El jueves 24 de marzo se cumple un mes de la invasión rusa a Ucrania. Un hecho sorprendente que conmocionó al mundo entero y que ahora cuestiona el orden global y los organismos como la ONU y la OTAN
Treinta días bajo el fuego
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Por Trina Acevedo


La madrugada del jueves 24 de febrero fueron los bombardeos los que despertaron a los ucranianos. Luego de 8 años de conflictos, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó una operación militar en la región del Donbás en el este de ucrania en las autoproclamadas repúblicas Donetsk y Luhansk, reconocidas por Rusia después de mantener por meses tropas rusas en las fronteras ucranianas. Sin embargo, en la madrugada de ese jueves 24 de febrero no solo se registraron bombardeos en estas regiones sino también en principales ciudades del país. Así como la movilización de tanques desde Rusia y Bielorrusia hacia Ucrania.

Se implementaron toques de queda cuyas alarmas retumbaron en el mundo entero. Durante los primeros días de la invasión, la población se refugió en estaciones de metro, bunkers y se hicieron protagonistas las imágenes de largas filas de vehículos para salir del país. Solo en los primeros dos días del conflicto más de 100 mil personas fueron desplazadas.

La ONU estima que, de 37 millones de habitantes, diez millones de personas han huido, ya sea como desplazados dentro del país o como refugiados en el extranjero. El conflicto representa la peor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Pero, también miles de civiles ucranianos se unieron a la lucha para defender su país y en todos los continentes se registraron masivas movilizaciones en rechazo a la invasión rusa a Ucrania como en Estados Unidos, Argentina, Inglaterra, Francia, Nueva Zelanda y Australia, Japón e incluso en la exrepública soviética de Georgia y en Rusia donde miles fueron detenidos.

Ucrania cuestiona la posición de occidente y exige más medidas en represalia contra Rusia por la invasión mientras occidente se cuestiona qué hacer. Sin duda, países de occidente como Alemania, de política exterior pacifista, y las neutrales Finlandia y Suecia enviaron apoyo militar a Ucrania. Occidente aplicó severas sanciones que estremecieron incluso la vida normal del ruso y los principales aliados y allegados del gobierno de Putin.

Rusia ha sido acusada de atacar plantas nucleares, zonas residenciales, centros médicos, escuelas de arte, instalaciones deportivas y bibliotecas de ucrania. Se estima que más de 500 instituciones educativas fueron dañadas.

La Organización Mundial de la Salud aseguró que nunca se había visto que tantos centros sanitarios fuesen atacados. Un hecho que sucede en medio de la pandemia de coronavirus. Todo esto ha sucedido en medio de negociaciones que no han logrado un verdadero acuerdo. Luego de un mes Ucrania se mantiene en pie a pesar de que la inteligencia occidental y muchos expertos de todo el mundo estimaban que el país caería en dos o tres días debido a que Rusia es la tercera fuerza aérea más grande del mundo, solo superada por Estados unidos y China.

Es una realidad que vivimos en un momento histórico el cual parece plantearnos que el mundo en el futuro podría ser muy diferente al que conocemos hoy.


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