Desde diferentes voces conocedores de la actividad, dentro del mundo de la plástica y expresadas por habitués de estos espacios para el alimento del alma y el regocijo del espíritu. Ellas consideran que se ha producido un deterioro de muchas de las obras, al igual que de la infraestructura de algunos espacios, debido a ciertas limitaciones presupuestarias. Otro aspecto de creciente preocupación, está referido a la renuncia de buena parte del personal especializado en tales labores.
Todo este abanico de comentarios, nos motivó a solicitar responsablemente, la opinión del vocero oficial de la actividad museística de nuestro país, como lo es el licenciado Clemente Martínez, presidente de la Fundación de Museos Nacionales (FMN), quien amablemente le dispensó a En El Tapete, su versión de la situación.

Asegura el licenciado Clemente Martínez, que “con todo y la situación que atraviesa el país, harto conocida por todos, 15 museos bajo sus directrices permanecen abiertos”. Agrega: “Llevó tres años batallando con guarimbas, cortes eléctricos y pandemia. Los Museos nacionales solo cerraron sus puertas en el periodo de tres meses dictado por el ejecutivo nacional, en el año 2.020. Luego de ése receso forzado, hemos abierto parcialmente en un horario de 10 a. m a 4 p. m, de jueves a domingo. Ésto propició que el público mantuviese un contacto directo con el Patrimonio. Para nosotros, la nueva normalidad lo constituyó el seguir ofreciendo a la comunidad la labor de formación y difusión del arte venezolano y universal, bajo todas las medidas de bioseguridad para nuestros visitante”. A pesar de haber padecido la etapa económica más baja de la historia de estas instituciones, no hay un sólo Museo cerrado, enfatizó, más así con con muchas dificultades pero no imposibles de superar, ya que tenemos como plan mantener las puertas al conocimiento de nuestro Patrimonio.
Según el presidente de Fundamuseos, éste año 2.022 llegó con una vasta programación expositiva que incluye los 25 años del Museo de la Estampa y el Diseño, de Carlos Cruz Diez; el centenario de Alejandro Otero y Mercedes Pardo, en el Museo Alejandro Otero, de La Rinconada y en la Galería de Arte Nacional se expondrá una retrospectiva de Juvenal Ravelo y María Cabrujas.

 
SALVAGUARDAR EL PATRIMONIO
Clemente Martínez afirma que todos los museos nacionales cuentan con departamentos de conservación que se encargan de monitorear la colección mediante acciones de conservación preventiva de 220.000 obras. Explicó que en el caso de que alguna obra presente un riesgo de contaminación, de inmediato es atendida por el personal especializado en escultura, papel y pintura del Centro de Restauración y Conservación del Patrimonio Nacional (Cencrep), que tiene sus laboratorios en la sede de la Galería de Arte Nacional. Añadió que las inspecciones en las bóvedas de los museos se hacen a diario para llevar un control minucioso, y en el caso de que ocurra un foco de contaminación se realiza el diagnóstico y se determina las acciones a tomar.
El presidente del FMN informó que en la actualidad se restaura la obra Angostura de 6 metros por siete metros de Tito Salas, que sufrió daños de rasgadura en lienzo y maltrato por desconocimiento de colocación de la superficie. Esta valiosa pieza entró a la colección proveniente de uno de los colegios de Caracas, que estaba expuesta en un espacio muy reducido lo que ocasionó algún deterioro. En estos momentos la restauradora aplica una limpieza profunda de la capa del barniz, para después reponer el color. Se espera que para mediados del 2.022 pueda ser restaurada en su totalidad.
La Curadora independiente, Lorena González expresa su preocupación por las emergencias graves de infraestructura y conservación del patrimonio, que sostiene una de las mejores colecciones de arte de todos los tiempos. La misma va arte clásico, épocas importantes como el barroco, el renacimiento, el medioevo, el Siglo XIX, las Primeras y Segundas Vanguardias, tanto de artistas venezolanos como latinoamericanos como de muchos países de todo el mundo.

 
Subraya que ese amplio heredad que pertenece al país y a sus ciudadanos, ya que significa un tema importante, porque la obra de arte es un reflejo de la memoria, es un reflejo del vínculo, una constatación de lo que ha pasado en Venezuela. Considera que esta crisis de los museos también es un trance de la memoria de lo que nosotros somos como país. “En lo personal me parece muy valioso que los encargados de estos entes culturales comiencen los procesos de restauración y a activar ese ángulo para recuperar esos espacios que ellos mismos abandonaron”. También estima que “hay que darles explicaciones a la gente, bien sea de la Fundación o del Ministerio de Cultura y decir que fue lo que pasó, tienen que decir por qué abandonaron este legado. Es más, tienen que pedirle disculpas a la población porque ese es un patrimonio, es la memoria, son los lugares de crecimiento de se han conservado discursos visuales muy importantes para la identidad nacional.

