; como en la reducción de armamento entre la OTAN y el Pacto de Varsovia y la idea de una conferencia europea de seguridad. Se interpretó que Francia al acoger a Brezhnev había demostrado su deseo de jugar en la escena mundial un papel como le señaló De Gaulle, sin sumisión a ninguna otra potencia. Siendo formalmente el miembro de la OTAN que prefería hablar directamente con los soviéticos, y no a través de la Organización.

La Unión Soviética estuvo presionando para suscribir un nuevo tratado de amistad similar al suscrito al Tratado Franco- Soviético de Ayuda Mutua, de diciembre de 1944. Los soviéticos denunciaron este tratado de manera unilateral cuando Francia permitió el rearme de Alemania Occidental en 1955. El plan fue considerado por los EEUU como un paso para que Francia rompa sus vínculos ya débiles con la OTAN. Sin una garantía para el momento que Francia firmaría ese tratado; la visita de dirigentes soviéticos a Paris en 1973, seria suspendida.

En junio de 1972, Autralia, Nueva Zelanda, Perú y Ecuador protestarían ante el gobierno francés por haber escogido el Pacifico como zona de prueba nuclear sin haber tenido respuesta de éste, ni haberles puesto atención. El partido de gobierno expreso que era una posición hipócrita de los que habían protestado, pues no lo hicieron cuando los rusos y norteamericanos las realizaron. Tal explosión que se consideraba peligrosa para el ambiente lo que genero la protesta de la organización Greenpeace -pues eran conocidos los efectos adversos-, resultaba contradictorio cuando se abogaba ya para la época sobre la paz mundial y el cese de estas.

El presidente de la Asamblea Nacional francesa Edgar Faure quien lo desempeño entre 1973-1978, aseveraba que “desde el punto de vista de la defensa nacional, no tiene ninguna importancia que tengamos o no bomba atómica” pues “el único interés del armamento nuclear francés es el de asegurarnos un lugar en una conferencia de desarme que pueda decidir la destrucción progresiva de las armas atómicas”.

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