 
Esa recuperación que supuestamente está sucediendo en los museos nacionales, esa restauración de ese patrimonio abandonado, debilitado, dejado en la oscuridad, maniatado. Hay que hacerle ver a la gente el valor que eso tiene como memoria de un país, apuntó González.
En opinión de Gabriel Guevara, historiador del arte y restaurador miembro de la organización internacional de museos, ICOM Venezuela, es muy complicada porque los museos atraviesan por problemas gravísimos, como el presupuestario que ha llevado a la perdida de los lineamientos conceptuales y curatoriales de las colecciones llevando a la desaparición de los perfiles museísticos. También sostiene que la Ley de Museos Nacionales echó por tierra todo el desarrollo museológico que era punta de lanza en Latinoamérica. Por su parte, representantes que nos exigieron el anonimato, aseguran que de las 18 Salas de Bellas Artes que lideró la mayor actividad de promoción y valoración de las artes plásticas, tanto tradicionales como de vanguardia, nacionales como extranjeras, sólo funcionan tres. El Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, desde hace varios meses tiene el 80% de sus espacios cerrados; la Galería de Arte Nacional está parcialmente con algunas exhibiciones, del Museo Alejandro Otero de Caracas, no se tiene conocimiento de exposiciones. Desde la propia capital y gran parte de nuestro país, éstas mismas fuentes lanzan pinceladas de alerta, motivadas por la renuncia de buena parte del personal museístico. Con el agregado del no reconocimiento en nómina en dependencia a sus capacidades y status.
Sobre el punto, Lorena González, destacó: La mayoría de los trabajadores muchísimos de ellos han permanecido en los Museos en defensa del Patrimonio, aunque es evidente que la diáspora de los últimos años sobre a partir del 2.017 hizo que muchos de este valioso recurso humano que permanecían allí resguardando, custodiando y defendiendo este capital cultural se fueron también del país. Y, dijo que “Los trabajadores de los museos tienen sueldos miserables, no tienen atenciones adecuadas para desarrollar sus vidas”. Esto ha hecho que se incremente una inserción de personal no calificado en zonas de conservación y restauración en el área de museología, e inclusive en el área de la gerencia cultural, que ha agravado en los últimos años todas esas emergencias importantes sobre la conservación y la investigación de ese patrimonio.
Ante tales aseveraciones, Martínez aseguró que ni masiva y menos significativa han sido tales renuncias o deserciones. Y menos en las áreas medulares. El museo ha adaptado un plan de funcionamiento amplio y flexible en la carga horaria de todos los empleados por departamentos, sin evadir responsabilidades. Con el anuncio de un aumento económico decretado por el Ejecutivo nacional, estamos seguros de poder normalizar nuestra nómina en horario habitual.

El crítico de arte, Roldán Esteva-Grillet, sostiene que la consecuencia más evidente de todas estas políticas ha sido la desaparición del público de las salas de los museos. Hace alusión a lo acontecido con el retorno de Francisco Sesto a la cartera de MinCultura en 2.010, con la remoción del personal directivo, e hizo énfasis en cuanto a lo que considera una injusta acusación: “Responsabilizar a los trabajadores, de lo que no ha sido sino una consecuencia de las políticas trazadas desde la Fundación Nacional de Museos”. Y para seguir con las insensateces y las contradicciones, reconoce que la Fundación ha ahogado a los museos, pero en vez de buscar una asesoría, Sesto decide por su cuenta como castigo, quitarles definitivamente las colecciones a fin de resguardarlas en una sola bodega, que no está en condiciones óptimas, por inconclusa, ni para su propio museo: la de la Galería de Arte Nacional.
Martínez quiso dejar claro con respecto a las visitas a los museos, que él responde por la confiabilidad del registro de las mismas, reflejado en las estadísticas que se llevan para tales efectos. Los niños y jóvenes representan la mayor afluencia; y el aumento de público a pesar de la pandemia, ha ido un crescendo. Lo cual es un reflejo de la preferencia de nuestros visitantes, por las exposiciones de arte bien contemporáneo, histórico o de arte joven. “Personalmente pienso que no es la cantidad de público que podamos recibir la que garantiza el éxito de éstas instituciones; sino más bien la calidad de servicio que podamos ofrecer al público visitante y en esto debe estar explícito en la función principal del museo, en la difusión del arte y el conocimiento en todos los ámbitos de la educación. Durante la pandemia, los Museos Nacionales a diferencia de otros en el mundo, no se enfrentaron a ninguna crisis financiera, ya que reciben el subsidio de su mantenimiento y administración de parte del Ejecutivo Nacional, reafirmó.

Sobre este tema, Martínez explica que la FMN posee varias modalidades como política de adquisición de obras, a través de un equipo de especialistas en el área, los cuales se reúnen regularmente para evaluar las diferentes propuestas que llegan a cada uno de los museos. Por ejemplo, en el 2.015 se adquirieron obras por compra directa a 27 artistas regionales que no estaban presentes en la colección. También hemos recibido de Fondo de Garantías de Depósitos Bancarios, Fogade, un gran número de obras; así como del Banco Industrial y otros entes privados. De la misma manera, obras heredadas y cedidas por parte de familiares de artistas fallecidos. Apunta que otra modalidad de adquisición, es el convenio que existe a través de las exposiciones, donde el artista dona una de sus obras exhibidas, a la colección del museo donde es expuesta. Y por último, portafolios enteros que el propio artista determina que el mejor sitio de resguardo y difusión de sus trabajos son los museos. Explicó que dentro de estas políticas de donación, las obras no son otorgadas a instituciones específicas. El comité antes mencionado está conformado por investigadores que selecciona dicha adquisición, de acuerdo al perfil de cada museo, puntualizó.

LA PANDEMIA Y LAS REDES
Para la Federación, ha significado una interacción distinta y personal dentro de algunas actividades como talleres y difusión del patrimonio. Con la ventaja de poder almacenar la totalidad de contenidos posibles y accesibles desde la visualización de toda la colección, hasta la memoria histórica del museo. La pandemia solo vislumbro un solo objetivo en nuestra institución, afianzamiento de nuestras redes y adaptar el conocimiento a plataformas virtuales. Esto permitió un acercamiento certero a un público más remoto. Se crearon programas, talleres, visitas virtuales, conferencias, lo que contribuyó a una mayor difusión de todas nuestras actividades.
Martínez añadió que aunque la experiencia por lo implementado de manera virtual, tiene la ventaja de llegar a cualquier rincón del mundo, nunca será igual a la presencial en el museo. También es cierto que se necesita poseer internet para poder apreciarse. Además, la virtual se limita; por ejemplo, “a un único recorrido para cualquier espectador”. La vivencia, la acción de estar frente a la obra es una interacción más personal, más íntima y con mayor libertad para poder indagar e investigar sobre sus intereses particulares. Sin embargo no podemos negar que las redes han sido un instrumento valioso principalmente en el aspecto educativo del museo. Ello ha propiciado un desarrollo e intercambio de conocimientos mucho más amplio que el presencial.

 
Clemente Martínez apuntó que la FMN cuenta con el Sistema Nacional de Museos que es un órgano integrador de carácter consultivo, sistematización y registro de los programas, planes y proyectos museológicos de los museos del país que describe desde una visión territorial el desarrollo de los museos. Se presenta como espacio colectivo de participación museística que estimulará el diálogo entre museos e instituciones públicas y privadas, en apoyo e implementación de estrategias y políticas dirigidas a fortalecimiento de este sector cultural. Detalló que como sistema está constituido por redes tipológicas de museos que permite estructurar un mapa del perfil de las colecciones que custodian estas instituciones y las acciones educativas, patrimoniales y de conservación que despliegan para convertir estos espacios en ejes de transformación social de las comunidades. Subrayó que esta iniciativa de participación nacional de los museos busca conformar los lineamientos para el diseño de políticas y estrategias que beneficien, de forma equilibrada a los 237 museos ubicados en 21 estados del país que arrojó el último censo realizado en el 2.013.
Martínez especificó que la FMN dispone de cinco Museos en el interior del país: Museo de Arte de Valencia, Carabobo; Museo de Los Llanos en Barinas, Museo de Calabozo en Guárico, Museo de Arte Barquisimeto, Lara y Museo de Arte Coro en Falcón, dependientes de la administración del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

 
Ante las críticas en cuanto a que las exposiciones no tienen catálogos razonados que justifiquen una investigación en torno al Artista y a la Obra. El presidente de la FMN responde: “No todas las exposiciones poseen catálogos razonados, por lo general todo depende de lo extenso de las investigaciones o propuestas de nuestros Curadores en cada proyecto. Sostiene que la realidad de los museos no escapa a la crisis generada por el bloqueo económico que vive el país. Sin embargo el año pasado retomamos la impresión de publicaciones e impresiones en trípticos.